Mar del Plata, enviado especial. La primera jornada del 61 Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) concluyó con una sensación ambigua. Pese al decidido apoyo expresado nuevamente por Estados Unidos, a través de la compra de pesos mediante un banco privado para evitar una escalada del tipo de cambio, el clima entre los empresarios fue por lo menos de prudencia.
Más de mil ejecutivos se dieron cita en el hotel Sheraton de Mar del Plata, en un contexto de cautela por el impacto del inusual respaldo de Washington en la marcha de la economía, dado que persisten las dudas sobre el rumbo que tomará la política después de los comicios.
“Es raro, el Gobierno está ejecutando todo lo que pedimos: controlar la inflación, prometer las reformas de fondo para nivelar la cancha y apuntalar la generación de un clima de negocios, pero nadie se aleja de la expectativa por qué va a ocurrir con el dólar después de las elecciones”, confió un CEO que prefirió el anonimato, interpretando el sentimiento general de los pasillos.
La mirada sobre la ayuda
“¿Vemos positiva la relación con Estados Unidos?, si la vemos como positiva. Pero ni siquiera todavía conocemos los acuerdos. Sirvió para bajar un poco la volatilidad electoral”, dijo Santiago Mignone, presidente de Idea, ante una consulta de La Voz.
El ejecutivo, socio de PwC, aclaró que cuando pasen las elecciones se requieren de consensos y explicó que la oposición más dura también fue invitada al Coloquio, pero no asistió.
Por el momento, fueron pocos los que hablaron en público. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), y Martín Rappallini, su par de la Unión Industrial Argentina (UIA), ofrecieron algunos puntos de vista.
Pino celebró el respaldo de Estados Unidos como “una gran señal de confianza”. Dijo que el país debe aprovechar la oportunidad global y, sobre las retenciones, pidió “dialogar” para que Washington comprenda las condiciones económicas que enfrenta hoy la Argentina.
“Es otra oportunidad de un mundo que demanda lo que nosotros tenemos. Tenemos que generar las condiciones de confianza para que nos desarrollemos”, señaló.
Rappallini sostuvo que la Argentina recién “está comenzando este cambio económico” y que los empresarios deben adaptarse al nuevo proceso de competitividad. “Salimos a la cancha con una mochila de piedras, queremos que nos las saquen para poder competir”, expresó.
Durante el panel El marcador de la competitividad, el también CEO de Cerámica Alberdi Desarrollos señaló que “la competitividad no se logra de un día para otro, sino paso a paso”. Advirtió que el contexto sigue siendo difícil, con caída de la actividad y tasas altas, y pidió “un marco macroeconómico ordenado” para sostener la recuperación.
“Hay que darle al consumidor argentino el mejor precio y la mejor calidad, aunque la empresa no exporte”, enfatizó. Para Rappallini, el desafío es acompañar el cambio sin perder la capacidad productiva.
En ese clima, el presidente de YPF, Horacio Marín, aportó un mensaje optimista centrado en el futuro energético del país. Proyectó que la Argentina generará exportaciones por 300.000 millones de dólares entre 2031 y 2050, impulsadas por el desarrollo del gas y el petróleo. La mitad de esa cifra provendrá del Gas Natural Licuado (GNL), que podría aportar u$s 15.000 millones anuales.
Marín consideró que el respaldo de Estados Unidos “consolida el excelente plan económico” y sienta las bases para una nueva etapa de inversión y transformación. “Se está dando la base para que pueda continuar”, remarcó.
El titular de la petrolera también subrayó la necesidad de reducir el “costo argentino” para recuperar competitividad: “Con las reformas adecuadas, la Argentina tendrá el precio más barato del mundo en energía”, aseguró.
El economista Esteban Domecq, en tanto, puso el foco en la importancia de la estabilidad y el financiamiento. “La estabilidad es un principio innegociable para cambiar la realidad de las empresas”, advirtió. Señaló que las pymes enfrentan tasas del 83% TNA, frente a un rango de entre 8% y 14% en la región, y pidió “una hoja de ruta clara” para revertir la desventaja competitiva.
Adorni y las reformas
Durante la jornada, los ejecutivos siguieron con atención los eventuales anuncios sobre el acuerdo con Estados Unidos. A media tarde, Adorni confirmó que el viernes en San Nicolás se anunciarán los detalles de las reformas estructurales en materia laboral y fiscal.
“El equilibrio fiscal es innegociable para el Gobierno. Le dedicamos estos dos primeros años a estabilizar el desastre económico heredado. En el segundo bienio debemos llevar a cabo las reformas estructurales que hacen falta”, explicó.
El vocero presidencial señaló que el Ejecutivo presentará en el Congreso un paquete con reformas laborales orientadas a modernizar el sistema de trabajo: “Necesitamos que las empresas, desde las más chicas hasta las más grandes, quieran contratar empleados. Desde hace 15 años en la Argentina, en términos netos, no se crea un solo empleo privado formal”.
Entre los puntos destacados, mencionó la modernización de los convenios colectivos, la digitalización de los procesos registrales, la eliminación de lo que llamó “la nefasta industria del juicio laboral” y la creación legal de un banco de horas para atender necesidades puntuales de las empresas.
Asimismo, anticipó que se presentará un programa de reformas tributarias que contempla la anulación de 20 impuestos considerados distorsivos y sin impacto real en la recaudación.
“Confiamos en que vamos a encontrar un Congreso mucho más reformista a partir del 10 de diciembre, no solo por los que sume La Libertad Avanza sino por otros dirigentes que no creen que haciendo la danza de la lluvia se mejora la economía”, afirmó.
Adorni cerró su exposición con un mensaje político: “Todos los demás caminos ya fracasaron. Por eso la oposición solo vende desesperanza. No hay que bajar los brazos, hay que dar la batalla para nunca más volver al pasado que tanto daño nos hizo y tanta pobreza nos trajo, junto con el aislamiento del mundo”.
Para mañana jueves la expectativa se centra en la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, de quien se esperan detalles de los acuerdos. También, el primero de los dos paneles que habrá con gobernadores, en los que expondrá el mandatario cordobés, Martín Llaryora.