La Municipalidad de Córdoba colocó este martes la Serie I del Bono de Infraestructura. Ese título de deuda es a 48 meses de plazo y deberá ser amortizado por la próxima gestión municipal.
La colocación fue por 31.626.317 Unidades de Valor Adquisitivo (UVA), equivalentes a $2.992 millones.
La cifra está muy cerca del máximo al que aspiraba la administración de Martín Llaryora en esta primera colocación a mediano plazo.
Según informó el municipio, los fondos serán íntegramente destinados al desarrollo de “importantes obras públicas para la ciudad”.
En la licitación se recibieron ofertas por $3.365 millones, por encima del monto máximo de la emisión, estipulado en $3.035 millones. Se priorizó la tasa de interés más favorable, que correspondió a una tasa de corte del 5 por ciento.
La Secretaría de Economía resaltó que el cupón resultante está solo 44 puntos básicos por encima del rendimiento promedio de los bonos soberanos de duración equivalente.
El Bono de Infraestructura pagará servicios de deuda en pesos de acuerdo a la valuación de la UVA.
Las amortizaciones se harán efectivas en 5 cuotas semestrales con un período de gracia de 24 meses y bajo una estructura escalonada. Es decir que el primer vencimiento será días antes de que Llaryora complete su actual gestión.
Paga la próxima gestión después de Llaryora
Ese primer vencimiento de capital corresponde al 14 por ciento del valor nominal del título, y las siguientes cuatro cuotas semestrales serán más altas.
Las últimas dos corresponderán al 25 por ciento del capital cada una. En tanto, los intereses serán pagaderos en forma trimestral. El vencimiento, por su parte, tendrá lugar en diciembre de 2025.
Según el municipio, “la exitosa colocación de este Bono de Infraestructura refleja la confianza que el mercado y los inversores depositan en la gestión de Llaryora al frente de la Municipalidad de Córdoba”.
Recalca también que debido a su plan de ordenamiento financiero, “el municipio ha logrado reducciones en los costos de financiamiento, incrementos en los plazos y sobreofertas en cada licitación”.
La colocación está autorizada por el presupuesto vigente y el municipio planea seguir financiándose a mediano plazo en 2022.
La futura gestión municipal deberá amortizar la parte sustancial de esta deuda y también enfrentar los vencimientos de la reestructuración del pasivo de 150 millones de dólares tomado durante la gestión de Ramón Mestre.
