La Justicia Federal llevó a cabo una serie de allanamientos en el exclusivo country Nordelta, secuestrando grabaciones de cámaras de seguridad y registros de personal, en el marco de una investigación que apunta al jefe de seguridad del complejo por supuesta obstrucción a la justicia.
Ariel De Vicentis, encargado de la seguridad de Nordelta por más de 11 años, está acusado de haber alertado a los hermanos Jonathan y Emmanuel Kovalivker, dueños de la Droguería Suizo Argentina, sobre la búsqueda policial relacionada con una causa de presuntas coimas en la compra de medicamentos.
Los procedimientos, ordenados por el juez federal Sebastián Casanello y ejecutados por la Policía de la Ciudad, tuvieron lugar en los barrios La Isla y El Golf dentro de Nordelta.
El objetivo era recolectar evidencia contra De Vicentis, quien, a pesar de estar de vacaciones, es sospechado de haber intervenido para proteger a los empresarios.
Por qué investigan al jefe de seguridad de Nordelta
Según la denuncia, De Vicentis habría avisado a Jonathan Kovalivker que la Policía lo buscaba para obtener su teléfono celular.
Este martes, De Vicentis declaró en indagatoria ante el juez Casanello y negó las acusaciones en su contra.
Explicó su intervención, aun estando de vacaciones, por “celo profesional”.
La Justicia le secuestró dos teléfonos celulares, que ya están bajo análisis de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip).
Los hermanos Kovalivker
La investigación se centra en la Droguería Suizo Argentina, sospechada de haber pagado sobornos a la Agencia de Discapacidad en la compra de medicamentos que hizo el Estado.
Jonathan Kovalivker, uno de los dueños, finalmente se presentó el lunes en Comodoro Py con su abogado, se puso a disposición de Casanello y entregó su teléfono.
Sin embargo, cuando los investigadores llegaron a su casa en Nordelta, él ya se había ido, una caja fuerte estaba abierta y vacía, y se encontraron banditas elásticas en el piso, sugiriendo un posible movimiento de dinero.
En tanto, Emmanuel Kovalivker, hermano de Jonathan y también dueño de la droguería, fue interceptado por la Policía cuando intentaba abandonar Nordelta.
Al momento de su detención, llevaba consigo 266 mil dólares distribuidos en diez sobres con anotaciones, y 7 millones de pesos. Las autoridades le confiscaron ese dinero, su celular y su pasaporte.
El pedido de indagatoria para De Vicentis fue realizado por el fiscal de la causa, Franco Picardi. Una fuente cercana al caso enfatizó el mensaje de la Justicia: “no se va a tolerar la obstrucción de la Justicia”.
La investigación principal sobre los presuntos sobornos en la compra de medicamentos sigue su curso, mientras el tribunal busca definir la situación procesal de De Vicentis.