En silencio, en el sur del país y acompañando a Sergio Massa y al ministro del Interior Eduardo De Pedro, Máximo Kirchner reapareció en público este miércoles, en un acto que se realizó en Comodoro Rivadavia.
El hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández no se había mostrado en público, luego de la renuncia a la presidencia del bloque de Diputados del Frente de Todos, con una dura carta, cuestionando la negociación con el FMI que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el apoyo del presidente Alberto Fernández.
Máximo Kirchner viajó este mediodía a la provincia de Chubut para participar del acto central por el aniversario de Comodoro Rivadavia.
Encabezó la comitiva oficial el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, el miembro del gabinete nacional más cercano a la Vicepresidenta de la Nación.
El diputado nacional, que sólo había tenido una reunión con intendentes bonaerenses, en su condición de titular del PJ, como actividad político, ahora eligió ir al sur para su reaparición pública, en la semana en la cual se podría cerrar el acuerdo con el FMI.
Que haya viajado con Massa, a la provincia que gobierna el massista Mariana Arcioni es toda una señal de que Máximo Kirchner mantiene su buen vínculo con el presidente de la Cámara de Diputados.
Como uno de los principales referentes del Frente de Todos, Massa viene trabajando para acercar posiciones entre el albertismo y el cristinismo, una grieta que se profundizó con el portazo de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara Baja.
Silencio del cristinismo
Tanto el diputado como Cristina Fernández no se han pronunciado en los últimos días sobre la negociación que el ministro Guzmán trata de cerrar contrarreloj con el FMI.
Es una gran incógnita como votarán los diputados de La Cámpora, si como indican desde la Casa Rosada, el acuerdo con el FMI ingresa al Congreso, entre el viernes y el lunes próximo.
Máximo Kirchner no volvió a referirse al tema, luego de su “carta-misil”, cuestionando en duros términos al ministro Guzmán.
Diez días atrás, el expresidente del bloque tuvo una reunión con sus diputados más cercanos. La cordobesa Gabriela Estévez participó de ese cónclave reservado.
No trascendió lo que dijo Máximo Kirchner a sus diputados, pero entre los legisladores y dirigentes de La Cámpora se mantienen las críticas contra Guzmán.
Acusan al ministro de Economía no haberle dicho toda la verdad a Cristina Fernández y a Máximo en las distintas reuniones que mantuvieron en los últimos meses, por la negociación con el Fondo.
Gestos
En las últimas dos semanas hubo algunos gestos que se podría considerar de acercamiento entre el Presidente y el cristinismo duro.
Alberto Fernández se volvió a reunir –solas- con el ministro De Pedro, luego de mucho tiempo.
El Presidente había congelado su relación personal con “Wado” De Pedro, desde que el ministro presentó su renuncia, sin avisarle, luego de la derrota del oficialismo en las Paso de agosto del año pasado.
El ministro del Interior cumplió una orden de su jefa política, Cristina Fernández. Pero, el Presidente consideró una “traición” no haberle avisado antes de enviar la renuncia por escrito.
“Wado” De Pedro es el representante de la vicepresidenta en el gabinete nacional, pero había construido una excelente relación personal con Alberto Fernández, desde la campaña presidencial de 2019.
Hay que recordar que De Pedro, junto a Massa, fueron dos de los dirigentes que acompañaron a Alberto Fernández, por entonces candidato presidencial, a Córdoba, para el homenaje por el primer aniversario de la muerte del exgobernador José Manuel de la Sota.
Aquella visita fue el 15 de septiembre de 2019, cuando Alberto Fernández ya había conseguido un triunfo contundente en las Paso de agosto y tenía el camino allanado para llegar a la Casa Rosada.
Ese día también fue la última reunión a solas de Alberto Fernández con el gobernador Juan Schiaretti.
Precisamente, en ese encuentro, el entonces candidato presidencial le presentó a De Pedro al mandatario cordobés, como “el futuro ministro del Interior”.
Con una alta cuota de optimismo, los funcionarios más cercanos al presidente Alberto Fernández consideran una señal positiva que tanto Cristina como Máximo Kirchner se mantengan en silencio, cuando se está por cerrar el acuerdo con el FMI.
El propio jefe del Estado admitió en público que tienen “matices” con su vicepresidenta, por la negociación con el Fondo.
En realidad, en la Casa Rosada reconocen por lo bajo que el cristinismo rechaza el acuerdo, pero se conforman con que no volteen el texto final que irá al Congreso.
Máximo Kirchner no ha dado pistas sobre qué hará si se vota el acuerdo, pero que se haya mostrado junto a Massa, para los albertistas es una muestra que no boicoteará el entendimiento.
