“Estamos convencidos de que enfrentaremos a la fórmula opositora más competitiva. Con ese ánimo trabajamos. La palabra confianza no entra en nuestro vocabulario electoral”, afirmó un peronista que se sienta a la mesa chica del oficialismo.
La referencia a la “fórmula más competitiva” es a Luis Juez-Rodrigo de Loredo. No está claro si por datos concretos o por suposición, los peronistas creen que el diputado radical acompañará al senador en el binomio provincial.
En los umbrales de la campaña provincial, que oficialmente arrancará el 8 de mayo aunque en los hechos ya está en marcha, en la vereda opositora también tratan de sembrar optimismo.
“Ustedes (por los periodistas) se van a llevar una sorpresa. Las encuestas dicen que en el interior a Luis (Juez) le va bárbaro”, apunta uno de los juecistas que dice llevar recorridos cinco mil kilómetros tejiendo acuerdos entre los opositores del interior.
Con un optimismo que desborda la realidad, el dirigente opositor siguió con su prédica de remarcar lo que él considera una instalación mediática “no realista” de lo que sucede fuera del Gran Córdoba.
“Ya tenemos armada en el interior una estructura mucho más fuerte de lo que creen. Lo digo por ustedes (otra vez los periodistas), porque los peronistas son conscientes de que están perdiendo feo en el interior”, insistió el juecista, que coincidió con la prédica de un intendente deloredista.
Las distintas visiones entre oficialistas y opositores dejan clara una lógica preelectoral: desde ambas veredas buscan sembrar optimismo, en una pulseada por el poder en Córdoba.
Se trata de un escenario electoral que llamativamente se reconfiguró para esta elección. En los últimos cinco comicios para gobernador (desde 2003), el PJ construyó sus triunfos consecutivos en su gran poder territorial en el interior.
En la Capital, perdió casi siempre, hasta que en 2019 Martín Llaryora rompió el maleficio para el PJ, con la inestimable colaboración de la división opositora.
Los propios peronistas admiten que hoy su mayor fortaleza está en la Capital, por la alta imagen de la gestión municipal de Llaryora.
El intendente y candidato a gobernador buscó ampliar su predominio más allá de los límites de la ciudad de Córdoba con la conformación del Ente Metropolitano que conduce la intendenta de Estación Juárez Celman, Myrian Prunotto, quien trata de armar la pata radical dentro de la alianza oficialista hegemonizada por el PJ.
Hace varios meses que Llaryora viene recorriendo la provincia, pero el martes próximo arrancará con todo su campaña en el interior, con un aliado incondicional: el gobernador Juan Schiaretti.
El candidato a gobernador y el jefe del PJ provincial hablarán ante más de 250 peronistas del interior. Muchos intendentes, además de los 180 candidatos que buscarán suceder a quienes no pueden ir por su reelección.
Será un acto para fortalecer el poder territorial en el interior. Llaryora y Schiaretti confirmarán los dos ejes principales del discurso oficial: “Hacemos, mientras otros hablan” y “continuidad con cambios”.
Además, Llaryora brindará sus primeras propuestas sobre tres cuestiones a las que la oposición apuntará en la campaña: seguridad, educación y salud.
Pero el mensaje más contundente será político: la unidad y Schiaretti mostrándose como el jefe partidario que le pondrá “el hombro a la campaña” –según el lenguaje schiarettista–, sobre todo en el interior.
El plan del PJ es hacer pesar la alta imagen de Schiaretti en el interior, al igual que la de Llaryora en la Capital.
La apuesta opositora
Por su parte, Juntos por el Cambio perdió tiempo en la disputa entre Juez y De Loredo por la principal candidatura.
Los opositores tienen una lectura distinta para esto que parece una realidad incontrastable. “La gente comenzará a pensar en las elecciones 50 días antes de votar. Estamos a tiempo para hacer una campaña corta, creativa y disruptiva. Al peronismo no le alcanzará con el discurso de las obras. Los cordobeses piden más seguridad, otro sistema educativo y mejor salud”, argumentan cerca de De Loredo.
Radicales y juecistas dicen haber resuelto la mayoría de las diferencias en el interior con una receta que parece austera: repartirse los lugares en las listas de legisladores entre los partidos de la alianza, que deberán elevar los nombres cuando llegue la hora de confirmar las candidaturas.
El método no brinda todas las respuestas. Por ejemplo, cómo harán los radicales para resolver su interna, a la hora de ofrecer sus candidatos a la alianza. Un tema por resolver.
Los opositores optimistas consideran que, cuando se oficialice la fórmula Juez-De Loredo, esto traccionará para acomodar los melones en el carro interno.
En el oficialismo, el binomio no está resuelto, aunque, en las últimas semanas, Llaryora se mostró más cerca del riocuartense Juan Manuel Llamosas que de la otra aspirante, Natalia de la Sota.
El nombre de Alejandra Vigo pierde fuerza si De Loredo integra la fórmula opositora. Llaryora no descarta ninguna de las tres opciones.
Desde su entorno, reconocen hoy que la apuesta es fortalecer el interior, donde ya comenzó la pulseada por el poder en Córdoba.
