Ocho provincias, 24 bancas en juego y una gran incógnita: la posibilidad de que el Frente de Todos pierda el cuórum propio. Esa es la síntesis de la elección en el Senado, la que concentrará este domingo todas las miradas, y también la que más preocupa a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
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Si se repitieran los resultados de las PASO, Juntos por el Cambio habrá cumplido el objetivo de dañar políticamente a Cristina en su propia trinchera. La Cámara donde el bloque oficialista avanzó a paso firme con todas las leyes que se propuso en estos dos años de gestión de Alberto Fernández.
Qué se elije este domingo en el país
En el Senado se renuevan en diciembre las bancas repartidas en 2015 en las provincias de Córdoba, Mendoza, La Pampa, Tucumán, Catamarca, Corrientes, Santa Fe y Chubut. Es una elección sin medias tintas, porque en cada distrito se reparten tres bancas: dos para el partido que resulte primero y una para el segundo.
El oficialismo hoy tiene 41 integrantes, de los cuales pone en juego 15. Como el cuórum es de 37, seguiría dominando el Senado aún perdiendo cuatro. Pero el resultado de las PASO fue peor de lo esperado: arrojó que perderían seis, y así quedarían con 35. Dos por debajo de los necesarios.
No es solo una cuestión matemática: aunque el bloque logre mantener 37 miembros, la derrota podría precipitar un debate interno sobre la futura unidad. Cristina sabe que existe el peligro de fugas de senadores que no le responden y por eso deberá trabajar para evitarlas.
Además, será tarea de la vicepresidenta reforzar las alianzas con el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana, dos senadores que continúan mandato y que han acompañado al oficialismo, pero que ante un panorama más ajustado harán valer su voto.
Juntos por el Cambio tiene todo para crecer: arriesga solo ocho de sus 25 bancas y podría llegar a 31. La alianza opositora lanzó la campaña de los “cinco senadores”: es la cantidad que debería perder el oficialismo para quedar uno abajo del quórum. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, emprendió una gira por las ocho provincias para afianzar a los candidatos.
Provincia por provincia
Según las PASO, el bloque presidido por José Mayans mantendría la mayoría solo en Tucumán y Catamarca, y la perdería en La Pampa, Corrientes, Santa Fe y Chubut. En esta última provincia se da una particularidad: como hoy los tres senadores son del Frente de Todos, Juntos por el Cambio ya tiene asegurada la colocación de un senador y hasta podría quedarse con uno más.
Consciente de esta realidad, Fernández viajó en octubre a Chubut para apuntalar la campaña. Anunció inversiones y pidió el voto a sus candidatos para que la provincia, que lleva años de crisis económica y social, “sea parte de la nueva argentina que queremos construir”.
Pocos días después de esa gira, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, recibió a Sergio Ziliotto, gobernador de La Pampa, un distrito donde perder no estaba en los planes. El peronismo tiene a su favor el antecedente de 2017, cuando en las generales logró revertir -por poca diferencia- la fuerte derrota de las PASO.
En Mendoza, en tanto, el Frente de Todos mantendría la minoría de la mano de Anabel Fernández Sagasti. Pero la provincia más hostil es Córdoba, donde el oficialismo se quedaría sin representantes, ya que la schiarettista Alejandra Vigo se encamina a ganarle por amplio margen al actual senador Carlos Caserio.
Después de las PASO, Caserio se reunió dos veces con Alberto, al menos una con Cristina y otras dos con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien se puso al hombro la campaña cordobesa a pedido del presidente. A eso se sumó un último encuentro con intendentes en el Centro Cultural Kirchner, que terminó con una desafortunada frase de Fernández hacia la provincia.
Mayoría arrasadora
Bajo la conducción de José Mayans y Fernández Sagasti, brazos ejecutores de las órdenes de Cristina, el bloque de senadores adquirió en estos dos años una firme disciplina: logró aprobar en tiempo récord todos los proyectos que quiso. Incluso los más conflictivos, como la reforma de la Justicia Federal y la del Ministerio Público Fiscal.
Con la intervención personal de la vicepresidenta para asegurarse la validez legal de las sesiones remotas en pandemia, el bloque le impuso al Senado un ritmo de actividad que alcanzó niveles históricos. En 2020 la Cámara alta realizó 31 sesiones y este año ya lleva 15, ocho más que Diputados, donde el quórum depende de la oposición.
Las ocho provincias que renuevan senadores
CÓRDOBA: Laura Rodríguez Machado (Pro), Ernesto Martínez (Fte. Cívico), Carlos Caserio (Frente de Todos)
MENDOZA: Julio Cobos (UCR), Pamela Verasay (UCR), Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos)
CORRIENTES: Carlos “Camau” Espínola (Frente de Todos), Ana Almirón (Frente de Todos), Pedro Braillard Poccard (Pro)
TUCUMÁN: Beatriz Mirkin (Frente de Todos), José Alperovich (Frente de Todos), Silvia Elías de Pérez (UCR)
CATAMARCA: Dalmacio Mera (Frente de Todos), Inés Blas (Frente de Todos), Oscar Castillo (Fte. Cívico y Social)
LA PAMPA: Daniel Lovera (Frente de Todos), Norma Durango (Frente de Todos), Juan Carlos Marino (UCR)
CHUBUT: Nancy González (Frente de Todos), Mario Pais (Frente de Todos), Alfredo Luenzo (Frente de Todos)
SANTA FE: María de los Ángeles Sacnun (Frente de Todos), Roberto Mirabella (Frente de Todos), Laura Vucasovich (Santa Fe Federal)
