El senador cordobés Luis Juez volvió a protagonizar un momento de profunda emoción en el Senado al defender con vehemencia el presupuesto para el Hospital Garrahan, un centro de salud vital que ayudó a su hija Milagros.
En diálogo con “La Voz En Vivo”, el legislador del PRO no solo justificó su apoyo a la emergencia en pediatría, sino que también arremetió con dureza contra la presunta corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), exigiendo a la Justicia una investigación “a fondo” y advirtiendo que la falta de transparencia podría “voltear al gobierno”.
La emoción de Juez: El Garrahan, un símbolo de esperanza familiar
Con la voz quebrada por la emoción, una vez más, Luis Juez relató su experiencia personal con el Hospital Garrahan durante el debate sobre la crisis y el proyecto de emergencia en pediatría.
Su hija Milagros, quien padece parálisis cerebral y fue paciente del Garrahan, es el motor de su inquebrantable defensa de la institución.
“Cuando uno se desespera, el primer mensaje que les llega a los padres desesperados es ‘vayan al Garrahan’”, describió el senador, destacando el rol de los profesionales como “ángeles” que atienden a los niños “como si fueran sus hijos” y devuelven “una cuota de esperanza”.
Juez enfatizó que esta esperanza no tiene precio y que la gente del Garrahan debe ser cuidada, al ser “insustituible” y crucial para “cientos de miles de papás”. Recalcó que, aunque se lo catalogue de opositor, no puede dejar de defender el hospital.
Escándalo en Discapacidad: Juez exige justicia “a fondo”
El senador cordobés no titubeó al abordar el reciente escándalo de presunta corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que involucra audios sobre supuestas coimas y menciones a figuras cercanas al poder.
“La justicia va a tener que ir a fondo a fondo a fondo”, sentenció Juez, quien considera la corrupción un “limitante” y un “puente que no estoy dispuesto a cruzar”. Se mostró consternado al escuchar los audios, exclamando: “¡Puta qué grave que es esto! Ojalá los fiscales vayan a fondo”.
Para Juez, este tema no se resuelve solo con la renuncia de un funcionario; si los audios son ciertos, el implicado debe ir a la justicia a rendir cuentas, y si no lo son, la ciudadanía merece una explicación que disipe toda duda.
Advirtió sobre las peligrosas consecuencias de la incertidumbre: “Las dudas generan sospecha, las sospechas generan descredibilidad y la descredibilidad voltea gobiernos”. Instó a actuar con “mucha celeridad y con mucha energía” para que el pueblo no se merezca más dudas.
Críticas a los extremos y la obsecuencia: La visión política de Juez
Más allá de los escándalos, Juez articuló una crítica profunda al actual clima político, donde “la gente se cansa de los extremos”. Aunque apoya al presidente Javier Milei, subraya que su respaldo es “racional”, no de “soldado de nadie” ni de “empleado de nadie”. Para el senador, Milei es “producto del fracaso de la política tradicional, pero eso no habilita hacer las cosas de cualquier manera sin mirar las consecuencias”.
Fiel a su estilo, afirmó: “Yo no sería una persona íntegra si actuara con falsedad, no sería yo si me nublara la obsecuencia”. Juez lamentó la falta de matices en el debate político, criticando la visión de “blanco o negro” y enfatizando que “existen los matices y las cosas hay que hacerlas bien siempre”. Alertó que construir “minorías fanáticas” en lugar de “mayorías diversas” es un error, ya que “los fanáticos te llevan al peor de los destinos”. Además, repudió los “chupamedia”, la “alcahuetería” y el “silencio cómplice”.
Instituciones vs. partidismos
El senador cordobés también se posicionó firmemente contra la “pulverización” de instituciones clave del Estado. Votó en contra de decretos de desregulación que afectaban al INTA, INTI y Vialidad Nacional, argumentando que no se puede “destruir la institución” bajo el pretexto de que “está lleno de punteros”. “Sacalos cagando a los punteros, pero, loco, no destruyas la institución”, expresó, diferenciando claramente el “punteraje político” de la importancia de la institución en sí.
En su opinión, en algunos lugares hay que usar la “motosierra”, pero en otros, se necesita un “bisturí”, ya que “no podés operar un paciente con una motosierra”.
Una trayectoria marcada por la intransigencia ante la corrupción
La postura de Luis Juez contra la corrupción no es nueva. Con una carrera política de 40 años, el senador rememoró cómo la corrupción ha sido un “límite” inquebrantable en su vida. Confesó haberse peleado con figuras importantes de su trayectoria, como su “formador y mentor” José Manuel de la Sota, y con el expresidente Néstor Kirchner, “casualmente por la corrupción”. “Ese es un puente que yo no estoy dispuesto a cruzar”, afirmó Juez, reiterando que la corrupción lo “enemista hasta con mi hermano”.
Su experiencia lo lleva a insistir al Presidente que “haga las cosas bien” porque “cuando la gente se cansa, se cansa de todo” y “nos pone a todos en el mismo lugar”.
Otros puntos del debate: De Loredo y las dietas del Senado
Juez también se refirió a otras controversias, como el aumento de las dietas de los senadores, una medida que él mismo rechazó y advirtió que era un “escándalo de impredecibles consecuencias”.
Recordó que fue el único presidente de bloque que no firmó la labor parlamentaria y que él dona la diferencia de su salario.
Respecto a Rodrigo de Loredo, expresó un “cariño entrañable” y lo calificó como “uno de los mejores diputados nacional que tiene la Argentina”, lamentando su ausencia en la Cámara de Diputados.
Aunque no comparte “algunos caprichos” o formas, enfatizó que es su amigo y que lo quiere demasiado para hacerle un reproche público. Reconoció, sin embargo, que hubo “errores de apreciación” en el proceso electoral de Córdoba, lo que dejó al radicalismo fuera de la oferta electoral y le quitó competitividad a la lista de La Libertad Avanza.