En medio de la delicada situación de salud del papa Francisco, el dirigente político y activista social Juan Grabois protagonizó un episodio confuso este lunes en el hospital Gemelli, donde se encuentra internado el Pontífice. Según informó la agencia de noticias Ansa, Grabois intentó acercarse a la suite del décimo piso, donde el Papa se encuentra bajo tratamiento, con la intención de saludarlo. Sin embargo, fue inmediatamente rechazado, dado el alto nivel de seguridad en esa zona del hospital, reservada exclusivamente para el Papa.
La suite papal, conocida como el “departamento blanco”, es inaccesible para cualquier visitante, excepto para los más cercanos colaboradores del Pontífice, como sus secretarios, médicos y gendarmes vaticanos. A pesar de que Grabois es miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano e Integral y mantiene una relación cercana con Jorge Bergoglio, las autoridades del hospital no le permitieron el acceso.
Consultado por La Nación, Grabois rechazó la versión difundida por Ansa, calificándola de “una estupidez y una mentira”. El dirigente social explicó que, en realidad, ingresó al hospital como cualquier persona, fue hasta el sector F de la planta baja, donde fue reconocido por algunos gendarmes, y dejó una carta manuscrita destinada al Papa. Según Grabois, fue el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo quien le indicó cómo podía dejarle la carta a Francisco, descartando por completo cualquier intento de acercarse al décimo piso.
“Todo lo demás es mentira”, aseguró Grabois, quien agregó que nunca intentó subir al piso reservado para el Papa. Además, mencionó que se quedará en Roma durante tres o cuatro días, tiempo en el que planea rezar todos los días en las inmediaciones del hospital.
El estado de salud del papa Francisco sigue siendo delicado. Según el cirujano Sergio Alfieri, uno de los miembros del equipo médico que lo atiende, el Pontífice continúa enfrentando serias complicaciones respiratorias debido a una neumonía bilateral. Por esta razón, el Papa no está recibiendo visitas, salvo algunas excepciones, como la de la primera ministra italiana Giorgia Meloni la semana pasada. Alfieri destacó que el Papa no está fuera de peligro y que sólo sus colaboradores más cercanos tienen acceso a su suite.
Este episodio se produce en un contexto de creciente preocupación por la salud del papa Francisco, quien desde su internación en el hospital Gemelli recibió el apoyo de miles de fieles y figuras políticas, pero también generó controversias, como la protagonizada por Grabois.
Además, el dirigente social argentino había estado en Roma a fines de septiembre, participando en un evento para conmemorar los diez años del primer encuentro de los Movimientos Populares en el Vaticano. Durante esa ocasión, el Papa expresó su rechazo a la actuación de las fuerzas de seguridad en protestas sociales en Argentina y ratificó su apoyo a los movimientos populares que luchan por “tierra, techo y trabajo”.
