Santiago Mignone, presidente de IDEA y socio principal de PwC, y Fabián Kon, CEO del Grupo Financiero Galicia, coincidieron en que el eje central del debate económico actual es la consolidación del equilibrio fiscal, la estabilidad de precios y la necesidad de avanzar con reformas estructurales.
En diálogo con La Voz, para ambos, el sector privado ya expresó con claridad su posición y la política empieza a tomar nota. “El mensaje del empresariado fue transmitido y está ganando consensos: el equilibrio fiscal llegó para quedarse”, afirmó Kon . Por su parte, Mignone sostuvo que “la política entendió la urgencia de impulsar las reformas laboral y tributaria para devolver competitividad a la economía argentina”.
Un mensaje compartido
Desde perspectivas distintas, una financiera y otra institucional, los dos ejecutivos coincidieron en que la prioridad del país es mantener el orden macroeconómico y generar confianza.
Para Kon, la estabilidad fiscal “es lo que da estabilidad a la moneda y permite tasas razonables”, un paso indispensable para que crezca el crédito y la inversión.Mignone, en la misma línea, afirmó que “cuanto antes se hagan las reformas, más rápido se producirá el crecimiento de la economía. La urgencia tiene que ver con eso: con la necesidad de una reacción rápida que beneficie a todos los argentinos”.
Ambos remarcaron que las empresas están dispuestas a acompañar este proceso, pero subrayaron la importancia de que el Estado avance en una reducción efectiva del gasto y una simplificación impositiva. Según Kon, el sistema tributario argentino “no premia la inversión ni la reinversión”, mientras que Mignone reclamó que “el peso de la carga fiscal es el principal obstáculo para la productividad”.
Volatilidad electoral y largo plazo
Consultado sobre el impacto del proceso electoral, Kon reconoció que “la coyuntura está dominada por una alta volatilidad”, pero confió en que “tras las elecciones de medio término la situación tenderá a normalizarse, incluso con una baja de tasas de interés”.
Mignone coincidió en que la volatilidad actual “es transitoria” y que el sector privado mantiene una mirada de mediano y largo plazo. “Las empresas van a abrir igual, no importa el tipo de cambio ni la tasa del momento. Lo que nos importa es la tendencia. Si entendemos que la inestabilidad es pasajera, no nos altera los planes de negocio”.
Reforma fiscal y crédito
Ambos dirigentes resaltaron que el equilibrio fiscal debe complementarse con una reforma tributaria integral. Para Kon, no basta con mantener las cuentas equilibradas: es necesario “un sistema que promueva el empleo y la inversión, no que los desincentive”.
El titular de Galicia insistió en que “hacen falta tasas más bajas para que el crédito crezca fuertemente” y que los bancos argentinos están en condiciones de financiar la reactivación “si se reduce el riesgo país y se consolida la baja de la inflación”.
En tanto, Mignone planteó que la competitividad debe verse “no solo hacia adentro, sino también hacia afuera”, en un contexto global donde Argentina puede aprovechar su potencial exportador. “Las empresas tienen que animarse a ser más productivas y a integrarse en las cadenas de valor mundiales”, señaló.
Reformas estructurales y consenso político
Tanto Kon como Mignone coincidieron en que las reformas estructurales son inevitables para consolidar el crecimiento.
“El equilibrio fiscal y la baja de la inflación son condiciones necesarias, pero no suficientes. Hay que acompañarlas con un marco institucional que dé previsibilidad”, resumió Kon.Mignone, por su parte, subrayó que el empresariado “no está pidiendo, sino conversando con la política”.
Para el alto ejecutivo del sector financiero, “hay una coincidencia muy clara: todos entendemos que no se puede vivir con déficit fiscal. La ciudadanía lo comprendió, y la política está empezando a adaptarse”, afirmó.
Ambos empresarios compartieron un diagnóstico común en el sentido de que la Argentina necesita estabilidad, reglas claras y un compromiso sostenido entre el sector público y el privado.
Para Kon, eso implica reconstruir el ahorro a largo plazo y fortalecer el mercado de capitales; para Mignone, crear condiciones que estimulen la inversión, la innovación y la productividad.