La debilidad política que el gobierno de Javier Milei tiene en el Congreso de la Nación se ha expresado con claridad en la necesidad que han mostrado los libertarios para sumar voluntades por fuera de su fuerza política. Y en ese escenario, los 18 diputados cordobeses han jugado su propio partido, dando apoyo en muchos casos, y oponiéndose en otros.
Están los leales 100%, los aliados ocasionales, los que se ausentaron en momentos clave y los opositores a todo lo que tenga color mileísta. En total, 18 con peso propio y con estrategias también propias.
La Voz relevó 11 votaciones clave (todas son en general, no se tomaron las particulares) en la gestión actual para trazar un mapa de cómo se estableció, hasta hoy, el movimiento provincial de dialoguistas y de los otros.
Cuatro diputados nacionales por Córdoba han acompañado en todo al gobierno de Milei. El dato es que tres son de la Libertad Avanza y la restante, del PRO. Y hay una quinta legisladora que sólo no votó a favor porque faltó en una ocasión.
Se trata de los oficialistas Gabriel Bornoroni, María Celeste Ponce y Cecila Ibáñez (hoy en el MID) y de Laura Rodríguez Machado, del partido amarillo.
Pero, además, María Belén Avico, también del PRO, acompañó en todo –incluidas las dos defensas de los vetos a las leyes para los jubilados y al financiamiento universitario– a Milei. Sólo se ausentó en la aprobación de la iniciativa que convirtió en ley los recursos para mejorar los ingresos de los universitarios.
El otro diputado que más cerca se mostró de Milei fue el radical Luis Picat. De las 11 votaciones que se tomaron para esta nota, apoyó en nueve y faltó en otra que fue clave: cuando se aprobó la ley de financiamiento universitario (luego, apoyaría el veto de Milei).
Mientras que, en la restante, que fue la de las jubilaciones, Picat primero votó a favor de la ley, pero luego cambió y apoyó el veto del Presidente a la misma ley que había apoyado.
Del otro lado, hay un legislador opositor que le votó en contra todo lo que el Gobierno impulsó, mientras que su compañero no lo hizo porque estuvo ausente en tres oportunidades.
El opositor 100% es Pablo Carro, de Unión por la Patria, que siempre votó contra todas las iniciativas del Presidente.
Lo sigue Gabriela Estévez, de la misma fuerza política, que siempre votó en contra de Milei, pero estuvo ausente en tres (la aprobación de la ley de financiamiento educativo, el Registro Nacional de Datos Genéticos y la media sanción de la ley de educación esencial).
La diputada aclaró que su ausencia se debió a un problema de salud de un familiar (de hecho, explicó que fue la única vez que faltó a las sesiones) y que presentó el certificado correspondiente.
Los del medio
En la ancha avenida del medio, hay seis diputados que apoyaron más iniciativas que las que le rechazaron a Milei (siete contra cinco). Son el peronista Carlos Gutiérrez, de Encuentro Federal, Oscar Agos Carreño, del PRO (en Encuentro Federal); y los radicales Rodrigo de Loredo, Soledad Carrizo y Gabriela Brouwer de Koning.
Luego, aparece otra peronista, Alejandra Torres, también de Encuentro Federal, que apoyó en siete ocasiones al Gobierno, votó en tres en contra y sumó una ausencia de peso que abrió todo tipo de especulaciones: por enfermedad, no pudo concurrir a la sesión en la que se trató el veto a la ley de financiamiento universitario (allí, sus compañeros de bancada se expresaron contra el gobierno de Milei).
Ignacio García Aresca votó en seis oportunidades acompañando iniciativas del Gobierno nacional, en tres lo hizo en contra y estuvo ausente en una (la media sanción del proyecto para declarar la educación como esencial).
Juan Brügge, el cuarto peronista, es el que más veces se ausentó, con tres faltazos (para el Registro Nacional de Datos Genéticos, para la educación esencial y para el financiamiento universitario). Así, quedó con cinco votos en la misma dirección del gobierno de Milei y con tres en contra.
El más faltador fue Héctor “la Coneja” Baldassi, que registra cinco ausencias sobre 11 sesiones clave. El exárbitro no estuvo los días en los que se votaron la recomposición para los jubilados, el Registro Nacional de Datos Genéticos, la educación esencial, el financiamiento universitario y el veto contra la recomposición a los jubilados.
Y en la última sesión, cuando se trató el otro veto, contra los fondos para las universidades, votó en contra del gobierno de Milei.
De la Sota
Natalia de la Sota es la peronista más crítica de la gestión libertaria, pero en dos ocasiones votó a favor de proyectos que el Gobierno impulsó. Uno fue el de Registro Nacional de Datos Genéticos, y el otro, el de la implementación de la Boleta Única).
En todo lo demás (con una asuencia cuando se votó el paquete fiscal), se mostró en contra de Milei. Tanto que fue la única peronista que rechazó la Ley Bases, tanto en su primera versión como en la segunda, que terminó aprobada.
Proyectos relevados para la nota
- Ley Bases I.
- Ley Bases II.
- Paquete fiscal.
- Restitución Impuesto Ganancias 4ª categoría.
- Financiamiento a jubilaciones.
- Registro Nacional de Datos Genéticos.
- Educación obligatoria esencial.
- Financiamiento a las universidades.
- Veto a aumento de jubilaciones.
- Boleta Única.
- Veto al financiamiento universitario.
