En las horas previas al inicio de la Cumbre del G-7, en la que el presidente Javier Milei participará como invitado de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el politólogo Andrés Malamud consideró que el jefe de Estado argentino es visto como “el Bolsonaro argentino”.
Malamud intervino en forma remota en el panel de apertura del Congreso Económico Argentino, que se desarrolla como parte de la ExpoEFI en los salones de convenciones de La Rural, en el barrio porteño de Palermo.
Sin bien marcó que hay diferencias entre el mandatario local y el expresidente brasileño, Malamud consideró que esos detalles no tallan aún en la mirada de los gobiernos extranjeros.
En rigor, opinó que la figura de Milei es “controvertida” y que “no le cae bien a casi ningún gobernante del mundo”.
En cuanto a los recientes resultados en las elecciones europeas, señaló que, si bien a la derecha “le fue bien en Alemania y Francia, además de Italia”, advirtió que más allá de ser un frente opuesto al líder ruso Vladimir Putin, “son derechas diferentes entre sí”, por lo que remarcó el fenómeno de la fragmentación.
En ese marco, sostuvo que Milei “cae bien en los sectores del margen, en los extremos” y que “tiene un impacto real en los empresarios”, sobre todos los del mundo tecnológico.
Pero opinó que su presencia en el G-7 será clave para saber qué lectura fina hacen los líderes de los países líderes.
Milei partirá este miércoles por la noche a Italia. En la cumbre participarán los representantes de ese país, además de Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Francia y Gran Bretaña.
¿El espejo de Bukele?
Malamud fue consultado sobre la posibilidad de una “bukelización” de Milei si el Congreso no aprueba la “ley bases” y el paquete fiscal.
El especialista marcó diferencias en ese punto. Recordó que el actual presidente salvadoreño, Nayib Bukele, “cercó el Congreso con las tropas militares” para lograr la validación de sus proyectos
“Milei no es Bolsonaro ni Bukele. Hay similitudes, pero Milei odia al Estado y Bukele lo adora”, opinó Malamud.
Respecto del papel de Argentina en el mundo, alertó que es “inferior al de Brasil, y Brasil está en cero”, por lo que recomendó “velar por nuestros propios intereses y aprovechar una turbulencia global que nos favorece”, en lugar de proponer reglas de juego.
