Que el Congreso haya convertido en ley el uso de la Boleta Única de Papel (BUP) para las elecciones nacionales es un avance institucional importante para el país. Pero, además, y no es un dato menor, servirá para ahorrar millones de pesos que vienen siendo dilapidados con el negocio de la impresión de las famosas “sábanas” cada cuatro años.
Por un lado, en el funcionamiento la BUP iguala oportunidades. Todos los partidos que decidan presentarse a las elecciones contarán con las mismas condiciones físicas en el cuarto oscuro. Porque habrá una sola hoja por elector, con un único diseño para todos los candidatos, el orden de los partidos se sorteará y además, no habrá que tener un ejército de fiscales que controlen si hay o no boletas.
Es decir, que con lo aprobado por el Congreso (se modifica la ley 10.945), se votará con una boleta que tiene estipulada la homogeneidad de los espacios para cada partido.
Además, se establecen las características del diseño según la categoría, ya que no será lo mismo elegir presidente, diputados, senadores o parlamentarios del Mercosur.
Ejemplo: la lista de diputados nacionales deberá contener como mínimo los nombres y apellidos de los cinco primeros candidatos de la lista, En todos los casos se incluirá la foto de los dos titulares.
Como el proyecto tomó como modelo a Mendoza, no tendrá el casillero para votar la lista completa, algo que sí tiene Córdoba y que ha traído problemas de funcionamiento en varias oportunidades.
Por ejemplo, el año pasado, hubo un alto porcentaje de votos en blanco para elegir legisladores, tribunos de cuentas y hasta intendentes.
Un caso testigo fue el de Mendiolaza, donde hubo 1.501 votos en blanco a intendente (los electores ponían la cruz en el casillero a gobernador, creyendo que era para “lista completa”, y dejaban sin marcar el resto).
El ahorro
El otro gran avance es el monetario. El año pasado, en las elecciones a gobernador de Córdoba, se usó la Boleta Única de Sufragio (BUS). Esa herramienta, según datos de la Justicia Electoral, le costó al Estado provincial $ 526 millones menos que todas las boletas que se habían utilizado en las elecciones Paso presidenciales.
Desde 2011, Córdoba utiliza la BUS para sus elecciones provinciales y también para muchas ciudades y pueblos, incluida la Capital.
En las votaciones de 2023, la Justicia de Córdoba pagó $ 234.112.600 por el diseño e impresión de la BUS.
En total, se imprimieron unas 3.300.000 (por ley, y para reposición, debe imprimirse un 10% más que la cantidad de electores del padrón). El trabajo estuvo a cargo de la empresa DocuPrint, de Buenos Aires.
Aquel monto pagado por la Justicia provincial representó un 30% del total ($ 760.754.841) de lo que la Justicia Federal les dio en Córdoba para imprimir sus listas “sábanas” a las 28 listas que se presentaron en la elección presidencial.
Para tener una idea: por cada una de las 28 listas, se debe imprimir un padrón, y un poco más, y el Estado le paga a cada agrupación los costos de ese trabajo (no importa la representatividad posterior).
Comparadas ambas elecciones, el ahorro fue de $ 526.642.241 en el costo de las boletas para un acto eleccionario prácticamente similar (casi el mismo padrón, y con algunos postulantes más, aunque la BUS permite contener a todos los candidatos en una misma hoja de papel).
