La inflación que se espera en diciembre y en los primeros meses de 2024 es altísima, según lo reconoció el propio Gobierno nacional. ¿Más de 20%? ¿Más de 25%? Hoy, todavía no está claro. Una de las causas será, sin duda, el piso del que parte, la inercia inflacionaria que el país arrastra desde hace meses.
Los datos de noviembre del índice de precios al consumidor (IPC) publicados este miércoles por el Indec (12,8%) no hacen otra cosa que poner esto en evidencia.
El incremento del mes pasado no sólo fue la suba de precios mensual más alta del año, ni la más elevada de toda la gestión de Alberto Fernández, sino la mayor en 32 años.
Al superar al 12,7% de septiembre pasado, el IPC de noviembre solo se ve superado por el 27% de febrero de 1991.
Las causas son muchas y variadas, pero evidentemente noviembre captó en gran medida la fenomenal emisión monetaria que el Banco Central inyectó en la economía argentina en los meses entre las elecciones primarias y el balotaje, y aunque hubo un breve “oasis” en octubre (8,3%), la tasa volvió a despegarse.
Hay que recordar que el entonces ministro de Economía y candidato del oficialismo impulsó un combo de medidas para recuperar el poder de compra de los salarios, como la devolución del IVA, la quita de Ganancias y un conjunto de créditos personales que se advertía iba a recalentar aún más la economía.
Advertencias
El IPC de Córdoba ya había adelantado algo la semana pasada, cuando midió 12,9% para noviembre. En Caba, en tanto, según la Dirección General de Estadística y Censos de esa ciudad, los precios subieron en el territorio porteño un 11,9% el mes pasado.
Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba, por su parte, informaron que la inflación de noviembre fue del 14,6% y el relevamiento que mes a mes realiza La Voz entre las principales cadenas minoristas de la ciudad de Córdoba midió 15,7%.
Medida de forma interanual, la inflación acumula en los últimos 12 meses (noviembre contra noviembre) un incremento del 160,9%, la “velocidad” en el aumento de los precios más notable desde julio de 1991, cuando el IPC marcaba 178,3% a la salida de la hiperinflación.
En lo que va del año, en tanto, el costo de vida aumentó un promedio de 148,2%, por lo que, dependiendo del dato de diciembre, a fin de año podría superar todo registro próximo.
En efecto, si el IPC del mes en curso marca 21%, el índice anual de 2023 será del 200%.
Mayores subas de noviembre
El informe del Indec precisa que las subas más importantes de noviembre se registraron en salud (15,9%), alimentos y bebidas no alcohólicas (15,7%) y comunicación (15,2%).
Por otro lado, educación (8,3%) y las tarifas asociadas a la vivienda y los servicios esenciales (7,1%) reportaron las menores variaciones respecto del mes de octubre.
De otra forma: la inflación “voló” en noviembre incluso con aumentos de los precios regulados, que tienen un fuerte impacto en el índice, muy por debajo del promedio. Esto hace suponer que con la desregulación de tarifas desde enero y los aumentos en los combustibles que ya están operando (ayer Shell subió 37%), los datos de inflación de diciembre y los meses siguientes seguirán batiendo récords.
Respecto de los precios regulados, el anuncio del martes del ministro de Economía Luis Caputo sobre tarifas fue vago y dejó muchas dudas. Hasta ahora, nadie ha explicado que va a hacer el Gobierno.
El salto del tipo de cambio oficial más del 110%, evidentemente, más que duplica el costo de abastecimiento y si no siguen (o bajan) los subsidios, el impacto afectará al sector minorista, especialmente a los usuarios de los segmentos de ingresos medios y bajos, que son los que prácticamente tienen hoy el consumo subsidiado en su totalidad.
