Desde la Casa Rosada aseguran que será el acto de la “unidad del Frente de Todos”. Este viernes, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner encabezarán una multitudinaria convocatoria, otra vez en la Plaza de Mayo.
La excusa es conmemorar el regreso de la democracia (se cumplen 38 años) y el Día de los Derechos Humanos. Pero, el oficialismo busca relanzar la gestión, con una foto del Presidente y de la vicepresidenta juntos y brindando un mensaje a la militancia peronista.
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Más allá del intento del frente oficialista por mostrar a sus principales líderes, la convocatoria corre ahora por cuenta –fundamentalmente– de la agrupación La Cámpora, que conduce Máximo Kirchner.
En un video que publicó en las redes sociales, el hijo de la vicepresidenta y titular del bloque del Frente de Todos en la Cámara Baja marcó diferencias con la anterior convocatoria a la Plaza de Mayo, que tuvo como protagonista al Presidente, con ausencia de la vicepresidenta.
“Los convoco a reventar en serio la Plaza de Mayo. Hablarán el Presidente, Cristina, y será la oportunidad para que el pueblo argentino abrace a alguien que como Cristina sufrió la persecución judicial y que volverá a ser presidente de Brasil: el compañero (Luiz Inácio) “Lula” da Silva”, dice Máximo Kirchner en un video, en el cual hay imágenes de sus padres y de Lula da Silva, pero no del presidente Alberto Fernández.
El otro acto peronista
El 17 de noviembre pasado, tres días después de la derrota nacional del Frente de Todos en las elecciones legislativas, el Presidente fue el único orador del acto por el Día de la Militancia peronista (se recuerda el regreso de Juan Domingo Perón del exilio, en 1972, luego de 18 años), que organizaron la CGT nacional y la agrupación piquetera Movimiento Evita.
La convocatoria fue realizada por el propio Presidente en la noche del domingo 14 de noviembre, luego de que se confirmó la derrota electoral del Gobierno.
De manera sorpresiva, en aquel momento, Alberto Fernández aseguró: “El miércoles nos vemos en la Plaza de Mayo para celebrar este triunfo como se merece”.
Hacía pocos minutos que la Junta Electoral Nacional había confirmado que la alianza opositora Juntos por el Cambio había superado por ocho puntos al gobernante Frente de Todos en el resultado global del país.
En el escenario, al lado del Presidente estaba Máximo Kirchner, quien no se inmutó. Fue el único dirigente que no aplaudió la incitación del jefe del Estado “a festejar” una derrota.
Es más, fuentes oficiales confirmaron que, al otro día, el diputado nacional se comunicó con el Presidente para pedirle que levantara el acto.
“Se hace”, dicen los albertistas que fue la escueta respuesta de Alberto Fernández.
En el acto de noviembre hubo más de 80 mil personas en la Plaza de Mayo, que no lució repleta. Alberto Fernández fue el único orador.
El escenario central fue para él, ya que el resto de los funcionarios, intendentes y dirigentes sindicales y piqueteros oficialistas fueron ubicados en una platea frente al palco.
Cristina Fernández no concurrió, argumentando cuestiones de salud, luego de la intervención quirúrgica a la que fue sometida unos días antes.
La columna de La Cámpora, encabezada por Máximo Kirchner, llegó tarde a la plaza, cuando el Presidente había terminado su mensaje. Fue un gesto indisimulable de que el hijo de Cristina Kirchner no estaba de acuerdo con la concentración en la histórica plaza para el peronismo.
A diferencia del anterior acto en la Plaza de Mayo, que fue impulsado por la CGT nacional ypor la organización piquetera que nunca tuvo un buen vínculo con La Cámpora, el del viernes tendrá pura liturgia kirchnerista.
La celebración será por los derechos humanos, con la participación de la Asociación Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La presencia de “Lula” también tiene un significado político. El expresidente brasileño siempre tuvo una excelente relación con los Kirchner.
La presencia de “Lula” en la Plaza de Mayo, donde también dirigirá un mensaje, se dará a menos de una semana de un encuentro oficial del presidente Alberto Fernández con su colega brasileño Jair Bolsonaro, el 16 de diciembre, en el marco de la Cumbre del Mercosur que se realizará en Brasilia.
Expectativa por los mensajes
En su mensaje en las redes sociales dirigido a la militancia, Máximo Kirchner confirmó que estará su madre, y que también hablará. Además del Presidente y de Lula da Silva.
El mensaje de la vicepresidenta genera muchas expectativas políticas. Será el primer discurso de Cristina Fernández en los últimos meses.
Su última comunicación fue una carta del 27 de noviembre pasado, con el sugestivo título “Los silencios y las curiosidades”, con la cual volvió a cuestionar a la oposición y a los medios de comunicación.
La vicepresidenta hablará antes que el Presidente, en un contexto en el cual el Gobierno nacional está negociando –contrarreloj– un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cristina Kirchner avaló esta negociación, pero siempre puso condiciones. En la Casa Rosada, el ala albertista del Gobierno está preocupada por lo que dirá la expresidenta.
No obstante, la semana pasada, según versiones periodísticas, hubo una reunión reservada de Alberto Fernández con su vice en la quinta presidencial de Olivos.
El encuentro no fue informado de manera oficial, pero tampoco se desmintieron las versiones periodísticas que señalaron que existió. Se presume que se habría charlado sobre la marcha de las negociaciones con el FMI.
El Presidente habló este miércoles del tema. “Se ha escrito mucho sobre la idea de que Cristina no está de acuerdo con que nosotros tengamos un acuerdo con el FMI. Está claro que la decisión es mía, yo la voy a asumir y yo la voy a tomar. Pero, frente a todas esas versiones, ella dice públicamente que no se opone a un acuerdo, a una solución que no signifique postergar a los argentinos, seguir sometiéndolos a más pobreza y a más frustración. Eso lo cree ella y lo creo yo”, afirmó Alberto Fernández en el evento anual Gzero Summit Latin America 2021.
La relación no es la misma
De ambas partes del oficialismo nacional admiten que la relación entre el Presidente su vice no volvió a ser la misma, luego de los agitados días que se vivieron, tras la derrota en las Paso de septiembre.
Las renuncias de todos los ministros cristinistas, encabezadas por el titular de la cartera de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, calaron hondo en la relación personal entre el jefe del Estado y su influyente vicepresidenta.
Dicen que la relación entre Alberto Fernández y “Wado” de Pedro, el ministro más cristinista, se mantiene “congelada”.
Envalentonado por las diferencias internas que sacuden a la oposición, en especial al radicalismo, el Frente de Todos quiere enviar un mensaje de unidad.
Sin embargo, Máximo Kirchner no pierde la oportunidad para marcar “sus matices” con el Presidente y el grupo que lo rodea.
