Para poder ponderar la factibilidad de los proyectos de las distintas fuerzas en la Unicameral, es clave conocer cuáles son las fuentes principales que generan los ingresos provinciales. Porque en términos relativos, el impacto de cada recurso es muy diferente para las arcas del Panal.
No es lo mismo exigir una rebaja en una tasa de servicios –de las muchas que cobra la Provincia–, que la eliminación del Impuesto a los Sellos, cuyo impacto es mayor. Las primeras, juntas, apenas representan el 0,5% del total de la recaudación, mientras que Sellos genera el 2,8% del global de los ingresos y el 8,2% de los llamados “tributos propios”.
Los datos del Presupuesto 2025 dicen que el 55% de la recaudación de la Administración Central proviene de recursos de origen nacional y el 45% restante su cobro está a cargo de la Provincia.
Esa relación se viene manteniendo más o menos estable desde hace 10 años, según los datos oficiales. El promedio de la última década es esta relación: el 57% de los recursos son de origen nacional; y el 43%, de fuente provincial.
Dentro de esa banda, hubo años en los que, gracias a una mayor actividad económica, crecieron IVA y Ganancias (que drenan por coparticipación), elevando la participación de los recursos nacionales. Otros años, de la mano de una mayor presión de Ingresos Brutos y de los impuestos patrimoniales, la diferencia se acortó para acercarse a casi un 50/50.
En detalle
Analizando más detalladamente, la Provincia tiene tres recursos clave: la coparticipación de IVA, la coparticipación de Ganancias y el Impuesto a los Ingresos Brutos. Entre los tres representan el 70% de los ingresos. En términos nominales, de los $ 9,34 billones presupuestados para este año, $ 6,49 billones llegarán del grifo de esos tres impuestos. Dos nacionales y uno local.
Y un dato no menor: si se les suma la recaudación de Sellos, más de siete de cada 10 pesos que ingresan al Panal son recursos cuya dinámica recaudatoria se relaciona con los niveles de actividad, porque gravan las transacciones económicas.
Es por esto que un escenario recesivo es pésimo para el Estado provincial en términos de recaudación. Es simple: menos ventas, menos IVA, menos Ganancias, menos Ingresos Brutos.
Los recursos nacionales, además de la coparticipación federal de impuestos (90% de estos repartidos entre IVA y Ganancias), están los “otros envíos automáticos” relacionados a leyes especiales. Son unos $ 727 mil millones presupuestados para 2025. En ese subconjunto está la distribución entre las provincias de los impuestos a la venta de combustible ($ 100 mil millones), teme que está generando tensiones por estos días.

A nivel provincial, para 2025 la Provincia presupuestó en ingresos tributarios $ 3,18 billones, de los cuales $ 2,61 ingresarían por Ingresos Brutos, $ 263 mil millones por Sellos, $ 204 mil millones por el cobro del Inmobiliario y $ 107 mil millones por el Impuesto Automotor.
Además, otro gran apartado de ingresos propios lo conforman los fondos no tributarios, recursos que se obtienen de un variopinto conjunto de ítems, desde extras en las boletas de energía, multas de la Policía Caminera y multas del Ministerio de Trabajo, hasta el cobro por la utilización del agua.
Además, en un país con alta inflación e inestabilidad permanente, ingresan recursos por las inversiones que la Provincia hace para evitar la pérdida del poder adquisitivo de los fondos de los que va disponiendo y no usa de forma inmediata. Para 2025, por caso, proyecta que ingresen $ 293,1 mil millones (casi lo mismo del Inmobiliario y Automotor juntos) por renta e intereses de inversiones financieras.