El galpón que albergó al tradicional Cosmic Bowling, en Colón 4716, se sumó a la lista de inmuebles que la Municipalidad viene alquilando desde el inicio de la gestión de Martín Llaryora, en el marco de un plan de expansión de dependencias.
El inmueble, de 4.000 metros cuadrados, fue arrendado en agosto del año pasado, pero a cinco meses de que se celebrara el contrato el inmueble sigue sin ser habilitado para el uso que se proyectó: el centro operativo del CPC Colón, cuya fecha de inauguración será en marzo.
Aunque el contrato de alquiler indica que el predio tiene una extensión de 7.000 metros cuadrados y una superficie edificada de 4.000, los datos que arroja el portal de mapas abiertos de la Provincia precisan que el terreno es de 4.232 m2, y allí hay 2357 m2 edificados, donde funcionaba el bowling.
El contrato entre la Municipalidad y la empresa Conquest SA, la propietaria del tradicional salón de juegos y eventos, es por un monto global de 49,1 millones de pesos. La valuación oficial del inmueble es de 38,5 millones de pesos, según Rentas. El edificio está desocupado desde hace más de un año: en agosto de 2020 los propietarios informaron que el bowling cerraba sus puertas tras 24 años.
Consultada la Municipalidad respecto del por qué de la demora (y los meses en los que se paga al alquiler sin que se haga un uso intensivo del inmueble), respondió que “producto de su tiempo en desuso y por haber sido vandalizado previo a ser alquilado, requirió de estudios profundos de estructuras y pequeñas obras de plomería, mampostería y eléctricas que se efectuaron de urgencia y que hicieron reprogramar el plan de obra total de inminente continuidad”.
El contrato
En julio se firmó un contrato que fijaba el alquiler en 900 mil pesos mensuales durante el primer año –con un descuento del 50 por ciento en los primeros meses–, monto que se actualizaría semestralmente por Índice del Precio al Consumidor (IPC).
En octubre, por pedido de la Municipalidad, se modificó ese criterio, vía una adenda: se eliemonó el descuento del 50 por ciento y se establecieron ajustes anuales del 45 por ciento. Así, la Municipalidad desembolsará 10,8 millones durante el primer año; 15,6 millones durante el segundo y 22,7 millones en el último, totalizando 49,1 millones de pesos.
Según la Municipalidad, este cambio de criterio en 60 días obedece a que el primer contrato, atado al IPC, lo hacía imprevisible. La había firmado Juan Domingo Viola, el secretario de Participación Ciudadana,
Desde la comuna se señaló que “la actualización del contrato por adenda responde a la conveniencia de establecer un criterio de actualizaciones que permita efectuar una previsión presupuestaria para los tres años de locación; de esta manera se dan certezas presupuestarias y financieras frente a la situación de incertidumbre a futuro reinante en la economía actual”.
Además de los costos de alquiler, el corredor Juan Pablo Gianre percibió 2.048.625 pesos en concepto de honorarios: 1,5 millón por el contrato y el resto por su participación en la adenda.
Gianre ya participó como gestor en otro alquiler del municipio: siete oficinas en Colón y Zípoli donde funcionan varias reparticiones. Este contrato se firmó en octubre de 2020, por el plazo de cinco años. Por éste, Gianre había recibido 770 mil pesos en concepto de honorarios y comisiones.
Hay un tercer edificio alquilado por la Municipalidad a pocos metros de la sede del futuro centro operativo del CPC Colón, en el edificio Gama ubicado sobre la avenida Colón al 5000, donde funciona la sede de los Promotores Urbanos. Este contrato es de septiembre de 2020, y tiene una vigencia de 40 meses.
Desde la Municipalidad explicaron que el inmueble donde funcionó el bowling es “estratégico para la secretaria de Participación Ciudadana no sólo por su cercanía al CPC sino también por su accesibilidad, ya que tiene tres ingresos”.
“Las dimensiones del espacio alquilado para el centro operativo no sólo permiten alojar maquinaria de gran porte sino también herramientas de trabajo de los operarios. Además, en el lugar va a funcionar un área técnica de ingenieros de obras viales, habrá un coworking para Centros Vecinales y organizaciones barriales con espacios para reuniones y actividades y un salón de actos y eventos. Es decir que será un espacio para los vecinos”, informó oficialmente.
Desde la comuna señalaron que pese a no estar habilitado como centro operativo, el predio “fue utilizado como centro logístico para equipos, camiones y persona de la Secretaría de Participación Ciudadana que durante un mes asistieron la crisis de Villa Páez”.
