Parece lejano el impacto demográfico que ocasionó Fábrica Militar, cuando se radicó en la década de 1940 en Río Tercero. Esa producción a pleno fue escalando distintas esferas, pero en la actualidad ofrece mucha más incertidumbre que certezas. De los más de mil empleados, en la actualidad quedan 320.
Por caso, desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) temen despidos por la apertura de importación y otras medidas del Gobierno Nacional.
El secretario del gremio local y regional, David Salto, evaluó a La Voz que “la situación es crítica”. A la vez, opinó que esta realidad no sólo es la de la estatal local sino del “Estado en general”.
Entendió que las decisiones de las políticas nacionales llevan a un “industricidio” perpetuado por parte del Gobierno nacional, donde la quita de aranceles y la liberación de importación de manera indiscriminada hace que las industrias cierren y se caiga la mano de obra local.

A eso se añadió que el principal cliente de la estatal riotercerense, Petroquímica, cerró su planta más importante de producción, situación que impactó en la planta de ácido nítrico de Fábrica Militar Río Tercero.
En esa línea, Salto denunció que “de los 365 días del año, la planta de ácido nítrico solamente tiene para producir 70 días, que da un promedio de entre cinco y seis días por mes”.
Ese funcionamiento espaciado, hace que la planta sufra cierto deterioro, según entienden desde el gremio.
El gremio reclama un plan estratégico para comercializar la producción de esta industria y buscar mercados que hoy parecería no encuentran desde la sede central.
Mecánico
Respecto del sector metalmecánico, se quejó de que los trabajos y los pedidos también disminuyeron poniendo a la estatal en una clara desventaja. “No hay trabajo a mediano plazo y los posibles trabajos a largo plazo no están cerrados”, apuntó Salto.
Fábrica Militar, recientemente constituida en Sociedad Anónima aún espera inversores. “Empresarios visitaron la fábrica pero ninguno se quedó a invertir y claramente no se quedan a invertir porque conviene poner la plata en la timba financiera y no poner la plata en producción”, indicó el gremialista.
Despidos
Hace pocos meses Fabrica Militar dispuso 46 retiros voluntarios, que a juzgar de ATE “fueron despidos encubiertos”. Luego no hubo nuevas reincorporaciones. El Estado justificó que tenía que ver con hacer la empresa más eficiente y tenían que achicar la cantidad de empleados para reducir el déficit.
“El tema en cuestión es que, dicho por ellos, incluso por el Ministerio de Defensa, que Fabricaciones Militares no se cerró porque no había plata para pagar indemnización”, citó en duros términos el gremialista.
A renglón seguido mencionó que “no terminaron de achicar a lo que ellos pretendían porque no había plata para pagar retiros voluntarios. Entonces acá hay una cuestión que es preocupante: ¿Qué pasa si viene la orden directa de cerrar o de achicar de manera masiva y no tienen plata para pagar?. ¿Cuándo y quién pagaría?”.