El estamento de “la abogacía” en el Consejo de la Magistratura –cuatro escaños, repartidos por D´Hont– transita horas decisivas: el viernes 16 cierran las listas de candidatos que competirán el 18 de octubre para ingresar al organismo que concursa los cargos en la Justicia Federal y sanciona a sus integrantes, una pieza clave en el esquema de poder y un lugar apetecido por todos los partidos políticos.
Ignacio Segura, presidente del Colegio de Abogados de Córdoba
Ignacio Segura, el presidente del Colegio de Abogados de Córdoba, irrumpió como candidato cuando los dos postulantes que representan a Juntos por el Cambio –el filorradical Miguel Piedecasas y el cordobés Carlos Matterson, ligado a Daniel Angelici– mantienen sus candidaturas y amenazan con romper la coalición en esta elección. El kirchnerismo –La Cámpora en particular– juega aparte, posiblemente tras la candidatura de Raúl Recalde. Lo dicho: es una lucha de pesos pesados.
En este marco, haciendo propio el libreto de Juan Schiaretti, Segura se propone como una alternativa por la avenida del medio, “por encima de la grieta”, aunque jugando en tándem con el massista José Sánchez (de la Federación Argentina de Colegios de Abogados) y Fernanda Vázquez, decana de Derecho en la Universidad de Lomas de Zamora, cuyo terminal es Diego Molea, rector de esa casa de estudios e integrante del Consejo de la Magistratura. Su espacio se llama Abogacía Federal, e intentará retener la silla que en el Consejo de la Magistratura ocupa Fernanda Vázquez.
Pese a esto, Segura salió a desmarcarse de La Cámpora. El cristinismo buscaría sumar un escaño duro de la mano de Héctor Recalde, destacado abogado laboralista, exdiputado nacional del Frente para la Victoria y padre de Mariano, uno de los jefes de la agrupación que fundó a principio de siglo Máximo Kirchner.
En ese plan, Segura confronta al decir que “es positivo” para el Consejo de la Magistratura que el presidente de la Corte Suprema de Justicia lo lidere, ya que le da “cercanía y proximidad a la problemática del Poder Judicial”. En ese sentido, no dudó en asegurar que Horacio Rosatti, el actual titular del máximo tribunal, “trabaja muy activamente”. Una clara diferenciación del discurso kirchnerista.
–¿Es posible que su agrupación tenga un acercamiento con el kirchnerismo?
–Hay una contraposición clara de intereses, con una construcción política distinta: nosotros vamos por el respeto a las instituciones y la independencia del Poder Judicial, que es un mandato de los abogados de a pie y la colegiación profesional. No veo posible un acercamiento con la lista de La Cámpora. Nosotros representamos la antigrieta, vamos por el centro.
–Parece el discurso de Schiaretti. ¿Tiene el apoyo del gobernador o del PJ Córdoba, que usted integra?
–Puede que se asemeje al discurso del gobernador, pero nosotros, más allá del apoyo que hayamos tenido en alguna oportunidad, siempre construimos independientemente de la estructura del PJ provincial. Nosotros tenemos una construcción plural, de consenso y pluralidad dentro del Colegio de Abogados. Ese es nuestro modelo de gestión. Ese es nuestro gran capital.
Abogacía Federal tomó impulso por el inesperado desorden en el que cayó Juntos por el Cambio: Miguel Piedecasas y Carlos Matterson tensionan de tal manera que podría haber una confrontación entre ambas listas, un “fratricidio” que podría poner en riesgo la mayoría que hoy tienen en el estamento de la abogacía: de las cuatro sillas, tres son de Juntos (Matterson, Jimena de la Torre y Diego Marías).
Por eso, Segura señala: “Asistimos a una pelea partidaria para ver quién es el candidato que representa a un espacio político. Nosotros construimos desde la abogacía. Nuestra ‘terminal’ es la abogacía, no un partido político, más allá de la pertenencia de cada uno”.
–¿Su candidatura depende de que Piedecasas y Materson mantengan esta división?
–Nuestra estrategia no cambia: el D’Hont nos da la posibilidad de acceder al Consejo de la Magistratura, en el marco de una construcción inteligente y federal. Seré yo o la doctora Vázquez, pero estamos convencidos de que lograremos al menos una silla –dice Segura al confirmar que su postulación no está atada a la resolución del conflicto interno de Juntos.
Con la lista aún abierta, Segura intenta correrse de la grieta: “Desde la abogacía, podemos aportar soluciones al Poder Judicial: hoy la visión que hay en el Consejo de la Magistratura es la de los jueces y la política, no la de abogadas y de abogados litigantes que quieren una Justicia independiente”, agrega.
En el poroteo, Segura se muestra confiado en lograr en Córdoba un apoyo importante. Sin embargo, sabe que en esta elección la ciudad de Buenos Aires tiene un peso desmesurado: 60 mil matriculados en un puñado de kilómetros cuadrados.
En esa jurisdicción, comanda el Colegio de Abogados Ricardo Gil Lavedra, socio estratégico de Piedecasas; aunque eso no garantiza que pueda traccionar los votos: sostuvieron su candidatura 13 agrupaciones ligadas a Juntos, por lo que se prevé un desbande de ese espacio. La división de Juntos en el principal distrito de la abogacía entusiasma a Segura.
