El presidente Javier Milei utilizó una cena privada organizada por La Libertad Avanza (LLA) en el Yacht Club de Puerto Madero para lanzar su apuesta electoral. Allí sostuvo que su espacio está en condiciones de lograr un “tremendo batacazo” tanto en las elecciones provinciales del 7 de septiembre como en las nacionales del 26 de octubre.
Milei insistió en que su partido sigue siendo outsider, incluso habiendo ganado el Ejecutivo, y se planteó como alternativa total frente a lo que él llama “la casta política”.
Su objetivo central es volcar el modelo libertario en la provincia de Buenos Aires “para dejar atrás el siglo de humillación al que Kicillof sometió a nuestras familias”.
Según él, la provincia es la “última trinchera” de la casta.
La agenda que propone incluye reducción drástica del gasto y control del Estado. Milei recordó que hace un año muchos gobernadores firmaron el Pacto de Mayo para reducir el gasto público al 25 % del PBI, pero ninguno hizo el ajuste correspondiente. Así, insiste en que es clave replicar su modelo en las provincias, sobre todo en Buenos Aires, para acelerar el crecimiento.
Datos duros: inflación, pobreza y seguridad
En la exposición, el mandatario exibió los resultados de su gestión. Dijo que en apenas un año y medio bajó la inflación mayorista del 54 % mensual a una deflación del 0,3 % en mayo, el nivel más bajo en 17 años. Aseguró que realizó “el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad”, reduciendo el gasto público en 30 puntos y recortando 10 puntos de PBI en el Banco Central.
También destacó que la pobreza se redujo del 57 % al 35 %, sacando a 10 millones de personas de esa condición, y afirmó que hoy Argentina es “el país más seguro de América Latina” gracias al trabajo de la ministra Patricia Bullrich.
En materia de apertura económica, Milei celebró que el 70 % de las importaciones sean bienes de capital e insumos productivos. Defendió el déficit de cuenta corriente si es inversión, y advirtió que el verdadero problema es el déficit fiscal.
Además, Milei apuntó al gobernador Axel Kicillof, acusándolo de haber usado fondos provinciales para resistir las reformas, sin adherir al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI). “¿Qué clase de gobernador se opone a que haya más trabajo en su provincia?”, se preguntó, cuestionando a su gestión.
Milei cerró su intervención con un llamado a la unidad interna y a movilizar a sus votantes para enfrentar a “la casta política”. Se mostró orgulloso de haber logrado superávit financiero sin entrar en default, eliminar el cepo, establecer un sistema de tipo de cambio flotante y avanzar en regulaciones basadas en el mercado.