La seguridad que demuestran Luis Juez y Rodrigo de Loredo de que ambos serán candidatos de Juntos por el Cambio para los principales cargos el año que viene contrasta con la inquietud que comienzan a evidenciar otros dirigentes del espacio que consideran que para antes de finales de 2022 es “indispensable” tener definida la grilla de postulantes para lo que serán las batallas por el poder provincial y el capitalino que se librarán en 2023.
“Llaryora ya habla como si fuera gobernador y nosotros aún no sabemos cómo vamos a seleccionar nuestros candidatos”. La frase ya es un lugar común en la preocupación de los más impacientes dentro de Juntos por el Cambio.
La flamante Mesa Provincial opositora, constituida el pasado 21 de febrero en medio de fuertes recelos y heridas aún no cicatrizadas causadas por la contienda interna de 2021, tiene como principal objetivo parir un reglamento coalicional que fije las condiciones para resolver las candidaturas. Ese marco institucional también busca ser una malla de contención para evitar posibles fugas.
“El peronismo ya está trabajando para tratar de dividirnos. Lo ha hecho siempre. Lo sabemos. Somos nosotros los que tenemos que generar las condiciones para que nadie se vaya. Y si alguien decide irse porque no comparte lo que la mayoría acordó, bueno, lo sabremos con tiempo y así el impacto para nosotros será menor”, reflexionan cerca del senador Juez.
“El desafío es que nadie se escape ni tenga argumentos para hacerlo”, aseguran desde la cúpula del radicalismo provincial.
Fugas, un tema que inquieta
Radicales, juecistas y cívicos siguen de cerca los movimientos del macrista Gustavo Santos, el otro dirigente de la coalición cordobesa que asegura que será candidato a gobernador. Las versiones que surgieron en enero acerca de que podría dar el salto a Hacemos por Córdoba y hasta compartir fórmula provincial como vice de Martín Llaryora aún resuenan entre los aliancistas.
También llegan a oídos de esos mismos dirigentes los comentarios que se hacen correr desde el Palacio 6 de Julio y desde el Panal acerca de que el expresidente Mauricio Macri mantiene sólida su relación personal con el gobernador Juan Schiaretti y que, apoyado en ese vínculo, “engordará” políticamente a Santos en pos de horadar la unidad opositora para terminar beneficiando el proyecto del líder del PJ cordobés como ya lo hizo, en otro contexto y con otros actores, en 2019.
Esos temores que sobrevuelan a Juntos por el Cambio son hijos de la fractura suicida de 2019 y anidan una pregunta central: ¿quieren Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich ganar Córdoba o prefieren priorizar sus aspiraciones nacionales de cara al turno presidencial?
Juez responde al respecto que los tres dirigentes nacionales del PRO le aseguraron que apoyarán decididamente el proyecto de poder cordobés que pretende terminar con la hegemonía peronista en Córdoba. Y les cree. Este lunes, el líder del Frente Cívico tendrá una reunión en Buenos Aires con Macri. El tema volverá a estar sobre la mesa.
Tras tres días de inmersión en Córdoba, el sábado retornó a Capital Federal un dirigente cien por ciento larretista que visitó la provincia para auscultar el escenario y conocer de primera mano qué percepción hay aquí de la figura del alcalde porteño. En charlas informales, reconoció que aquella pregunta clave que inquieta a parte de la dirigencia cambiemita local es “todo un dilema” para los líderes nacionales del PRO.
La decantación provincial de la compleja definición nacional de Juntos por el Cambio, con alianzas provinciales variadas en distintos territorios, lo que incluye conexiones con el peronismo no K –categoría en la que Schiaretti es el principal referente del país con poder territorial–, mantiene con la guardia alta a la dirigencia local.
Además, hay dirigentes locales que están alejados de la mesa de definiciones y que no descartan integrar otro proceso político en 2023 por fuera de Juntos por el Cambio. Concretamente, legisladores del PRO, que impulsaron junto al radical Orlando Arduh la polémica ley de la legalización del juego online, evalúan seriamente tomar otro destino el año próximo.
Tiempos y fechas
Juntos por el Cambio descuenta que Llaryora será el postulante para la sucesión de Schiaretti. Una mayoría abrumadora también cree que las elecciones provinciales se realizarán en el mes de mayo. De acuerdo a la legislación vigente, a partir de la segunda semana del quinto mes de 2023 podrían realizarse los comicios. “Pueden intentar cambiar la legislación, pero no vemos por ahora un motivo concreto para que lo hagan”, especulan cerca de De Loredo.
En el entorno del líder parlamentario de Evolución son enfáticos al sostener el convencimiento de que el peronismo no hará coincidir la elección provincial con la de la Capital. Conecta esa creencia con una definición que lo entusiasma. “Tengo un plan”, repite De Loredo ante los suyos, pensando en una jugada electoral para 2023 de la que prefiere no abundar, por ahora.
Acuerdo (sobre la base del resultado de 2021 y encuestas) o internas abiertas son las dos variables que están en consideración para resolver candidaturas. “Con el método que sea, será complejo de resolver”, reconocen distintos actores. “Lo de la interna es casi imposible”, se sincera un radical negrista, mientras que en la Coalición Cívica creen que es posible su realización.
“No hay nada definido, pero si finalmente Rodrigo decide ir por la intendencia, el radicalismo está obligado a plantar un candidato a gobernador”, aseguran desde la Casa Radical. Al margen de la aseveración, hay plena conciencia en la UCR de la carencia de opción para una postulación provincial competitiva fuera de la figura de De Loredo.
El radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica comparten que la alianza debe tener resuelta la candidatura a gobernador y la de intendente para la Capital a más tardar en octubre próximo.
“Los tiempos son cortos. En noviembre comienza el Mundial (de fútbol) y todo se trastoca. Diciembre, por las fiestas, es un mes imposible para hacer una interna. Y no podemos dejar este tipo de definición para marzo, si las elecciones son en mayo”, razonan casi al unísono los aliancistas.
Juez y De Loredo, en cambio, se muestran más pacientes. “Perderíamos tiempo si nos apuramos. Perderíamos el tiempo si no salimos a recorrer la provincia como lo hicimos el año pasado para la campaña. Tenemos que seguir ganando en confianza entre nosotros antes que apresurar los plazos”, comparten los socios y ganadores en el reciente 2021.
