El fuego cruzado en el radicalismo nacional, y los posicionamientos que de él derivan amenazan con impactar en Córdoba, donde el partido no logra salir de su estado de interna.
Primero Luis Juez y ahora Marcos Ferrer -lugarteniente de Rodrigo de Loredo en Evolución- cuestionaron a Gerardo Morales, flamante presidente del radicalismo nacional y socio de Mario Negri, quien reclamó a Juntos por el Cambio hacerse cargo de que la deuda con el FMI la contrajo la administración Macri, por lo que “jugar a las escondidas es una pendejada”, en palabras del gobernador jujeño.
Juez había acusado a Morales de “ser funcional al kirchnerismo”; mismo rol que le endilgó a Orlando Arduh respecto del schiarettismo en la ley del juego online.
Ferrer agregó: “Coincidimos en la racionalidad de Juntos por el Cambio. Lo de Morales fue un papelón, porque más allá de su opinión, no es para expresarla en público. Volver a generar en la gente ese mensaje que Juntos por el Cambio está en crisis, cuando no es así”, fue el cuestionamiento del intendente de Río Tercero en un medio local.
Dante Rossi, referente del alfonsinismo provincial y eventual socio de De Loredo hacia dentro del partido, salió al rescate de Morales: “No reconocer los errores que hemos cometido en el gobierno de Cambiemos no nos hace mejores ni más fuertes ni más creíbles”, dijo el legislador, quien sostiene que la posición dialoguista de Morales es la que debe asumir el radicalismo.
“Los halcones de la política le hacen un gran daño a una argentina que necesita acordar algunas cosas que le mejoren la calidad de vida a la gente de inmediato”, remarcó, en un mensaje que parece destinado a la versión más fuerte de Cambiemos.
Sin embargo, Rossi reclama “tener la suficiente capacidad para no traer los problemas de Juntos por el Cambio nacional a Córdoba; donde hay demasiados problemas: lo del juego online marcó una línea divisoria y a pesar de eso hay que ver cómo se sigue construyendo con el PRO, que es un actor central”.
La utopía de Rossi respecto de esquivar la interna choca con algunos puntos: el principal aliado de Morales en Diputados es Mario Negri, jefe del bloque, quien se siente “empoderado” por la política: reunió más voluntades que Evolución, lo que derivó en la salida de este grupo del bloque oficial, y recobró centralidad en la mesa judicial, que tendrá como norte la nueva ley del Consejo de la Magistratura.
Negri impulsará que el cuerpo vuelva a tener 20 miembros, lo que podría darle a Juntos por el Cambio la posibilidad de sumar en los próximos meses poder en el organismo que desvela a Cristina Kirchner.
El lunes, si la reunión no se cae, Negri está convocado junto a Morales y los gobernadores radicales en el cónclave con Martín Guzmán, Sergio Massa y Máximo Kirchner. También irán otros jefes legislativo, pero no está claro si De Loredo será invitado como jefe de Evolución. Para colmo, quien lideró la boleta vencedora en noviembre se encuentra aislado.
Respecto del derrame de la interna nacional del radicalismo, De Loredo dice que sus acciones serán “en procura del ordenamiento” de Juntos por el Cambio.
“No hay que importar los problemas nacionales, bastante tenemos con los propios”, es el mensaje que bajó a su tropa, preocupado por la involución en la relación con el PRO.
En lo orgánico, Evolución se integró al Comité Nacional que comanda Morales. En lo político, sin embargo, el sector de De Loredo apuesta a integrar los espacios de conducción de la coalición por fuera de la representación partidaria, por eso propone un esquema “flexible e inteligente que no desconozca la realidad” marcada por el resultado de noviembre.
