El ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, habló este viernes de los casos de fentanilo contaminado en el país y se mostró conmovido al hablar de las muertes. De momento, ya hay 87 muertes confirmadas y otras nueve víctimas sospechosas. Lugones describió la situación como un “atentado a la gente” y expresó su indignación por lo ocurrido.
Durante una entrevista con TN, el funcionario declaró: “No tiene antecedentes. Me pongo muy mal cuando hablo de esto porque soy médico, y es un atentado a la gente”.
“No tienen derecho de hacer lo que hicieron. Es de mala gente hacer esto. Es de muy mala gente”, añadió luego.
En esa misma línea, el funcionario apuntó contra Ariel García Furfaro, uno de los dueños del laboratorio, a quien calificó como “delincuente”.
“Un laboratorio comandado por un grupo empresarial espurio comandado por un exconvicto“, reiteró.
Tras esto, siguió su embestida contra el empresario y dijo que “es mentira” que se haya inhibido voluntariamente ante la justicia. “Fue la Anmat la que hizo la denuncia en Comodoro Py”. En ese marco, defendió la tarea del organismo y el rol de su directora, Nélida Agustina Bisio.
Además, dijo que García Furfaro “está denunciado por la Arca, por el Ministerio de Seguridad y por la Anmat”. “Tiene manejos oscuros, tiene conexiones con la política obviamente”, le agregó a Crónica.
Bajo esa línea, detalló que de no ser así “no sería un laboratorio de este tipo que fuera representante del Gobierno de Alberto Fernández y que le permitió traer la vacuna Sputnik”.
En cuanto al laboratorio del que salió el fentanilo, Lugones dijo que cuando asumió se propuso auditar “a todos los laboratorios”, no por “ninguno en especial”. “Es cierto que le pedí a la directora de la Anmat que se pusieran a auditar a los laboratorios, a través del Instituto Nacional de los Medicamentos. El laboratorio de esta gente fue auditado a fines de noviembre porque hubo una denuncia por un producto mal elaborado, que no tenía el resultado que tenía que tener”.
Consultado por si es propietario de algún laboratorio, como había acusado Furfaro, el ministro negó rotundamente esta versión. “En el ambiente médico, es público lo que yo hago. Soy médico desde hace 53 años”.
Respecto a la situación en general, Lugones se emocionó al pensarlo desde un punto de vista médico: “No tiene antecedentes. Es un atentado a la gente. No tienen derecho de hacer lo que hicieron. Es de mala gente, de muy mala gente. Y pueden decirme lo que quieran a mí, pero hacer lo que hizo y escudarse... No se puede creer”.
“Seguramente, ha de ser muy sucio ese lugar, sino, ahí no habría bacterias. Adentro de esa ampolla están las bacterias. No tiene perdón de nadie esta gente. Tiene que terminar presa”, concluyó.