La expresidenta Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof se reunieron finalmente en la tarde de este jueves para comenzar a delinear la estrategia electoral en la provincia de Buenos Aires. El encuentro se dio luego de que la exmandataria anunciara que será candidata legislativa, buscando unificar la estrategia del peronismo bonaerense.
La reunión se concretó a última hora del jueves tras un día de rumores y desmentidas. Fue un significativo acercamiento luego de más de cinco meses de distancia entre ambos dirigentes.
Desde el entorno del gobernador fueron concisos y señalaron que “se conformará un grupo integrado por representantes de los diferentes espacios para intentar construir una estrategia que confluya en listas conjuntas”.
Sin embargo, desde ambos sectores se encargaron de advertir que “esto no implica que ya esté todo arreglado ni que la unidad sea un hecho”, remarcando que aún resta mucho por hablar entre estos “diferentes espacios”.
Presiones por unidad y el contexto del encuentro
El acercamiento entre la exmandataria y su exministro de Economía se produce por la decisión de CFK de ser candidata en la tercera sección electoral, un área de fuerte arraigo peronista que obliga al gobernador a sentarse a negociar.
Además, la reunión se enmarca en la confirmada alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, que irán juntos en todo el territorio bonaerense.
El encuentro presencial de este jueves fue el segundo contacto entre ambos dirigentes en la semana, después de que Cristina Kirchner llamara por teléfono a Kicillof el martes, poniendo fin a cinco meses de silencio y una feroz interna entre la agrupación de Máximo Kirchner (La Cámpora) y el mandatario provincial.
Tensiones y diferencias internas
Una de las principales divergencias radica en la estrategia electoral. Cristina Kirchner insiste en que hay que nacionalizar la discusión con Javier Milei, y expresó públicamente y en privado que el desdoblamiento de las elecciones decidido por Kicillof fue un error, planteando que el gobernador debería dar marcha atrás para no arriesgarse a una derrota.
Kicillof, en cambio, entiende que, a riesgo de no poder explicar un resultado adverso, este es el año para separarse de su jefa política si quiere ser un candidato competitivo a presidente en 2027.
Los intendentes que se la jugaron por Kicillof para encarar un proyecto nuevo se negaron rotundamente a acordar con La Cámpora. existen distintas interpretaciones sobre cuándo empezarían a regir sus fueros.