El Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) de junio mostró un dato que enciende una luz de alarma: la actividad cayó 0,7% frente a mayo, según la medición desestacionalizada publicada este miércoles por el Indec.
Se trata de una señal clara de que, pese al fuerte repunte interanual, la economía empieza a mostrar tropiezos en su ritmo mes a mes, sobre todo por los vaivenes que muestra la política financiera del Gobierno y la fuerte suba de la tasa de interés.
Sobre todo porque en mayo también se había producido un freno mensual contra abril, con un -0,2%
La serie desestacionalizada es la que usan los analistas para seguir la coyuntura con lupa, porque deja de lado los movimientos previsibles de cada estación del año. Y ahí está el punto: el retroceso de junio, aunque leve, marca un freno en la comparación directa con el mes previo.
La contracara es que la tendencia-ciclo, un indicador más suavizado que elimina las oscilaciones cortas, avanzó 0,3% en el mismo período. Ese movimiento sugiere que, mirando la foto de más largo plazo, la economía sigue en terreno positivo.
Pero la señal del mes a mes funciona como alerta temprana ya que puede anticipar cambios en la velocidad de la recuperación.
El contraste es aún mayor cuando se mira la comparación interanual. En junio, la actividad creció 6,4% respecto al mismo mes de 2024, con doce de los quince sectores en alza.
En el acumulado en forma anual, el crecimento se mantiene en el 6,2%, cifra similar a la de mayo pasado.
Sectores
Entre los sectores con mayor crecimiento, aparecen la intermediación financiera y el comercio, que lideraron con saltos de 28,7% y 11,5%, respectivamente. El empuje anual, sin embargo, no alcanza a tapar la señal de desaceleración que deja la variación mensual.
Un dato interesante a seguir es que la construcción mostró una recuperación del 10% en la comparación interanual.
La contracara la mostró la pesca, con una caída del 74%, segunda por el gasto de la “Administración Pública y Defensa”, y “Otras actividades de servicios comunitarios y sociales”.
El Indec no detalla qué sectores explican el retroceso desestacionalizado, ya que ese dato se informa sólo en forma agregada. Por eso, el análisis del 0,7% negativo queda limitado a la visión macro. Un bache en medio de un recorrido que, por ahora, mantiene el rumbo ascendente en la mirada más estructural.
En definitiva, el EMAE de junio deja un mensaje doble. Por un lado, la comparación anual sigue mostrando una economía en expansión. Por el otro, la caída frente a mayo obliga a no perder de vista que el proceso no está exento de altibajos.