“El Gobierno nacional ya tiene los votos para sostener el veto”, aseguró el diputado cordobés Luis Picat, integrante ahora del interbloque La Libertad Avanza, sobre las leyes (jubilaciones y emergencia en discapacidad) que Javier Milei rechazó.
En Voz y Voto, Picat, al que muchos llaman “radical con peluca”, cuestionó por ambiguo a figuras como Rodrigo de Loredo, y se posiciona a favor de una reconstrucción política basada en dos polos bien definidos.
—¿Le molesta que le digan “radical con peluca”?
—Eso es bien gráfico. El que más o menos escucha la política, cada tanto, enseguida se ubica. Además, el año pasado nos identificó. Hay un universo de radicales que acompañan el gobierno y a nosotros nos tildaron de esa manera. De alguna manera nos pone una identidad respecto al resto de la política. Y después, se está en un “no lugar”, los que no saben a dónde acomodarse, y empiezan a surgir estas nuevas uniones o frentes.
— ¿Ahí está incluido, por ejemplo, Rodrigo de Loredo? En un “no lugar”
—Bueno, evidementemen sí. En términos de no definir dónde quiere estar. Pero, por lo que dice el periodismo, hubo una manifestación, no sé si tácita, de que quiere estar en una alianza con La Libertad Avanza. No he hablado con él y no sé cuáles son sus intenciones.
—¿Qué queda del radicalismo? Están los que se acercan a los libertarios, y otos que acordaron con Llaryora y otros gobernadores.
—Esa es la misma confusión que tiene el peronismo. Lo que pasó en estos 20 años es que la listas puras desaparecieron, las del PJ y la UCR. Empezó a haber alianzas y frentes con distintas ideologías. Hubo peronistas más de izquierda, más de derecha, y lo mismo con los radicales. Tengo una teoría: se mete Milei a la política, y parte del PRO y del radicalismo se fue con Milei y otros armaron la avenida del medio, porque tiene que haber un bipartidismo; o dos estructuras con distintas ideologías, alguna más de derecha, alguna más de izquierda, para no confundir a la gente. Por eso es importante desde el día uno decir qué sos. Porque si no también confundís a la gente. Lo que pase en octubre va a ser una muestra de eso. No hay lugar todavía para la avenida del medio. Sobre todo los cordobeses, que hemos sufrido el modelo kirchnerista. Por eso, no estar hoy, o por lo menos no acompañar en este cambio al Gobierno nacional es ser cómplice y dejarle la puerta abierta de nuevo kirchnerismo.
—Habla de izquierda o derecha como forma de organización política. ¿A qué se refiere? ¿Se trata solo de miradas económicas, o también posturas sobre temas como matrimonio igualitario, aborto?
—La utopía, y ojalá que no sea eso, sería que a la cuestión económica no la tengamos que dirimir nunca más. Tenemos países hermanos en Latinoamérica que a eso ya lo han dejado de lado. Y han estado Bolsonaro y Lula, o Chile con presidentes de derecha y otro de izquierda. En todos, la economía no se tocó. Todavía no llegamos a eso, por eso esta es la oportunidad. Digo, es un gobierno de transición y posiblemente Milei tenga cuatro años más, no lo sé. Pero en materia económica no debería haber derecha e izquierda. Que nosotros como ciudadanos sepamos que no va a haber inflación. Eso debemos lograr.

Intebloque
—¿La decisión de pasarse al interbloque implica subordinarse directamente a lo que quiera Milei?
—No. El interbloque todavía nos deja independencia como bloque. Es una figura donde nos permite estar en la mesa chica, aportar diferencias y lograr acuerdos. No es lo mismo tener voto que tener voz y voto; y vamos a tener voz y voto en una mesa donde vamos a discutir cuáles son las estrategias legislativas y también mirando a futuro, a una conformación legislativa para el 10 de diciembre.
—¿Se puede discutir con La Libertad Avanza? Son bastante verticales…
—Fijate la Ley de Bases: incorporamos un montón de modificaciones; fijate la reforma laboral, que la incorporamos nosotros. Lo que sucedió el año pasado con universidades, que al final logramos que hubiera un aumento, no el querido, pero hubo un aumento y fue discutido y hablado con ellos. Muchas figuras de regulaciones que hizo Sturzenegger fueron de nuestro bloque. Nosotros no lo publicitamos, porque nos interesa que las cosas se hagan. Y esto nos da la posibilidad de que algunas cosas las tomen y las hagan, y ayudar al gobierno a la vez.
—El aumento de la jubilación, la moratoria, la emergencia en discapacidad implican más fondos. Milei ya dijo que va a vetar esas leyes. ¿El Congreso puede revertir ese veto?
—El Gobierno nacional ya tiene los votos para sostener el veto. Por lo que escucho, hablan hasta de 90 votyos, o sea... mucho más que el año pasado. Además, ya hay acuerdos electorales con (Alfredo) Cornejo, y con otros gobernadores, como Rogelio Frigerio. Así que esos votos, que el año pasado no estaban, ahora sí. De alguna manera compensan algunas pérdidas que puede salir del PRO. Y adempas, aparentemente Caba y la provincia de Buenos Aires van a cerrar con La Libertad Avanza. Va a haber acompañamiento. Y el caso del radicalismo, volvemos a lo que planteamos al principio en Córdoba.
—Ramón Mestre decía que hay que ir con sus propias banderas, aunque la UCR saque el% ¿En caso de no haber acuerdo con La Libertad Avanza, hay que ir con la Lista 3?
—No estoy más en la vida partidaria de la UCR, ni acá ni a nivel nacional, pero siempre dije que hay evidencia empírica de que, en la mayoría de los municipios, hemos ido con frentes y alianzas. Hoy, Cornejo, Morales, Valdés, todos arman alianzas. No existe más la Lista 3. Habría que ver qué programa de gobierno quiere Mestre. ¿Quiere que le vaya mal al país o a este gobierno? Bueno, que sea explícito. Hoy no es una disputa ni siquiera provincial. Hoy se polariza: si estás con Milei o querés volver al kirchnerismo. Porque el kirchnerismo sigue vivo. En el Congreso tenemos casi 100 personas de Unión por la Patria que no te dejan gobernar, no te dejan discutir una ley de jubilación, una reforma laboral. Entonces, el Gobierno necesita más músculo para ir a esas reformas. Eso es lo que se tiene que discutir, como siempre se discutió en las elecciones de medio término: si le damos un guiño más al Gobierno y podemos seguir con estas reformas.
—¿El interbloque con La Libertad Avanza implica también una conversación electoral con Bornoroni en Córdoba? ¿Se integraría alguien afín a ustedes en su lista?
—No, para nada. Queremos acompañar. Con Gabriel charlamos constantemente, y nuestro presidente de bloque habla todos los días. Pero a nivel electoral de Córdoba, ya manifesté desde principio de año que voy a apoyar a La Libertad Avanza, y si me necesitan para tener más apoyo, estoy disponible. De hecho, estamos trabajando con Gabriel y con Martín Menem en ese sentido. Así que sí voy a estar ayudando, pero nada transaccional.
—¿Solo haciendo campaña?
—Solamente. La campaña que a mí me gusta hacer, que es informar lo que está sucediendo, con datos y de manera empírica. Haciendo saber al elector que esta es una elección de un modelo nuevo que representa a Milei, o es volver al kirchnerismo. Lo que hay, lamentablemente, es una polarización.
—¿No hay un votante desencantado de Milei que pueda optar por un apoyo crítico como propone el gobierno de Córdoba?
—Siempre lo hubo en las intermedias. Fijate que el peronismo siempre sacó 20, 25, lo máximo 28 puntos, y se suponía que era antikirchnerista, o sea, se presentaba como la avenida del medio. Hoy no es anti-Milei el peronismo en Córdoba. Lo veo a Llaryora tratando de polarizar con el Gobierno nacional, y en realidad lo que estamos viendo es entre el kirchnerismo y Milei.
-Pero se agudiza la discusión de fondos por decisiones de la Nación, en gran medida por Milei, que junto a los gobernadores asume actitudes extremas en relación a discusiones económicas, donde las provincias también tienen derecho.
-No discuto que esté mal el pedido. Digo la mirada que tiene.

—¿Por qué asimilás eso al kirchnerismo necesariamente? ¿No es simplemente otro reclamo?
—La ciudadanía votó un ordenamiento en las cuentas públicas, una baja de impuestos. Porque el peor impuesto que tenemos es la inflación. Pero las provincias, en su mayoría, no han tenido el mismo estilo, ni dijeron que también iban a bajar su gasto para bajar impuestos. Vamos a discutir eso en octubre. Las provincias y los municipios también tienen que bajar su costo de estructura para que eso se transfiera en menos impuestos. Córdoba, con la baja de las retenciones a la economía regional, está recibiendo muchísimos fondos directa e indirectamente, a través de Ingresos Brutos, a través de la coparticipación. Eso se nota. Hay una transferencia de los subsidios de Buenos Aires al interior. Eso mejora la economía. Los gobernadores tienen que reconocer que hay un federalismo mayor en la distribución de ingresos.
—Llaryora, en el Congreso, ha sido muy equilibrista. Ha dado cuórum en momentos clave para el gobierno de Milei.
—Hablo por sus últimas manifestaciones. Hoy estamos en un período preelectoral donde evidentemente acentúa su posición como gobernador. Eso es lo discursivo. En los hechos, durante el año y medio, estuvo piloteando como todos los gobernadores. Pero hoy no están así todos los gobernadores. Fíjense que están cerrando Frigerio, Cornejo, varios. Incluso los Macri está cerrando con La Libertad. Ya no son 24 gobernadores en contra. Se están dando cuenta que es una elección polarizada entre volver al kirchnerismo o votar al presidente Milei.
—Las retenciones no se coparticipan. ¿Se refiere a que con la baja se produce más y eso impacta en la economía provincial?
—Hablemos de la industria: se bajan los aranceles; del campo: maní, vacunos, cerdo, leche, ahora maíz. Ayuda muchísimo a la economía de la provincia.