¿Por qué no crece el consumo? La parte principal de la explicación está en los ingresos de las personas mes a mes, ya sea mediante salarios privados, formales, informales o públicos, en los haberes jubilatorios o en la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Una marcada heterogeneidad en el desempeño de los distintos ingresos de los asalariados, con la AUH destacándose (dentro de sus límites nominales), por una mejora sustancial, mientras que los salarios públicos y las jubilaciones con bono se mantienen rezagados y por debajo de sus promedios históricos, caracterizan este escenario.
Elaborado por los economistas de la Fundacion Ecosur Nicolás Cámpoli y Ángel Osman, el trabajo presenta un detallado análisis sobre la evolución del poder adquisitivo del conjunto de salarios y haberes de la Argentina.
El análisis no solo examina la trayectoria de estos indicadores durante la actual administración, sino que también los pone en una perspectiva histórica de largo plazo, ofreciendo una radiografía de la situación económica y social del país a medida que se aproximan las elecciones de medio término.
AUH, encima del promedio
La (AUH) se ha erigido como el ingreso que mayor crecimiento real ha experimentado desde noviembre de 2023, fecha que marca el inicio temporal del actual gobierno. Según el informe, la AUH más que duplicó su valor real en este período.
En agosto de 2025, el monto de la AUH alcanzó los $112.942, lo que representa más del doble de su valor a noviembre de 2023, que era de $55.913 llevado a precios de agosto de este año.
Este incremento fue impulsado por aumentos extraordinarios dispuestos a principios de 2024, seguidos de ajustes atados a inflación. A partir de abril de 2024, la AUH se ajusta por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) con un rezago de dos meses, lo que, en un escenario de inflación a la baja, permitió una mejora leve y constante de su poder adquisitivo, mes a mes.
En una perspectiva histórica, la AUH muestra también una recuperación. El valor real actual se ubica un 110% por encima del mínimo histórico registrado en diciembre de 2023, y se acerca a los valores máximos de 2015, encontrándose apenas un 5% por debajo del pico alcanzado en julio de 2015. La AUH actual se sitúa un 20% por encima de su promedio histórico desde noviembre de 2009.
El análisis por subperíodos refuerza esta tendencia positiva. Entre noviembre de 2023 y junio de 2025, la AUH creció un 107,3% en términos reales. Si se considera el período de diciembre de 2023 a diciembre de 2024, el crecimiento real fue superior al 103%.
Incluso en períodos más recientes, como junio de 2024 a junio de 2025, la AUH aumentó un 5,6%, y entre enero y junio de 2025, registró un incremento del 2%. Este último período refleja que, al no disponer el gobierno de nuevos aumentos extraordinarios, su evolución siguió la movilidad jubilatoria.
La brecha de los salarios
La situación de los salarios, por otra parte, presenta un panorama dual, con los trabajadores del sector privado formal logrando una estabilidad relativa, atados a recomposiciones con limites en numerosas paritarias, mientras que los empleados públicos sufren una caída significativa de su poder adquisitivo.
Los sueldos privados formales experimentaron una fuerte contracción real hacia fines de 2023, pero luego mostraron una recuperación que los ha llevado a ubicarse en niveles similares a noviembre de ese año.
A pesar de esta volatilidad, en términos reales, la capacidad de compra se encuentra un 21% por encima del mínimo de junio de 2002, aunque todavía un 26% por debajo del máximo registrado en agosto de 2013.
En comparación con su promedio histórico desde noviembre de 2009, los salarios privados registrados se ubican un 13% por debajo en su poder para adquirir bienes.
El análisis por subperíodos de los salarios privados formales indica que se mantuvieron prácticamente estables (-0,6%) entre noviembre de 2023 y junio de 2025. Sin embargo, mostraron un avance del 13,7% de diciembre de 2023 a diciembre de 2024, y un crecimiento del 4,3% entre junio de 2024 y junio de 2025.
Más recientemente, de enero a junio de 2025, los salarios que se pagan en la actividad privada acumularon una pérdida real del 1,2%.
Salario público, en achique
En contraste, los salarios públicos han sufrido un deterioro más profundo. El informe destaca que estos acumulan una caída superior al 15% desde el inicio del actual gobierno.
A diferencia de los salarios privados, los del sector público no lograron recomponerse de manera significativa tras la caída inicial de principios de 2024 cuando el Gobierno dispuso poner en marcha un fuerte ajuste en el gasto público y permanecen en esa condición, rezagados.
La tendencia de los salarios públicos ha sido decreciente desde comienzos de los años 2000, señalan los analistas de Ecosur.
El valor de junio de 2025 se encuentra un alarmante 61% por debajo del dato de diciembre de 2001 en términos reales, aunque muestra una mejora del 8% respecto a enero de 2024, que fue el mínimo de los últimos 25 años. Respecto al promedio histórico, el salario público actual es un 30% menor.
Los datos por subperíodos para los salarios públicos revelan una caída del 15,6% real entre noviembre de 2023 y junio de 2025. En el período de diciembre de 2023 a diciembre de 2024, apenas subieron un 0,7%. Mostraron un ligero repunte del 4,1% de junio de 2024 a junio de 2025, pero casi no variaron (-0,3%) entre enero y junio de 2025.
Jubilaciones: suben lento
La situación de las jubilaciones es compleja y está fuertemente diferenciada por la inclusión o no del bono complementario. Las jubilaciones, al igual que los salarios, tuvieron una gran caída al inicio del mandato del gobierno, para luego recuperar parte de su poder adquisitivo.
El haber mínimo jubilatorio sin bono ha logrado una recuperación respecto al piso de 2024, ubicándose hoy un 10% por encima del valor de noviembre de 2023.
Desde abril de 2024, el haber mínimo se ajusta por la variación del IPC con un rezago de dos meses, lo que le ha permitido mejorar levemente mes a mes con la inflación a la baja.
En términos históricos, el poder adquisitivo de la jubilación mínima sin bono se ha deteriorado en los últimos años. Medido en valores constantes, el haber mínimo de agosto de 2025 es un 47% inferior al de septiembre de 2015, aunque ha logrado ser un 56% más alto que el mínimo de febrero de 2024.
En comparación con su promedio histórico desde noviembre de 2009, el haber mínimo sin bono es un 32% más bajo.
Para los subperíodos, el haber mínimo sin bono se incrementó un 10,8% entre noviembre de 2023 y junio de 2025. Entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, subió un 12,8%. De junio de 2024 a junio de 2025, el aumento fue del 5,6%, y en el período de enero a junio de 2025, creció un 2%, como la AUH.
Sin embargo, la situación cambia drásticamente al considerar el haber mínimo jubilatorio con bono. Esta categoría continúa rezagada debido al congelamiento del complemento.
El bono jubilatorio permanece congelado en $70.000 desde marzo de 2024, lo que impide que el valor de la jubilación mínima más el bono crezca en términos reales. Como resultado, el haber mínimo con bono se encuentra hoy un 6% por debajo del valor de noviembre de 2023.
Las conclusiones son similares en perspectiva histórica: en agosto de 2025, el monto del haber mínimo más el bono acumula una caída real del 38% respecto al máximo de los últimos 16 años, alcanzado en diciembre de 2019.
No obstante, ha crecido un 25% desde febrero de 2024, cuando tocó el piso del período bajo estudio. Comparado con el promedio histórico, la jubilación mínima con bono es un 21% inferior.
En los subperíodos, el haber mínimo incluyendo el bono se redujo un 4,6% entre noviembre de 2023 y junio de 2025. De diciembre de 2023 a diciembre de 2024, la caída fue del 5,8%. Entre junio de 2024 y junio de este año, disminuyó un 2,9%, y de enero a junio de 2025, cayó un 1,2%.
El informe de Ecosur pinta, de tal manera, grandes contrastes en la evolución del poder adquisitivo de los ingresos en Argentina.