Tanto del lado de la oposición como en el oficialismo, todo da vueltas alrededor de un tema: la fecha de presentación del texto completo del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las reuniones que durante el fin de semana mantuvieron el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán en Olivos confirman que los tiempos se acortan.
Más aún teniendo en cuenta que en marzo Argentina debe volver a pagar fuertes desembolsos en concepto de intereses y devolución de capital del crédito entregado al país durante el gobierno de Mauricio Macri. Entre 2022 y 2023 el Estado argentino debe devolver casi 40 mil millones de los 44 mil millones facilitados en 2018.
La semana pasada, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Illan Goldajn, confirmó que ese organismo “está cerca” de los funcionarios argentinos en pos de arribar a un “acuerdo completo”.
El texto va a ser enviado al Congreso para ser aprobado a instancias del Ejecutivo. El objetivo de Fernández es que la renegociación cuente con el aval del Poder Legislativo como una manera de validar lo firmado.
La Argentina acordó con el FMI un complejo entramado de mecanismos de aportes y repagos que exige, a su vez, un fuerte control y supervisión por parte del organismo crediticio.
Del lado más duro del kirchnerismo entienden que esto se convertirá en una especie de cogobierno con el Fondo. El silencio de Cristina Fernández deja entrever disconformismo.
En Juntos por el Cambio, si bien se han mostrado críticos, salvo algunas voces en contrario, la mayoría habla de apoyar, pero que primero “hay que ver la letra chica”.
Detalles del acuerdo con el FMI
Precisamente estos detalles son los que se esperan conocer esta semana, cuando Guzmán eleve el proyecto al Congreso.
La idea de Guzmán, con el nuevo acuerdo es cubrir los problemas de la balanza de pagos, fortalecer las escuálidas reservas del Banco Central y estabilizar la macroeconomía.
El nuevo acuerdo supone sucesivas entregas del FMI en mejores condiciones que se van a usar para ir cubriendo las obligaciones del acuerdo stand by del 2018.
Los detalles que faltan serían los vinculados a las fechas de los primeros desembolsos que logren fortalecer las reservas con la idea de acumular lo más posible en el inicio del programa.
Las disputas, que se cerrarían esta semana, estarían en el escalonamiento de esos pagos.
