Mientras en el Gobierno provincial iniciaron un operativo de control de daños por la crisis que se generó en el hospital Materno Neonatal, que terminó con la renuncia del ministro de Salud, Diego Cardozo, el gobernador Juan Schiaretti sigue de cerca y le pone el cuerpo a la campaña en la ciudad de Marcos Juárez.
El PJ se ilusiona con conseguir un triunfo en un lugar emblemático para la oposición provincial, donde nació electoralmente la alianza Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio.
El sacudón que significó para la gestión schiarettista la renuncia de Cardozo alimentó las expectativas del oficialismo por el resultado en esos comicios municipales.
En el Centro Cívico consideran que un triunfo de la candidata opositora Verónica Crescente (Unidos por Marcos Juárez) le brindaría al gobernador una cuota de oxígeno político. Sería un modo de aliviar las secuelas del impacto que significó las inexplicables cinco muertes de bebés en el Neonatal.
La crisis que se generó en el hospital infantil empujó la primera baja de esta gestión de Schiaretti, ante una posible imputación judicial, en un caso de alto impacto social.
Fuentes oficiales comentaron que el gobernador no ocultó en privado su molestia por las lecturas políticas que se hacen sobre este doloroso episodio que investiga la Justicia.
Los funcionarios schiarettistas admiten en privado que hubo “fallas” en el Ministerio de Salud, desde que se conocieron los primeros indicios de que “algo extraño sucedía” en el Neonatal.
Este convencimiento fue lo que forzó la salida de Cardozo. Además, el ya exministro fue muy cuestionado por los familiares de los bebés fallecidos en la reunión que mantuvieron con el gobernador, el viernes de la semana pasada.
Aquella charla en el despacho principal del Centro Cívico, en la cual Schiaretti sólo estuvo acompañado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julián López, selló la continuidad de Cardozo.
El reemplazo por Gabriela Barbás, una funcionaria destacada (secretaria de Prevención y Promoción de Salud) de la misma cartera, fue un indicio concreto de que, con esa designación, el gobernador buscó darle continuidad a la gestión.
También fue una manera indirecta de dejar planteado que la demora en tomar decisiones ante la grave situación se debió a un error de cálculo del ministro saliente.
Tal vez, como un modo de quitarle responsabilidades, sus colaboradores más cercanos remarcan que el gobernador se enteró del caso del Neonatal una vez que trascendió en los medios de comunicación.
En ese contexto, la decisión de recibir a los familiares de los bebés fallecidos, una hora después de que se concretó la detención de la enfermera Brenda Agüero, más el paso al costado del ministro de Salud, fueron la estrategia oficial para tratar de descomprimir la situación, que recién transita los primeros pasos del proceso judicial.
El schiarettismo espera que la investigación que lleva adelante el fiscal Raúl Garzón determine que esas muertes fueron provocadas por una persona con evidentes desequilibrios mentales.
Siempre según la visión del oficialismo, esto podría comenzar a cerrar las secuelas de un caso que generó un fuerte impacto y una profunda preocupación en el Centro Cívico.
En la otra vereda, la oposición seguirá insistiendo en las responsabilidades “funcionales” y “políticas” por la falta de controles en una área estratégica como la atención de los recién nacidos.
Más allá de tratarse de un hecho doloroso, las posturas del oficialismo y de la oposición están atravesadas por cuestiones políticas: el Gobierno quiere cerrar rápido el tema y los opositores insistirán en que las responsabilidades escalen a los estratos más altos del oficialismo.
Campaña y preocupación
En este contexto, el PJ provincial está muy atento a lo que suceda en Marcos Juárez, que no dejará de ser un resultado simbólico (votarán alrededor de 19 mil personas), más que por una foto adelantada de lo que puede suceder el año que viene, en la pelea por el poder provincial.
Los schiarettistas no se detienen en esos números y esperan sacarle el mayor rédito posible, en el caso de que se consiga un triunfo, que un mes atrás aparecía como poco probable. El ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Massei –referente schiarettista del departamento Marcos Juárez–, fue el protagonista de la negociación para que Crescente –una influyente funcionaria del intendente Pedro Dellarossa– se convirtiera en la postulante de la alianza opositora PJ-Vecinalismo.
La decisión de bajar al candidato peronista Eduardo Foresi fue antes del episodio del Neonatal. Una estrategia electoral, pero que ahora le puede brindar un alivio al oficialismo.
Proyección nacional
En los últimos días, el gobernador Schiaretti no habló de su aspiración de buscar una proyección nacional. Su única actividad política fue visitar la ciudad de Marcos Juárez para respaldar a la fórmula Verónica Crescente-Eduardo Foresi, con la excusa de actos de gestión.
Sin embargo, los schiarettistas admiten –por lo bajo– que, en caso de que la alianza PJ-Vecinalismo consiga el triunfo en Marcos Juárez, será un plafón para que el gobernador se muestre en el escenario nacional.
El equipo de comunicación que comanda en Capital Federal el consultor Guillermo Seita está armando un esquema de apariciones del gobernador en distintos medios nacionales.
En un contexto de profundización del enfrentamiento político entre el cristinismo y Juntos por el Cambio, luego del pedido de condena para la vicepresidenta Cristina Kirchner, Schiaretti insistirá en su propuesta de generar un “nuevo espacio para superar por arriba la grieta”.
No lanzará su candidatura presidencial. Se mostrará como un referente que se diferencia de los dos grandes frentes nacionales.
Schiaretti no sumó nuevos actores a esta propuesta, pero los schiarettistas vieron como un dato alentador la decisión del diputado nacional, el radical Facundo Manes, de marcar diferencias y no apoyar el pedido de juicio político que la oposición presentó en el Congreso.
Manes es el dirigente nacional que más contactos tiene con Schiaretti. Ambos tienen el asesoramiento de Seita y sus discursos “antigrieta” son idénticos. Falta saber si tienen coincidencias en sus planes electorales.
