La inflación del año 2023, que en Córdoba superó el 200% (fue del 206,9%) fue la más alta del mundo. Superó, por ejemplo, a países como Venezuela y Líbano, que viven una realidad completamente diferente, con crisis humanitarias y sistemas institucionales muy agudos.
Al repasar los números de lo que pasó en 2023, las referencias no dejan de impactar. Porque, en la vida diaria, todos sabemos que hubo bienes y servicios que aumentaron muy por encima del ya impresionante IPC del año medido por las direcciones de estadística del país.
Repasemos. Lo que más subió el año pasado en Córdoba fueron los aparatos telefónicos. En Córdoba, el incremento fue del 487,54%, con un incremento - atentos - del 140% en diciembre pasado, en la transición entre el gobierno de Alberto Fernández y el de Javier Milei.
Lo curioso es que en noviembre el mismo producto había sufrido... deflación. Sí, los aparatos habían bajado un 8,55% en relación a octubre, mes en el que habían subido... 0,11%.
Otro de los productos que más subieron en el año fueron las computadoras y sus accesorios. En Córdoba, el incremento anual marca que en promedio aumentaron 385,15%.
En este caso, la suba de diciembre fue más moderada: “apenas” llegó al 47,57%.
En general, todos los electrodomésticos (equipos de computación, fotográficos, de cuidado personal) superaron el 300% de aumento. Claro que su ponderación en el índice de precios no es tan fuerte como lo es la carne.
La carne y otros bienes
Según el Centro de Estadísticas de Córdoba, la carne y sus derivados subió 303,48% en el año pasado. Es el primer alimento que aparece en el listado de los bienes que más aumentaron, y es uno de los que más pesa en la ponderación.
¿Cuánto subió en diciembre pasado? 31,12%.
En el “ranking” de alimentos que se fueron por las nubes le sigue el azúcar, con el 273% de aumento en un año.
También los productos farmacéuticos se alejaron del promedio, para alcanzar el 269% de incremento durante 2023, con una suba del 48% nada más que en diciembre (en octubre habían subido el 3,79%).
Lo que menos subió
En la otra punta de la lista de la inflación aparecen los bienes y servicios que tuvieron y tienen regulación; es decir, que el Estado, bajo algún mecanismo (una ley o su potestad) puede definir cuánto le salen a los ciudadanos.
Fueron los alquileres lo que menos aumentó en el año que pasó: sumaron, promedio, un incremento del 82,23%, por supuesto por la existencia de la ley (derogada por el DNU de Milei) que alteró el mercado y desdibujó la realidad del sector.
¿Ejemplos? En diciembre, la suba fue del 7% y en noviembre, del 2,05%.
Es esperable, entonces, que a partir de la desregulación en enero y los meses que siguen se vean fuertes aumentos en esta cuestión.
También subió “poco” la electricidad, que alcanzó el 104,65% y el gas, el 116,28%. Ambos muy lejos del 206% de la inflación promedio, lo que, como en el caso de los alquileres, promete fuertes subas para acomodarse en el escenario de los precios relativos.
