El martes pasado, el Polo Obrero llevó adelante movilizaciones en varias ciudades del país. En Buenos Aires, junto al resto de las organizaciones de la Unidad Piquetera, cortaron la avenida 9 de Julio. Pero en Mendoza, la protesta tuvo otro final.
Horas antes de la movilización por calles de la capital mendocina, la Justicia ordenó la detención de varios dirigentes del PO en un operativo para evitar un acampe de protesta.
Dos de esos detenidos tenían pedido de captura por los cortes que habían realizado el lunes frente a un shopping de la ciudad.
La detención ccurrió en horas de la tarde del martes en el microcentro, según publicó Los Andes.
Los detenidos
La Policía sabía que la Unión Piquetera había adelantado que esta semana se realizarían cortes y acampes para protestar contra el Gobierno de Alberto Fernández y la gestión de Tolosa Paz.
En este contexto, recibieron una denuncia de la Municipalidad y avanzaron con las detenciones, en las que estaban Martín Rodríguez y Lorena Torres, ambos dirigentes del PO.
Según fuentes del Ministerio Público Fiscal, Rodríguez tiene 9 causas anteriores y Torrez tiene 3.
Por esto, horas después los dos dirigentes fueron imputados por el fiscal de Tránsito Fernando Giunta, quien los acusa por “entorpecimiento del normal funcionamiento del transporte público”, delito que tiene penas de 1 mes a 1 años de cárcel.
Denuncia de la Municipalidad
Fue la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza la que había denunciado al PO y otras organizaciones sociales por la ocupación ilegal de la plaza Independencia, que había sido anunciada horas antes.
Además, autoridades del municipio cuyano solicitaron a la Justicia que detenga el acampe.
En el escrito presentado, se puso en conocimiento que no era la primera vez que estos hechos sucedían en Mendoza.
En la denuncia, se mencionaron dos hechos: en septiembre del 2022 y en febrero de este año, ocurrieron dos acontecimientos similares “donde los manifestantes, de un modo injustificado, doloso e ilegítimo; produjeron cuantiosos daños a bienes correspondientes al mobiliario público de la plaza, incluyendo bancos, farolas, basureros, calzadas de mármol, aspersores de riego, árboles y jardines de césped; además de dejar una cantidad insólita de desperdicios y otros destrozos”.
“En este sentido, debe tenerse presente que esta es la cuarta repetición de las conductas reseñadas, y -consecuentemente- la tercera reiteración de la primera denuncia por hechos similares”, agrega el escrito.
