La Justicia dictó una resolución que establece un régimen de visitas presencial y provisorio entre el expresidente Alberto Fernández y su hijo Francisco, quien reside en España con su madre, Fabiola Yáñez. Esta medida cautelar, con una duración inicial de tres meses, dispone que los encuentros tendrán lugar en la ciudad de Buenos Aires, durante una semana al mes.
Según la resolución, todos los gastos asociados al traslado, estadía y manutención del menor y su madre desde España hacia Argentina y viceversa, serán cubiertos por el expresidente. Además, los encuentros contarán con el acompañamiento y las recomendaciones de la Secretaría de Infancia y Adolescencia.
Una condición previa fundamental para cada encuentro es que el expresidente otorgue una “autorización expresa ante la Dirección Nacional de Migraciones” para que el menor pueda regresar a Madrid, España, junto a su madre o el adulto responsable que ella designe. La falta de esta autorización impedirá la ejecución de la medida cautelar.
Esta disposición se da en el marco de la causa por violencia iniciada por Alberto Fernández contra la exprimera dama Fabiola Yáñez, quien es acusada de haber obstruido el contacto del denunciante con el hijo de ambos, de menos de tres años. Específicamente, se señala que Yáñez “obstaculizó en reiteradas oportunidades la comunicación entre ambos, que es entablar charlas mediante videollamadas”.
El expresidente argumentó ante la Justicia que la residencia del menor en el extranjero es “irregular” y que Fabiola Yáñez “extendió unilateralmente la estadía sin su consentimiento, violando el acuerdo original y sus derechos de responsabilidad parental compartida”.
Fernández busca que su hijo regrese a vivir en Argentina, mientras que Yáñez “aspira a que el niño siga residiendo en España y que los encuentros vinculares entre el progenitor y el niño continúen realizándose de manera virtual o de manera presencial en su lugar de residencia actual”, lo cual no es aceptado por el querellante.
La resolución también mencionó que Fernández había tenido impedida la salida de Argentina por una resolución judicial y, posteriormente, se vio impedido de viajar a Madrid por “distintos motivos”. Frente a este panorama, la Justicia consideró “ineludible disponer los encuentros presenciales solicitados por la querella”.
