Los ingresos, por ahora, no son un gran problema para Juan Schiaretti en el arranque de su último año en el Centro Cívico.
Es que a pesar de que la inflación “vuela” arriba del 100% interanual, los envíos en concepto de coparticipación también avanzan, incluso unos puntos por encima del registro del aumento del promedio de los precios.
Que estas transferencias sigan a tope es clave porque la coparticipación federal de impuestos y fondos conforman el grueso de los ingresos provinciales, toda vez que en su conjunto representan alrededor de siete de cada 10 pesos que ingresan mensualmente al Panal.
El monto total de la coparticipación crece de la mano de dos tributos que, a su vez, representan el 90% de esos envíos: IVA y Ganancias.
Con la inflación desbocada y los topes de Ganancias frenados, el volumen de los envíos automáticos desde la Nación a las provincias sigue creciendo fuerte nominalmente mes a mes y, por poco, también en términos reales.
En total, en marzo, la Nación envió en concepto de coparticipación 65.401 millones de pesos, un 109,1% más que los 31.279 millones transferidos en el mismo mes de 2022.
Los datos pertenecen a la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales y fueron publicados este fin de semana por el Ministerio de Finanzas de la Nación.
El aumento supera en unos 3 puntos la inflación interanual estimada para el mes pasado (el dato fino se conocerá el 14 de marzo), pero muestra que el incremento real ya no es el mismo que los muy buenos registros de la mayoría de los meses de 2022, cuando las transferencias superaron largamente a los precios.
Si se computa el primer trimestre completo, entre enero y marzo la Nación transfirió 187.042 millones de pesos a Córdoba, un 102,8% más que el mismo periodo de 2022, con una inflación interanual promedio del 98,5%.
Diferencias
Esta semana, la Provincia dará a conocer la recaudación total, que incluye, además de la coparticipación, los impuestos propios.
En ese apartado de ingresos provinciales, el peor papel lo vienen desempeñando los patrimoniales (Inmobiliario y Automotor), que mes a mes pierden con la inflación y cada vez representan menos en la torta de la recaudación global del Panal.
Los ingresos propios de la Provincia se asientan en Ingresos Brutos, que recauda el 75% del total de tributos “locales”. Al igual que IVA y Ganancias, Ingresos Brutos es un impuesto regresivo y atado al nivel de actividad, un escenario que la Provincia quiso evitar al comienzo del segundo gobierno de Schiaretti, pero con el aumento de la inflación y la crisis que golpea al país desde 2018, no fue posible.
El peso cada vez más fuerte de Ingresos Brutos en las finanzas de las provincias, incluida Córdoba, reside en la “facilidad de cobro”, dado que se limita a gravar la facturación de las empresas. Esta estrategia es la más simple para los gobiernos en períodos inflacionarios, porque la actualización es automática, sin esfuerzo del Estado, ya que sube a la par de los precios.
Por otra parte, tanto IVA como Ingresos Brutos son tributos atractivos desde el punto de vista político porque se diluyen en el precio de los bienes y servicios y la gente no hace una asociación directa entre un gobierno determinado y la presión impositiva.
