El Sindicato de Mecánicos (Smata) alcanzó un acuerdo con la automotriz Toyota Argentina para adelantar en las próximas semanas el pago del medio aguinaldo de fin de año, y con ello generó el interrogante hacia otras compañías que analizaron replicar la decisión.
Uno de los motivos más fuertes de esa alternativa está estrechamente vinculado con el calendario electoral: para los gerentes de las empresas, es muy difícil entrever qué va a pasar con la economía tras el resultado electoral del 22 de octubre.
En Córdoba, al menos una empresa de servicios financieros, con tres mil empleados, dispuso anticipar ese beneficio, como una forma de defender el salario de sus colaboradores del fogonazo inflacionario que podría potenciarse con la mayor emisión del llamado “plan platita”.
Sin embargo, la acción parece por ahora reservada para grandes compañías, ya que una ronda de consultas efectuada por LA VOZ entre pymes no encontró que otras se sumaran a esta movida, en un momento en el que todavía están cubriendo los acuerdos salariales oportunamente convenidos en paritarias.
“Se ha acortado de cuatro meses a dos meses la frecuencia con la que las empresas incrementan los sueldos de su personal, otra cosa no se ve en el mercado”, señaló Marcelo Brandariz, especialista del área previsional y laboral de Price Waterhouse Argentina (PWC).
Para el caso de Toyota, la fecha de pago del medio aguinaldo será el 6 de octubre. El trabajador podía desestimar hasta ayer miércoles la posibilidad de recibir el pago, dado que en la práctica se liquida como un anticipo de haberes.
Qué dice la ley
Esto se hace así, explicó Brandariz, porque, de acuerdo con la Ley de Contrato de Trabajo, el aguinaldo debe pagarse en junio y en diciembre, pero, para el caso de un anticipo, queda abierta la liquidación final, más en un contexto inflacionario como el actual.
“Legalmente no está visto como una práctica permitida, pero las empresas pueden hacerlo de ese modo. Deben tener en cuenta que por ley no pueden adelantar más del 50% del sueldo”, explicó. En teoría, según la ley, ese adelanto debería descontarse al mes siguiente, cosa que no ocurrirá con la automotriz, que lo devengará a fin de año, en diciembre.
La restricción apunta a preservar la buena práctica financiera del empleado, es decir, que no se quede sin ingresos por haber tomado anticipos.
Otra cosa indispensable para poder anticipar el medio aguinaldo pasa por haber alcanzado un acuerdo con la representación sindical. Ello le otorga un contexto de certeza a la operación. Por ello, en el caso de Toyota, fue trascendental la participación del Smata. En las automotrices cordobesas no hay previsiones en ese sentido.
Algunas entidades financieras nacionales también dispusieron adelantar esa erogación. En Córdoba, Naranja lo hizo. En la misma línea se suma Naranja X, la fintech del Grupo Galicia.
Pero, a nivel de Pyme, la batalla del momento es otra. “Cayeron las ventas, vamos a ver qué pasa después de las elecciones”, resumió un empresario del sector del neumático.
Los que no pueden
Ese panorama de menores ventas cruza a otros rubros. Un industrial metalúrgico del interior confesó que hay un “derrumbe” de demanda. “Esta actividad está muy mal desde hace casi un año, se cayó el mercado”, dijo con relación a los grandes vehículos.
Otros prefieren no pagarlo para evitar presiones internas. “Lo he aplicado en algunos casos puntuales, adelanto de plata contra aguinaldo, y tenés la alegría cuando lo reciben y problemas en diciembre, que es un mes muy demandante y todo el mundo necesita plata”, agregó un colega del sector materiales de construcción.
También se ensayan otras fórmulas. “Estamos pensando en adelantar bajo el concepto ‘anticipo de bonos de fin de año’, pero sin intención de descontarlo del bono de fin de año”, agregó otro empresario pyme cordobés.
Un industrial de la alimentación planteó una situación que también expresaron algunas empresas del rubro pero de gran tamaño. “De casualidad que no cerramos por falta de insumos, mirá si vamos a adelantar el aguinaldo”, subrayó con firmeza.
En la Unión Industrial de Córdoba (UIC), se considera que la situación financiera les deja escaso o nulo margen a las pymes para asumir un compromiso de esta naturaleza. “El tema no ha sido tratado en la entidad”, comentó una fuente.
En el mejor de los casos, ocurre que algunas industrias se encontraron con que habían juntado fondos para pagar importaciones, pero luego, por las restricciones del Gobierno nacional, se encontraron con los recursos pero sin la posibilidad de girar.
Hay sectores que todavía están pagando los acuerdos salariales de paritarias o renegociaciones pedidas por los gremios, como el caso de la alimentación.
Cobrar lo convenido
Héctor Morcillo, secretario General de Stia, reconoció que en esa actividad no se habla de anticipar el aguinaldo. “Por ahora nuestra preocupación es que le ganemos a la inflación mes a mes, tratando de pasar de acuerdos trimestrales a bimestrales”, comentó a este medio.
Existen situaciones en las que, pese a que no se ha llegado al porcentual de incremento inflacionario dispuesto por las “cláusulas gatillo”, lo mismo los gremios comienzan a mover las gestiones.
“Está complicado. En las empresas hay mucha preocupación por tratar de acompañar a sus empleados en el momento que atravesamos”, complementa Brandariz. Pero la realidad suele correr la intención a un terreno de limitaciones.
