En su primera manifestación pública sobre la sentencia contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad, el presidente Javier Milei eligió un auditorio inusual: la Universidad Hebrea de Jerusalén. Allí afirmó con firmeza que su mayor logro presidencial fue no presionar a la Justicia.
“Soy el primer presidente que no interfiere con la Justicia y los resultados están a la vista; la Justicia independiente hizo lo que tenía que hacer”, declaró en medio de una clase magistral de economía para estudiantes en el aula magna.
Según Milei, el fallo es un mérito exclusivo del Poder Judicial y, especialmente, de la Corte Suprema. “Todo es mérito del Poder Judicial, de la Corte Suprema. Lo único que puedo decir es que he sido consistente con mi visión republicana, y dejar que los jueces actuaran libremente”, subrayó ante aplausos.
El mandatario también dio su visión sobre el lawfare del discurso kirchnerista. Al destacar que las causas judiciales avanzan cuando el Ejecutivo se mantiene al margen, pareció cuestionar los gobiernos anteriores que, según él, condicionaban las decisiones de los tribunales.
Además de estas declaraciones, Milei se expresó en sus redes.
El pasado martes, tras conocerse el fallo que confirmó la condena de seis años e inhabilitación perpetua para Cristina Kirchner por la causa Vialidad, publicó en X un escueto: “Justicia. Fin”, acompañado de una posdata donde criticó tanto a “periodistas corruptos” como a “políticos mentirosos” que, según él, intentaban negociar impunidad.
Premio Nobel
Milei reiteró este jueves su compromiso inquebrantable con Israel y reivindicó el derecho de esa nación a la legítima defensa, al recibir la distinción Premio Génesis 2025, conocido como el “Nobel del Mundo Judío”, en una emotiva ceremonia celebrada en Jerusalén.
Se trata de la primera vez en la historia que el galardón es otorgado a una persona no judía, sobre lo cual el mandatario argentino reflexionó: “Si bien me nombran como el primer no judío en recibir este honor, parafraseando a Borges, toda persona occidental es, en esencia, griega y judía”.
El evento tuvo lugar en la sede del Museo de la Tolerancia y contó con la presencia de destacadas figuras, entre ellas el Presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog; la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei; el activista por los derechos humanos, Natan Sharansky; el Canciller argentino Gerardo Werthein y el embajador en Israel Axel Wahnish.
La actividad culminó con una encendida ovación tras su declaración: “¡Am Israel Jai! ¡Viva la Libertad, carajo!”.
El premio, dotado con un millón de dólares, será donado en su totalidad a organizaciones dedicadas a combatir el antisemitismo en todo el mundo.