La inflación en Córdoba durante el mes de marzo de 2025 se situó en un 2,8% en su Nivel General, mostrando una variación del 8,9% respecto a diciembre de 2024 y un significativo 55,5% en comparación con marzo del año anterior. Este dato provincial resulta inferior al índice nacional del 3,7% para el mismo período.
Los principales factores que impulsaron el aumento del IPC-Cba en marzo se concentraron en los siguientes capítulos:
- Alimentos y Bebidas: Este rubro tuvo un impacto considerable, explicado principalmente por el aumento en los precios de carnes y derivados, verduras y alimentos consumidos en restaurantes. La variación porcentual de este capítulo fue de 4,2% respecto al mes anterior, con una incidencia de 1,6 puntos porcentuales en el Nivel General.
- Propiedades, Combustibles, Agua y Electricidad: Las variaciones en las tarifas de agua corriente y de electricidad fueron determinantes en este capítulo. Presentó un incremento del 2,7% respecto al mes anterior, con una incidencia de 0,4 puntos porcentuales.
- Enseñanza: El aumento en el precio medio de la educación formal incidió en este capítulo, que experimentó una suba del 7,2% respecto al mes anterior y una incidencia de 0,3 puntos porcentuales.
Al analizar otras clasificaciones del IPC-Cba, se observa que los bienes, que representan el 59% de la canasta, tuvieron una variación del 2,7%, mientras que los servicios, con un 41% de ponderación, aumentaron un 3,0%. En cuanto a la clasificación por su naturaleza, los bienes y servicios estacionales registraron una variación del 5,2%, los regulados un 2,0%, y el resto de los productos (inflación subyacente) un 2,8%.
Es importante destacar que el IPC – Cba mide mensualmente la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativos del consumo promedio de los hogares urbanos en la ciudad de Córdoba. La canasta se define en base a la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO 2004-2005) y se relevan aproximadamente 19.000 precios de 430 productos en más de 1.400 establecimientos. La metodología utilizada sigue las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y el Fondo Monetario Internacional.
La canasta del IPC-Cba se compone de diferentes categorías, incluyendo bienes y servicios con comportamiento estacional (7% de la canasta), regulados (20%), y el resto, que conforma la inflación subyacente (73%).