“Sergio está de vuelta”, dicen sus dirigentes más cercanos. Sergio es Massa, excandidato presidencial de Unión por la Patria, quien comenzó a levantar su perfil con un solo objetivo político: consolidar el Frente Renovador en todas las provincias, incluida Córdoba, donde aún no tiene el reconocimiento como partido de parte de la justicia electoral.
La movida nacional del massismo sabe que Córdoba es el distrito más esquivo para el kirchnerismo y el massismo: fue donde menos votos sacó Massa como candidato presidencial, tanto en los comicios generales como en el balotaje.
Pero, con aires de renovación en este relanzamiento, Massa buscó a nuevos referentes cordobeses a los que le bajó un mensaje concreto.
“No vamos a ser opositores a Martín (por Llaryora), ni cuestionarlo de manera pública. Tenemos que consolidar el Frente Renovador para no depender de nadie cuando haya que tomar decisiones electorales”, dijo, palabras más palabras menos, Massa a los dirigentes cordobeses.
Los escucharon atentamente la exlegisladora provincial delasotista Tania Kyshakevych; el intendente de Cruz Alta, Agustín González (un dirigente que trabajó mucho tiempo con Martín Gill), y Javier Taborda, un peronista con buenos vínculos con el kirchnerismo.
Passerini
Algunos dicen que Massa habla con el gobernador Llaryora, aunque tiene contactos telefónicos más fluidos con el intendente capitalino, Daniel Passerini.
Los diálogos son por temas de gestión, y no por cuestiones políticas. Por ejemplo, trascendió que Massa le aconsejó al gobernador y al intendente capitalino archivar, por ahora, la obra pública.
“Hay que olvidarse de hacer obras ahora. Este es un momento para invertir y acompañar a la gente con alimentos y recursos porque la crisis social se va a profundizar”, fue el pronóstico pesimista de quien el año pasado fue ministro de Economía de la Nación.
Al menos Llaryora no sigue ese consejo. El gobernador sostiene en cada discurso que una de sus prioridades es “hacer obras” pese a la crisis.
Legales
Córdoba es uno de los distritos en los cuales el Frente Renovador massista no tiene reconocimiento de la justicia electoral.
Por eso, la primera tarea que Massa les encomendó a los dirigentes cordobeses es reunir 4.000 afiliaciones para conseguir el reconocimiento como partido en la provincia. Y con ese objetivo, el massismo abrió una sede de la Fundación Encuentro en la ciudad de Córdoba (bulevar Las Heras al 400).
Kyshakevych, González y Taborda, que fue designado como el coordinador de la fundación, se están moviendo para conseguir esos avales, lo que significaría el reconocimiento legal del Frente Renovador en la provincia.
En estos primeros movimientos, Massa busca renovar la base de su espacio y para eso apunta a una mayor inserción entre los intendentes.
Los dirigentes provinciales con los que habla le dicen que hay espacio para dialogar con intendentes peronistas que no están tan convencidos de la propuesta del “partido cordobés” que pregona Llaryora.
“Falta política en el discurso de Llaryora. Suma dirigentes de otros partidos, pagándoles con cargos, pero quienes lo hicimos gobernador somos los peronistas”, expuso un de los peronistas que ahora abreva en el incipiente massismo cordobés.
Tal vez por la relación personal y política que construyeron en 2015 con el entonces exgobernador José Manuel de la Sota, la mayoría de los dirigentes que se están acercando a Massa son delasotistas que nunca tuvieron un relación aceitada con Juan Schiaretti y que ahora miran distantes a Llaryora.
En ese camino, Massa tiene un buen vínculo personal con la diputada nacional Natalia de la Sota. Como sea, la hija del exgobernador se mantiene en el PJ provincial, aunque con ciertos movimientos independientes de la estructura del oficialismo.
Además, y por lo que fue su amistad con De la Sota, Massa también habla seguido con Adriana Nazario, la última pareja del fallecido exgobernador.
Nazario está lanzada como candidata a intendenta de Río Cuarto para las elecciones municipales del próximo 23 de junio.
Desde su entorno aseguran que Massa no tiene pensado participar de la campaña en la capital alterna cordobesa, pero se puso a disposición de Nazario “para lo que necesite”.
La exministra delasotista tiene decidido enfrentar al candidato oficialista del PJ, Guillermo de Rivas, impulsado por el intendente Juan Manuel Llamosas, que cuenta con el apoyo de Llaryora.
Hasta hoy, Nazario no tiene pensado nacionalizar la campaña riocuartense, aunque no rechazaría apoyo financiero para su candidatura.
En Río Cuarto, la campaña será para “alquilar balcones” según coinciden peronistas, massistas, y también radicales que se ilusionan con meterse en la pelea por el poder municipal ante lo que parece una inevitable división del PJ.
Reaparición
El 22 de marzo pasado, el Frente Renovador realizó su congreso nacional en el Parque Norte porteño. Se renovaron las autoridades y el santafesino Diego Giuliano fue consagrado como el presidente del espacio.
Massa estuvo en primera fila, pero llamativamente no habló. A su derecha se sentaron los dirigentes cordobeses que están trabajando en el espacio massista en la provincia.
El silencio del exministro de Economía en el congreso de su partido, parece ser una estrategia política para el futuro inmediato. “Hay que caminar, escuchar a la gente, y no hablar”, les dijo a los dirigentes de su espacio, en una charla reservada, con la promesa de salir “a caminar” el interior del país.
El congreso del Frente Renovador coincidió el mismo día, y la misma hora que el congreso nacional del peronismo.
Muchos leyeron en esa coincidencia un modo de Massa de mostrarse lejos del PJ, el partido que fue la columna vertebral de la alianza Unión por la Patria que encabezó como candidato presidencial.
Los massistas le bajaron el tono a esas lecturas lecturas de distanciamiento con el peronismo. “Fue una cuestión legal. El 31 de marzo vencía el plazo para renovar autoridades para ambos, y el viernes 22 era el último antes del Viernes Santo. Por eso coincidieron los congresos”, aclararon los organizadores del congreso. Pocos les creyeron.
Luego de tres meses de silencio, Massa considera que es momento de levantar su perfil político.
Busca sumar jóvenes a su espacio en todas las provincias y que el Frente Renovador sea reconocido como partido en la mayoría de las provincias.
En charlas informales, Massa aseguró que tiene un “buen diálogo” con Cristina Fernández y Máximo Kirchner, pero insiste con consolidar el Frente Renovador, sin por ahora mirar al PJ.
En todas las reuniones políticas que mantiene desde mediados de febrero, ante cada consulta sobre si aspira a volver a ser candidato presidencial, el exministro de Economía, responde: “No se puede hacer política poniendo una aspiración de cargo. De lo único que estoy seguro es que quiero seguir haciendo política, después el tiempo y la gente dirá. Hoy, ni pienso en una candidatura presidencial”.
No sorprende a nadie la visión pesimista de Massa sobre la gestión libertaria. Aunque en privado admite que la “paciencia social” hay que leerla como una crítica a la anterior gestión kirchnerista, en la cual él tuvo protagonismo.
