Las idas y vueltas de la relación política entre el senador Luis Juez y el diputado Rodrigo de Loredo tuvieron un nuevo capítulo la semana que pasó en medio de los coletazos que dejó el cierre de listas y los nubarrones que enfrenta la administración de Javier Milei, de la cual ambos legisladores nacionales se sienten aliados.
De Loredo rompió el silencio después de renunciar a integrar las listas de La Libertad Avanza en Córdoba. En el streaming La Voz en Vivo, además de repasar las razones de su decisión, lanzó una hipótesis sobre cómo hubiera sido el desempeño electoral en 2023 si el candidato era él y no Juez.
“Estoy convencido de que le ganaba a Llaryora la última elección provincial. Teníamos idénticas encuestas, pero mejor proyección porque representamos algo nuevo, con 170 intendentes y mucho potencial territorial. Pero elegí otro camino. La próxima, vamos a estar preparados”, aseguró.
Luego habló sobre cómo está el vínculo personal con el líder de Frente Cívico. “Con Luis nos tenemos paciencia, como los matrimonios largos... Lo aprecio mucho, pero si no entiende que hay que definir las candidaturas según quién sea el más competitivo, no va a contar con nosotros. No vamos a retroceder ni un centímetro en nuestra decisión de gobernar Córdoba”, planteó.
En el mismo streaming, Juez le contestó al radical y, lejos de escalar en la controversia, el senador se mostró conciliador al extremo. Dijo tenerle un “cariño entrañable” y lo calificó como “uno de los mejores diputados nacionales que tiene la Argentina”, tras lo cual lamentó su ausencia en la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre.
Sí marcó que no comparte “algunos caprichos” o formas, aunque enfatizó que es su amigo y que lo quiere demasiado para hacerle un reproche público. Reconoció, sin embargo, que hubo “errores de apreciación” en el proceso electoral de Córdoba, lo que dejó al radicalismo fuera de la oferta electoral y le quitó competitividad a la lista de La Libertad Avanza.
Quienes conocen a Juez aseguran en privado que el senador “sabe perfectamente que cualquier chance electoral provincial para 2027 depende de la unidad de la oposición”. Allí estaría la explicación por la cual Juez evitó criticar a su “amigo” Rodrigo.

Edgar Bruno, una astilla que incomoda a De la Sota
En el sur de Córdoba, un nombre encendió las alarmas dentro del delasotismo: Edgar Bruno. El intendente de Canals sorprendió al presentarse como candidato a diputado nacional por el partido País, lo que generó un revuelo que todavía resuena en el entorno de Natalia de la Sota.
Bruno fue un dirigente cercano al fallecido exgobernador José Manuel de la Sota y por eso su candidatura se percibe como una jugada cuidadosamente armada desde el oficialismo provincial para restarle votos a Defendamos Córdoba, el espacio que lidera la diputada.
En el sur, un territorio clave para los comicios legislativos, es una preocupación para el oficialismo. En las últimas elecciones provinciales, el opositor Luis Juez le sacó ventaja a Martín Llaryora, el candidato del PJ, en varios departamentos del sur, especialmente en Río Cuarto.
Un veterano dirigente delasotista de la Capital fue tajante. “La gente no es tonta. Sabe perfectamente cuándo un candidato es funcional a otro espacio. En el sur, saben quién representa fielmente el pensamiento de José Manuel de la Sota. Esta jugada es cara y no les va a salir bien”, dijo el peronista, apuntando a que supuestamente Bruno tendrá apoyo financiero del oficialismo para la campaña.
Bruno se define como un “delasotista puro” y mantiene buen diálogo con el Centro Cívico, pero no es uno de los intendentes más cercanos al gobernador. Su aparición, en plena pulseada electoral, suma tensión a la interna peronista.
El gas para la industria y un curioso caso
El empresario agroquímico Héctor Laca contó una curiosa situación que vivió durante el último gobierno de Juan Schiaretti, vinculada con la provisión de gas para un proyecto industrial.
En una entrevista en el streaming Neura, el jueves pasado, Laca relató que una iniciativa suya, que requería una caldera con un consumo equivalente al de toda la ciudad de Laguna Larga, de 10 mil habitantes, quedó demorada más de un año y medio pese a los anuncios oficiales de que el gas se extendía a todas las industrias.
“Se demoran mucho en aprobar un producto, demasiado; se pierde mucho tiempo”, dijo Laca al recordar los obstáculos burocráticos. Tras gestiones sin avances, pidió una entrevista con el segundo del gobernador (no lo nombró), quien “me recibió enseguida”, contó.
En ese encuentro, le dije: “¿Por qué me demoran tanto? Yo veo la publicidad en la televisión de que les dan gas a todas las empresas, ¿hay algún problema conmigo?” Aseguró que el interlocutor oficial lo negó.
Según relató, el empresario le planteó que si le daban el gas rápido para su proyecto, saldría por televisión a decir que las autoridades cumplían lo que prometían; de lo contrario, tendría que señalar que “lo que dicen es mentira”.
“En menos de un mes”, dijo Laca, su empresa obtuvo “todas las aprobaciones y los permisos necesarios”, y la obra pudo comenzar.