En el marco del acto por los 30 años del atentado a la Fábrica Militar de Río Tercero, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, valoró el “cambio de actitud” del presidente Javier Milei tras la reciente reconfiguración del Gabinete nacional, aunque advirtió que ese giro debe transformarse en un diálogo amplio, institucional y federal, que incluya a todos los sectores productivos y sociales del país.
“Escuchamos al Presidente, hubo un cambio y esperemos que así sea. Pero creo que no alcanza solo con los gobernadores: hay que convocar a todas las instituciones, a la producción y a la industria”, sostuvo Llaryora, al referirse a los nuevos movimientos en el equipo nacional tras el ingreso de Diego Santilli como ministro del Interior y otros cambios en el gabinete.
El mandatario cordobés remarcó que el país vive “una tensa calma de la macroeconomía”, mientras que “la situación del metro cuadrado de cada vecino sigue latente”.
En ese sentido, destacó el rol de los gobiernos locales y provinciales que “sostuvieron la paz social” ante el retiro del Estado nacional de áreas clave, como la salud, la educación o el transporte. “Tuvimos que hacer recortes, pero también asumir responsabilidades que no eran nuestras”, apuntó.
Por ejemplo, Llaryora celebró que el Gobierno nacional haya reactivado transferencias a programas sociales y de salud, y citó como ejemplo los envíos al Hospital Garrahan y a los fondos para personas con discapacidad. “Eso demuestra que se podía, que no era necesario esperar una elección para hacer esas cosas”, ironizó.
En tono conciliador, dijo esperar que este sea “un cambio de paradigma” en la relación entre la Nación y las provincias. “Queremos ayudar, queremos dialogar, no queremos insultos ni agravios. Argentina va a salir adelante tirando todos para el mismo lado”, subrayó.
Modernización sí, retroceso no
Consultado por las posibles reformas laborales que impulsa el oficialismo, Llaryora fue enfático: “Hace falta una modernización laboral, sobre todo para las pequeñas empresas y los trabajadores informales, pero no se puede retroceder en los derechos conquistados”.
El gobernador diferenció entre “modernizar para crecer” y “retroceder en derechos”. “Hoy no es momento de retroceder, es momento de avanzar. La misma economía ya te hace retroceder todos los días”, sostuvo.
Además, Llaryora insistió en que el diálogo “debe ir acompañado de consensos”.
“Si vos creés que vas a dialogar y que todo lo que decís es intocable, es muy difícil llegar a un acuerdo. Hay que valorar la apertura del diálogo, pero también la buena fe de los gobernadores que acudimos pese a no ser del mismo signo político”, dijo.
Recordó además los primeros meses de gestión de Milei, cuando “los agravios y el destrato” marcaron el vínculo con las provincias.
“Espero que esta elección haya sido una gran enseñanza. Los cambios en el gabinete son responsabilidad del gobierno, pero todos queremos que le vaya bien a la Argentina”, remarcó.
Industria y empleo: “Ni un paso atrás”
El mandatario cordobés también hizo un repaso de los meses más tensos con la Casa Rosada. “Nos querían poner retenciones a la industria. Cerraron 13.000 pymes; imaginen cuántas más hubieran cerrado si no defendíamos la producción”, advirtió.
Y concluyó con una definición que resume su postura: “Necesitamos modernizar la Argentina, pero para salir adelante, no para atrasarla. Ni un paso atrás en los derechos laborales ya conquistados”.
























