Por la caída de la recaudación impositiva el superávit fiscal se redujo en mayo, pero el gobierno de Javier Milei mantuvo en pie su principal eje de política económica y aseguró que el ahorro acumulado será suficiente para compensar el bache que se producirá en julio por razones estacionales.
De esta forma, el Ministerio de Economía buscó reforzar el mensaje de que el gobierno tiene controlada la situación fiscal más allá de la merma de ingresos y la reducción y eliminación de algunos impuestos.
El balance entre ingresos y gastos totales del mes pasado dejó un saldo favorable de $ 662.123 millones, que es 61% inferior en términos reales al que se obtuvo en mayo del año pasado.
Pese a este escenario, Milei logró sostener su obsesión de equilibrio en las cuentas públicas que alcanzó en el inicio del mandato y se prolongó en los meses subsiguientes, con excepción de diciembre de 2024 dadas las erogaciones que se concentran ese mes.
Lo hizo sosteniendo principalmente los recortes en los subsidios energéticos y la obra pública, y en menor medida en un grupo de programas sociales y en salarios de la administración pública.
Mayo fue un mes complicado por la caída de 14% real en la recaudación impositiva. Esta baja se explica porque mayo de 2024 había generado una recaudación récord por el impacto del impuesto a las Ganancias y en consecuencia la base de comparación resulta elevada.
Según estimó IARAF, el superávit primario de mayo 2024 de $3.346.000 millones en pesos constantes de mayo 2025, se transformó en un superávit primario de $1.696.000 millones en mayo de 2025 (caída real del 49%). Por su parte, e gasto en intereses bajó 37% en términos reales.
En consecuencia, el superávit fiscal (superávit primario descontando los intereses) de $ 1.698.000 millones de mayo de 2024 se redujo a $ 662.000 millones en mayo de 2025 (caída real del 61%).
Con estos resultados en los primeros cinco meses el superávit primario es de 0,8% y el fiscal (o financiero) de 0,3% del PIB.
Estos porcentajes están en línea con los objetivos del gobierno. Cabe recordar que Milei se autoimpuso elevar el ahorro primario de 1,3% a 1,6% del PIB.
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que este excedente acumulado se proyecta para cubrir “los meses de déficit estacional, particularmente julio y diciembre”.
Así, el ministro intentó despejar la incertidumbre sobre la salud de las cuentas del Estado, en un mes en el que además debe hacer frente al pago de U$S 4.500 millones de vencimientos con bonistas privados.
“El superávit fiscal logrado en los primeros cinco meses de 2025, sumado al superávit financiero del 0,3% del PIB registrado en 2024, reafirma el compromiso del Ministerio de Economía con el ancla fiscal, un pilar fundamental del programa económico implementado a partir de diciembre de 2023”, señaló el jefe del Palacio de Hacienda.

Caputo destacó que “la consolidación del equilibrio fiscal ha posibilitado la reducción o eliminación de impuestos que equivalen a más de 2 puntos del PIB”.
El ministro recordó que entre estas medidas se encuentran la eliminación del Impuesto PAIS en diciembre de 2024, la supresión de derechos de exportación para economías regionales, y una baja transitoria para exportadores que cumplan con los plazos de liquidación de divisas.
Al respecto, surgieron algunos rumores de una posible prórroga en el plazo de vigencia de la reducción de alícuotas (vence el 30 de junio), pero Economía evitó pronunciarse al respecto.
El ministro también recordó que “también se implementó una reducción de aranceles de importación e impuestos internos para productos tecnológicos y electrónicos desde el 20 de mayo”, todos factores que influyeron en la caída de ingresos.
En los próximos días llegará al país una misión del FMI para evaluar la marcha del programa firmado en abril y el resultado de las cuentas públicas es eje central.
Hasta el momento la dirección del organismo lanzó toda clase de elogios hacia el plan económico.
Pero la caída de la recaudación de mayo, también dejó algunas alertas sobre la debilidad de la reactivación económica lo cual puede ser una complicación hacia adelante.
Si bien la inflación continúa desacelerándose, los primeros datos de consumo de junio sugieren que el estancamiento continúa. Por otro lado, las leyes para favorecer el uso de dinero no declarado y monetizar la economía se encuentran trabadas en el Congreso.
Por lo tanto, surge el interrogante de cómo se comportará la recaudación impositiva en los próximos meses, de la cual depende la fortaleza del superávit fiscal.