Este domingo, Alberto Fernández habló sobre el 40% de pobres en Argentina y puso en duda la medición que realiza el Indec.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la deuda social argentina de la Universidad Católica Argentina, respondió a las declaraciones del Presidente y aseguró que no hay Gobierno que no haya negado “la problemática de la pobreza”.
“El 45% de la población vive en hogares que reciben programas sociales, esto compensa, porque el efecto inflacionario y recesivo hace que los niveles no superen el 50%, pero si sacáramos los programas sociales la pobreza sería del 50%”, afirmó en comunicación con radio Rivadavia.
En el informe “Radiografía de la pobreza en Argentina: privaciones sociales y desigualdades estructurales”, publicado en junio en el informe del Observatorio Social de la UCA salió este dato.
“Argentina tiene más de 40% de pobres. La medición es tomada de manera estándar por ingresos, porque uno podría tomar otras medidas, es un termómetro que marca la temperatura, no un nivel de precisión del estado de privaciones que tiene la sociedad, inclusive depende qué parámetro las privaciones afectan más al 40% de la población en materia de salud, educación, información y justicia, entre otros”, agregó.
El director de Investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina planteó que el problema es que la pobreza medida de manera estándar por ingresos “ha venido aumentando sistemáticamente” desde 2007.
Sobre el argumento utilizado por el Presidente para plantear que no es posible ese índice de pobreza porque Argentina lleva “37 meses consecutivos de creación de empleo registrado”, argumento: “La explicación no está en lo que él menciona. Hay más gente ocupada pero con peores trabajos, con remuneraciones que han quedado devastadas por la inflación”.
Salvia detalló que más de la mitad de los trabajadores pobres, antes del momento que asume Alberto Fernández, han sido golpeados por la inflación teniendo impacto en sus remuneraciones y con “malos trabajos”, que los obligan a recurrir a “changas” para compensar el impacto inflacionario pero que igualmente no les alcanza.
“Tenemos que parar la inflación. No es algo que no tenga costos, porque va a ser recesivo parar la inflación y eso va a producir aumento de la pobreza. Pero es de esperar que devenga después de ese proceso un aumento de la inversión y la demanda de empleos más productivos que los que está generando el sector informal de la economía”, sentenció.
