El pasado 25 de Mayo, Javier Pretto organizó un locro “patrio” en el que compartió la comida con dirigentes del “Partido Cordobés” y la vicegobernadora, la radical Myrian Prunotto. Muchos leyeron la movida como el primer paso hacia la candidatura a intendente en 2027.
Pretto, del PRO, dice que no. Es más: que el sucesor de Daniel Passerini debe ser del peronismo.
–¿Está pensando en una construcción política propia?
–No, para nada. Siempre hicimos un locro para el 25 de mayo. Antes era más pequeño, pero se va agrandando la familia, vamos cumpliendo distintos roles, conocemos más gente y se va sumando. El año pasado también hicimos uno que fue bastante ruidoso. Me dijeron: “Era un locro muy cheto”, porque lo hicimos en un local muy elegante. Pero este fue un locro popular, de amigos.
-¿Lo impulsó usted?
-Lo hacemos entre amigos, y muchos funcionarios amigos. Lo bancamos entre nosotros.
-¿De dónde salió la plata?
-Ponemos guita entre nosotros, y tenemos algunos amigos que nos donan cosas.
–Lo cierto es que Passerini no tiene reelección y el Partido Cordobés busca un candidato para 2027.
–Las especulaciones políticas están siempre en agenda, pero este locro no tenía ese objetivo. Lo hacemos desde siempre. Ya cuando era concejal en La Carlota, hacíamos un locro el 25 de mayo, evocando los valores patrios y lo que nos dejaron nuestros próceres. Siempre estamos en deuda con la democracia. Reclamamos derechos, nos faltan cosas, pero elegimos y eso es lo esencial: poder votar. En estos encuentros, evocamos los valores fundacionales, y los dirigentes con vocación deberían imitarlos.
–¿Quiere ser intendente de Córdoba?
–Siempre me gustó la política, y prefiero los cargos ejecutivos por sobre los legislativos. Pero hoy estoy feliz en el lugar que ocupo. Yo estaba saliendo de la política, había cerrado un ciclo en el PRO. No me sentía cómodo ya que ocurrían muchas cosas que no eran dignas. Entonces aparece Martín (Llaryora) y me convoca con una propuesta interesante. “No te pido que resignes banderas ni principios, concentremos el esfuerzo en la gestión”, me dijo. Me gusta hacer, soy inquieto y me entusiasmó la idea. Así que si el grupo necesita que esté, estaré. Y si no, volveré a mi estudio.
–¿Pero le gustaría?
–Me gustaría ser gobernador, me gustaría ser presidente. Cuando era chico decía que quería ser Presidente de la Nación. Pero soy consciente de que esta es una alianza muy amplia, con un arco ideológico muy diverso. Cuando me dicen que soy el “sucesor natural”, respondo que no, porque el sucesor natural sería alguien del partido principal, el PJ.
–Existe resistencia dentro del peronismo a un candidato a intendente que no sea del PJ.
–No lo llamaría resistencia. Es lógico que si pertenecés al partido más importante tengas dirigentes con aspiraciones. Cuando llegue el momento, se evaluará quién está mejor posicionado, qué perfil busca la sociedad. Tal vez esté en esa mesa de decisión o tal vez no. Lo fundamental es que el modelo de gestión avance en resolver los problemas reales.
Reestructuración en la gestión municipal
–¿Hasta dónde llegó el achique que impulsó Passerini? ¿Hubo muchas renuncias?
–Hay gente que duda... Esto es un proceso. El intendente le pidió la renuncia a muchos funcionarios y todos la pusieron a disposición. En algunos casos, se está ratificando la función y en otros, se acepta para volver a pensar un esquema que pueda responder a la gestión. Eso no es inmediato, porque son 100 y pico de cargos los que se redujeron. Escuchaba a la oposición decir que no se sabe quién está y quién no. No. Es un proceso y hay que pensarlo. Además, hay que modificar la Orgánica. Va a llevar unos días más.
–En el Concejo Deliberante hay más de 700 personas entre empleados, monotributistas y becarios. ¿Se evalúa un recorte ahí?
–Ese número fluctúa. Pero siempre estamos pensando en cómo reducir costos sin perder eficiencia. Por ejemplo, contratamos un software con inteligencia artificial que reemplaza funciones en seguridad. Lo que pasa es que cuando me planteaban este tema, siempre digo que tenemos un esquema muy económico, porque tenemos 31 empleados de planta permanente y 21 contratados. Son 52 empleados que son de la mochila permanente. Y después están los funcionarios, que entran y se van con los concejales. Para una ciudad, que es la más importante del país, porque Buenos Aires es una provincia, manejar todo con tan pocos empleados de planta es la menor carga presupuestaria que se puede tener.
–Usted dijo que hay 300 becarios que “ayudan a hacer política”. Eso generó críticas.
–Lo tomaron muy literal, el concepto era más amplio. El resto del Concejo funciona con monotributistas y becarios, que van cambiando. Los monotributos se hacen por 3 meses y no todos se renuevan. Y las becas son mensuales, y van desde un estímulo para el estudiante hasta una ayuda para gente que colabora en gestiones legislativas y administrativas. Los concejales funcionan con 3 asesores en la diaria. Pero después tienen una tarea muy importante: recoger la información de la realidad. Eso es en los barrios, es visitando instituciones. Y ahí tienen a becarios y monotributistas que los ayudan. Encontramos una forma de que todo funcione más barato. Porque si esos empleados estuvieran en cualquier categoría, incluso la más baja, del estatuto municipal nos saldrían una fortuna. ¿Se puede optimizar? Sí, siempre.
–¿Se enojaron en el peronismo cuando dijo eso?
–No... Algunos dijeron: “Qué barbáro”. Pero es información pública.
–Decía por lo de que los becarios son “parte de la política”. Sonó que eran parte de los punteros y que trabajan para el partido.
–El puntero, en cualquier esquema en el que trabaja para un funcionario, ya sea del Ejecutivo o el Legislativo, colabora en la tarea política. Nosotros somos políticos. Pasa que está tan mal vista de la política que se dice: “Como le va a pagar un puntero”.
-El tema es los recursos con los que se les paga.
-Los recursos son para una gestión que termina en un proyecto de ordenanza.
-Es una época en la que hay una mirada muy aguda sobre los recursos y cómo se gastan.
-Y tiene que ser así. Me parece bueno, porque mientras más controles haya más republicano el funcionamiento. Pero si a vos te da vergüenza, si a vos te incomoda decir que necesitás empleados para hacer esa tarea, bueno, no te dediques a la política.
Suoem y lo que viene
–¿Qué va a pasar con el conflicto con el Suoem? ¿Habrá conciliación obligatoria?
–Hay que preguntarle a Suoem que va a pasar.. El gremio tiene derecho a defender sus conquistas, pero debe hacerlo con los pies sobre la tierra. Hoy, el empleado tiene un ingreso promedio de 2,6 millones de pesos, muy superior al resto del sector público e incluso privado. No se puede negociar cláusulas automáticas de aumento sin garantizar recursos. El intendente nunca se negó al diálogo, pero hay que ser responsables. Y además, repudiamos hechos de violencia, como lo ocurrido en el Tribunal de Faltas. El contribuyente tiene derecho a recibir servicios. Dialoguemos, sí, pero sin abstraernos de la realidad económica.