“TODOS PELEADOS”. En mayúsculas y con ironía, el vicejefe de Gabinente, Lisando Catalán, escribió en X esa frase la que acompañó con una foto que les tomó juntos a Guillermo Francos, al asesor presidencial Santiago Caputo y a la poderosa secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Con esa postal, el Gobierno busco echar por tierra los rumores de fuertes divergencias entre el jefe de Gabinete y Caputo, figuras clave de la administración libertaria. Al menos, buscó cerrar esa interna.
La imagen fue tomada este martes luego de la reunión de la mesa política que funcionada desde hace semanas para mejorar la articulación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Ese espacio debió ser recreado con el involucramiento directo del presidente Javier Milei luego de sucesivas y dolorosas derrotas legislativas para el oficialismo. El principal logro que se le atribuye a la mesa política desde su conformación es la resistencia al veto presidencial logrado la semana pasada por el oficialismo.
El último cortocircuito entre Francos y Caputo tuvo como foco de diferencia la polémica y criticada reglamentación de la Ley de Acceso a Información Pública, una jugada atribuida al principal asesor presidencial.
Francos, al exponer en Diputados en su informe como jefe de Gabinete había dejado abierta la posibilidad para realizar modificaciones que habían sido reclamado incluso por aliados al Gobierno, entre ellos miembros de la bancada del PRO, que impulsó esa ley en 2016 durante la gestión de Mauricio Macri.
La tensión llegó al máximo cuando el día después, el vocero presidencial Manuel Adorni desautorizó al jefe de Gabinete por indicación de Santiago Caputo.
Luego de ese episodio le siguió una internación repentina de Francos por un cuadro “gastrointestinal agudo”, según se informó oficialmente. En aquel momento, hubo versiones luego desmentidas de que el jefe de Gabinete pensaba dejar el cargo al sentirse desautorizado por Caputo, que ni siquiera tiene cargo formal en la estructura del gabinete, pero que para el Presidente es parte del “triángulo de hierro” junto con su hermana Karina.
Días atrás, en una entrevista que le concedió a Clarín, Catalán, el segundo de Francos, desmintió que exista una pelea entre su jefe y Santiago Caputo. “No hubo ninguna pelea ni discusión. Tienen delimitados sus roles: Santiago Caputo es un asesor muy importante para el presidente y Guillermo Francos es el jefe de Gabinete. Puede haber una visión distinta sobre un tema, se discute y se resuelve. La opinión pública maximiza cuando hay diferencias. Soy testigo de su buena relación”, señaló el funcionario, que ayer tomó la fotografía con la que el Gobierno buscó ponerle fin a esa polémica.
