“Cómo será de espurio, de sucio, de ruinoso, oscuro, trucho el proyecto de la ley que el Gobierno no pone la cara. Probablemente ponga los votos”, dijo este martes el senador nacional Luis Juez.
Uno de los dirigentes más importantes de Juntos por el Cambio redobló su apuesta contra el proyecto del juego online y directamente le pidió a los legisladores que lo impulsan, que retiren la iniciativa, a los que le dirigió una pregunta durísima: “¿Qué han recibido para tomar una decisión que nos involucra a todos?”.
Fue en el programa Voz y Voto (canal 10, los martes a las 20).
Juez siguió, en referencia a los legisladores: “El Gobierno encontró en cinco legisladores... Y lo digo con dolor en el alma porque son amigos y los valoro, son gente de Juntos por el Cambio, aunque no son dirigentes del Frente Cívico. Son dirigentes que están actuando con un nivel de desmesura, de locura, de irracionalidad y de insensatez absoluta. Son funcionales para que el schiarettismo tenga una ley de juego online, con el argumento de que hay 15 provincias que la tienen, y que en Capital Federal con Horacio Rodríguez Larreta, que la provincia de Buenos Aires...”
–Eso planteó Orlando Arduh.
–Si yo viviera en la provincia de buenos Aires o en Capital Federal se lo diría en la cara. Estoy en contra del juego online. Lo que está mal está mal. No importa si lo hace el Papa o el peor de tus enemigos. El juego online es uno de los más adictivos, que genera la peor de las ludopatías en el mundo. Está probado. Y quiero desnudar la cuestión de que sean diputados opositores. Lo digo con claridad, mirando a los ojos, terminando un año absolutamente increíble para Luis Juez y para Juntos por el Cambio. Un año en el que un millón de cordobeses nos votaron... ¡No estoy dispuesto a tirar la honra a los chanchos! ¡No estoy dispuesto a hacerme el tonto! Si alguien pensaba que estaba escondiéndome, se equivocaron. Siempre voy a estar en contra del juego pernicioso. Este juego que va a permitir adolescentes en el comedor de la casa jugando y apostando, generando una patología que es la más difícil de erradicar. ¡Cómo no enojarme, cómo no patalear, cómo no denunciarlo! Y cómo no suplicarles... Se los digo públicamente porque todavía estamos a tiempo: muchachos, en nombre del millón cien mil cordobeses que nos votaron, reflexionen. ¿Qué carajo les pasa? ¿Qué han recibido para tomar una decisión que nos involucra a todos? No quiero ser parte de esa decisión. No tengo nada que ver. Es individual, y que se hagan responsables los autores de ese proyecto.
–En el caso de su bloque, dijo que no se trata de “libre pensadores”. ¿Qué pasa en Juntos por el Cambio en Córdoba que, con todos los opositores en contra, tiene a 5 legisladores que no puede hacer cambiar de parecer?
–Tenemos que tomar una decisión. He sido muy claro con los presidentes de los partidos que integran la coalición: en este tema tenemos que ser contundentes. Vos podés pensar como quieras, lo que no podés es actuar como se te ocurra, especialmente en cuestiones que involucran valores centrales. Esto no es una cooperativa de tipos que se juntaron un día para ver cómo ganaban una elección. Nosotros expresamos sentimientos, formas de pensar. Realmente no hay una sola explicación racional de parte de los autores del proyecto para que me puedan explicar por qué terminan poniendo la cara en un proyecto de estas características. Terminan siendo funcional a un gobierno que no se anima a decir que el proyecto es de ellos.
–¿Qué deberían hacer los partidos de Juntos por el Cambio con esos legisladores? ¿Expulsarlos?
–Yo, con esta gente, no quiero saber nada. Lo digo con claridad. Dentro de 24 meses en Córdoba vamos a estar eligiendo gobernador. Para nosotros no basta serlo, sino parecerlo. La gente sabe cómo pienso. Pueden compartir o disentir, pero saben que no soy de los tipos que se hacen los estúpidos. Quiero enérgicamente rechazar esta idea; una idea de 5 legisladores que no tienen absolutamente nada que ver con el espacio institucional ni de la conducción del radicalismo, ni de la del Frente Cívico, ni la Coalición Cívica. Nadie los está abalando. En ese sentido, el PRO deberá tomar una decisión. Porque no hay partido político donde sus integrantes tomen decisiones individuales. La política no funciona así.
–El PRO fue el único partido que no se pronunció en contra del proyecto. Eso da la sensación de que hay un aval de figuras nacionales, como María Eugenia Vidal o Horacio Rodríguez Larreta.
–Lo escuché al legislador Arduh diciéndome por qué no se los decía en la cara. No tengo ningún problema en decírselo en la cara a Horacio Rodríguez Larreta, a María Eugenia Vidal, o a los gobernadores radicales que aprobaron el juego online. Yo estoy decididamente en contra de este proyecto porque es una mentira. Porque es sacarle plata a los pobres para enriquecer el Estado. Los que juegan son los pobres, los que se enferman son los pobres, los que tienen la ludopatía son los pobres. El rico no está con el celular. En La Voz se publicó que el 6% de lo que se recauda por el juego va a ayuda social. Le sacás plata a los pobres para que el Estado la gaste en la política, en las campañas. Solo Dios sabe a dónde va a parar ese recurso. Que seguro no es para mejorar la vida de los más pobres.
–Es complejo lograr un mecanismo para tomar decisiones como espacio. Porque hay figuras centrales de Juntos por el Cambio avalando iniciativas como la del juego.
–Por eso les digo a los legisladores de Juntos por el Cambio que reflexionen. Si el principal beneficiado, que es Schiaretti, no pone la cara; si los principales beneficiados, que son los peronistas, no la ponen; y si hay algún otro dirigente nacional beneficiado, que tampoco pone la cara, ¿por qué la ponen ustedes?
–¿Y qué respuesta ensaya?
–Lo tengo claro. Cuando me junté con Cristóbal López, que me mandó Néstor Kirchner y Carlos Zaninni, me puso un papel arriba de la mesa, una lapicera, y me dijo: “Dame un número de una cuenta en el extranjero, yo te voy a financiar 10 campañas electorales”. Y más: “Dígame intendente qué canon quiere. Estamos dispuestos a mejorar cualquier oferta”. ¡No soy un boludo! Tengo cara de boludo, pero la uso en beneficio propio. Conozco perfectamente que atrás de cada una de estas cuestiones hay terribles negociados. En una provincia que ha mostrado índice horribles de pobreza, desocupación, paralización de su aparato productivo y de la educación. ¿En serio que el juego online es una prioridad?¿En serio que en la última sesión del año es una prioridad? ¿En serio que los cordobeses están preocupados? Nos están tomando el pelo. Si esto fuera serio, lo estaría tomando Schiaretti. Y si esto fuera serio, estaríamos sosteniendo un debate abierto, público y sincero, invitando a las iglesias, y a otras organizaciones.
–Debate en comisión que fue cerrado a la prensa.
–Es que cuando vos tenés algo corrupto, sucio, inmundo, cuando tenés trapos que no querés que veas, los lavás con las puertas cerradas. Miren, no sé si vamos a poder impedir que esto salga, pero digamos que tiene un altísimo nivel de corrupción. Lo digo con toda sinceridad: así no. La gente no nos votó para estos negocios. Se lo digo mirándolos a los ojos a los 5 legisladores de Juntos por el Cambio. Ustedes laburaron, me dieron una mano en la campaña, pero no piensen que conmigo van a tener una condescendencia. Están totalmente fuera de sí. Se los digo con bronca y con lágrimas: están locos, ¡locos! Van a terminar haciendo un negocio para que el Gobierno se haga rico a costillas de los que menos tienen. Reflexionen. Tienen 24 horas. Esto es un consejo de amigo. No tengo nada contra ustedes. Pero nos comprometimos con los cordobeses a otra cosa. No a esta bajeza.
Interna de Juntos por el Cambio
–Juntos por el Cambio ha tenido varios episodios de luchas internas. A nivel nacional y en Córdoba. ¿Cómo los ve hoy la gente, después de haberlos votado el 14 de noviembre?
–Los valores cuentan. No es de cualquier forma. Una cosa es estar todos juntos y otra, todos mezclados. Estamos juntos pero con los mismos valores. Defendiendo a la gente. Pero si estar todos juntos significa cualquier cosa... No. Así no.
–Se lo nota muy enojado contra la gente de su propio espacio.
–Sí. Es un tema por el que me peleé con todo el mundo. No es una puesta en escena. Me peleé con Néstor Kirchner, con José Manuel de la Sota. Con un montón de gente con la que tenía mucho aprecio. He recibido terribles tentaciones y nunca he cedido.
–¿Las divisiones que se produjeron en la Cámara de Diputados de la Nación, son diferentes a las que se están produciendo en Córdoba?
–No voy a justificar ninguna inconducta. Probablemente aquellas sean cuestiones administrativas, torpezas imperdonables de creer que se le podía ganar el kirchnerismo. Porque hay que saber la calidad del enemigo. Si no, no te subás al ring. Lo de Córdoba es de otra categoría. Lo que va a pasar en la Legislatura de Córdoba no es un problema de desidia. No es que los legisladores de Schiaretti no lo discuten porque son perezosos. No. Lo hacen porque nosotros le estamos allanando un camino que el Gobierno no soñó en su vida. Lo que va a pasar tienen una dimensión de valores gravísima, de la que no se vuelve. Al menos conmigo, no se vuelve.
