El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que el Gobierno está “tranquilo” frente a la suba del dólar y defendió el sistema de bandas cambiarias como herramienta para evitar una corrida.
Además, minimizó el impacto del fallo de la jueza Loretta Preska en EE.UU. por el caso YPF y descartó que exista riesgo sobre la propiedad estatal de la empresa.
–El dólar se está despertando de a poco y se acerca a la banda de 1.400. ¿Están preocupados por eso? Siempre que se mueve, se traslada a precios.
–Estamos retranquilos, no nos mueve un pelo el tema. Las reglas están claras. La diferencia es que el Gobierno fijó reglas muy claras: el piso y el techo de la banda. Cuando llegue al techo, vendo, y cuando llegue al piso, compro. Para no dejar que pase los 1.400, se sacan pesos del mercado. Acá, lo que pasa es que la masa monetaria es la misma, no se imprimen billetes. El viejo cáncer argentino ya no está. El Gobierno dice que esta es la masa monetaria y no se va a mover. De manera que, si me veo en la necesidad de vender dólares para sacar pesos del mercado, la inflación no debería moverse. Porque va a haber menos pesos para comprar bienes y servicios. La economía se maneja en esos términos. Lo que pasa es que los actores de la economía tienen que terminar de comprender cómo son y cómo funcionan estas reglas de juego. Así que, mientras el dólar se mantenga dentro de las bandas, tenemos que estar tranquilos. Y como de las bandas no va a salir, porque el Gobierno las va a hacer cumplir, estamos bien. Estamos tranquilos.

La situación de YPF
–¿Cuán preocupado está el Gobierno por la situación de YPF, por el reclamo desde Estados Unidos? ¿Considera que existe la posibilidad de que el Estado argentino pierda el control de la propiedad de esa empresa?
–No, cero problema. Para la Argentina, cero problema. Por varios motivos. Primero, porque la jueza Preska no tiene ninguna autoridad, porque hay un derecho soberano de la Argentina. Un estado, como Estados Unidos, puede meterse con bienes de otro estado que están en su país, pero no puede hacerlo con bienes en Argentina. Y las acciones de YPF están en la Argentina. No hay ningún motivo para preocuparse por la titularidad de las acciones. Además, YPF va a ser el mayor actor de la economía argentina de los próximos años, por sus reservas de gas y petróleo no convencional. Nosotros estamos trabajando junto con todas las empresas energéticas para que tengan la infraestructura para exportar esa energía. Entre el campo, la minería, el petróleo y el gas está el futuro de Argentina. Así que si eso estuviera en riesgo, estaríamos preocupados, pero no lo estamos. Pero además, en EE.UU. quedan varias instancias: una, está en la Cámara Federal, que tiene un sistema muy particular, porque hay que sortear los tres jueces que van a intervenir sobre el fondo de la cuestión, y ahora sobre la ejecución de la sentencia. Eso llevará un tiempo. Y después está la Corte Suprema. Y también está cualquier investigación que pueda hacerse sobre el sustrato de toda la operación de compra, venta y expropiación. Ahí hay toda una trama. Este episodio sucedió entre la Argentina y España: con la compra de Repsol, y su venta. Allí hubo sociedades de distinta constitución, que eran las de los Eskenazi, las Petersen, que se constituyeron en España y en Australia. Hay que investigar por qué el grupo Petersen adquirió esas acciones. ¿Por qué las vendió Repsol? ¿Qué le pasaba que no podía cobrar dividendos? ¿Y por qué, cuando entró el grupo Petersen como accionista, empezó a cobrar dividendos y pudo pagar los créditos que recibió? Porque hay que recordar que no puso un peso propio. ¿Y por qué después se expropiaron las acciones por parte del gobierno de Cristina Kirchner? ¿Cómo termina el fondo Burford aquiriendo los derechos del reclamo? Si yo fuera Estados Unidos, diría: “Pará, acá hubo un fraude para hacerse de estas acciones y están utilizando mi Justicia para convalidarlo. Hagamos una investigación”.