Tras la ofensiva israelí contra Irán, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, instruyó el incremento de la seguridad en la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) y en diversas instalaciones de la comunidad judía, tales como colegios, clubes y templos religiosos.
Asimismo, se elevó el nivel de alerta a “intermedio” ante posibles escenarios de riesgo. Esta decisión de Israel de cerrar sus embajadas es una medida preventiva a nivel global, no específico de Argentina, según confirmaron fuentes de la embajada de Israel en Buenos Aires.
Coordinación de inteligencia y potenciales riesgos
Altas fuentes locales afirmaron que, si bien no buscan generar preocupación, existe una estrecha coordinación con la inteligencia israelí y estadounidense. La condición de Argentina como aliada de Israel y Estados Unidos la convierte en un “potencial blanco” de represalias.
En este marco, el Ministerio de Seguridad argentino mantiene una coordinación con el Ministerio de Defensa, trabajando en conjunto la Dirección de Inteligencia Criminal y la Dirección de Inteligencia Estratégica Militar.
Como parte de estas medidas de seguridad, también se implementaron refuerzos en las fronteras con Bolivia, con Brasil y con Paraguay.
Los “proxies” y el rol argentino
La decisión del cierre de embajadas por parte de Israel está directamente ligada a la posibilidad de que Irán busque atacar a través de sus “proxies”, es decir, sus representantes. En este contexto, se mencionan explícitamente a Hezbollah y Hamas, organizaciones que la normativa argentina considera terroristas.
Hezbollah es señalado como responsable de los atentados al anterior edificio de la Embajada de Israel en Buenos Aires (29 muertos) y a la Amia (85 muertos).
Cabe destacar que el presidente Javier Milei había estado en Israel horas antes del ataque, en una visita de alto nivel con el primer ministro Benjamín Netanyahu, incluso acompañado por el embajador israelí en Buenos Aires, Eyal Sela. Las fuerzas de seguridad israelíes ordenaron el cierre del espacio aéreo, afectando los vuelos comerciales.