En un encuentro con militantes de toda la provincia, con la participación de más de dos mil personas, La Cámpora de Córdoba realizó un plenario en el cual el planteo central fue “no tenerle miedo al debate”, en sintonía con el último discurso público de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En el 19º aniversario de la asunción al poder de Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003, la agrupación que a nivel local conduce la diputada nacional Gabriela Estévez hizo una demostración de fuerza, colmando las instalaciones del club Unión Eléctrica, en barrio Villa Revol.
Fiel a su estilo al hablar política de no hacer nombres propios, en su discurso, Estévez pidió no tener miedo al debate interno en el Frente de Todos, algo que Cristina Kirchner resaltó en Chaco, en su última aparición pública, el 6 de mayo pasado.
“Tenemos que dialogar con los diferentes sectores por más distancia que tengamos. No debemos tener miedo al debate, pero manteniendo siempre la cercanía con los vecinos. Hay que tener una actitud amplia de dialogar con todos los sectores, sin abandonar nunca nuestras convicciones”, manifestó la diputada nacional.
Sin pronunciarse sobre el escenario provincial, en la pulseada entre el schiarettismo y Juntos por el Cambio, Estévez habló sobre el modelo de gestión que impulsa su agrupación.
“Tenemos que pensar en un modelo productivo, las potencialidades de desarrollo y crecimiento que tenemos en cada departamento del interior, para combatir las inequidades. Las inequidades deben ser nuestra principal preocupación”, expresó Estévez, en un escenario en el cual no hubo dirigentes de otras vertientes del Frente de Todos local. Fue un plenario camporista puro.
Además, de la diputada cordobesa, uno de los dirigentes nacionales camporistas que bajó a Córdoba fue el subsecretario de Relaciones Municipales del Ministerio del Interior, Pablo Giles, quien tuvo algunas definiciones políticas fuertes.
“Venimos a disputar poder, pero no por el poder mismo, sino porque queremos mejorarle la vida a la gente. No quiero que seamos la conciencia moral de un proyecto político que nunca va a ser.”, dijo uno de los funcionarios más cercanos al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en referencia al futuro de la agrupación que a nivel nacional conduce Máximo Kirchner.
El funcionario nacional, al igual que Estévez, reivindicó el debate, como lo hizo la vicepresidenta de la Nación.
“Quiero que seamos los que desde adentro demos las discusiones necesarias para transformar las cosas. No hay que tener miedo, hay que estar llenos amor y de convicciones, y, sobre todas las cosas, hay que sentir siempre ese dolor de todo lo que nos falta”, concluyó el funcionario nacional.
¿Dónde se paran los camporistas?
En Córdoba, La Cámpora integra el Frente de Todos, pero a diferencia con el escenario nacional, hay diálogo con los sectores albertistas que a nivel local representan el exsenador Carlos Caserio y el intendente de Villa María, Martín Gill.
Estévez tiene un bajo perfil y no se ha pronunciado de manera pública en contra del presidente Alberto Fernández, aunque no oculta que está alineada con Máximo Kirchner, expresidente del bloque de diputados del Frente de Todos.
La diputada nacional tiene diálogos con funcionarios municipales de la gestión del intendente Martín Llaryora. También con dirigentes del PJ provincial, pero sin diálogo concreto con el gobernador Juan Schiaretti, el gobernador más crítico del Gobierno nacional.
En el Frente de Todos cordobés hay distintas posturas, más allá de que hay diálogo entre los referentes.
Por ejemplo, días pasados, un grupo de 30 intendentes que están alineados con Caserio pidieron armar un bloque propio en la Mesa Provincia-Municipios, abandonando el oficialista Hacemos por Córdoba.
Los intendentes que responden a Gill no siguieron el mismo camino y se mantuvieron en el bloque oficialista. Lo mismo hicieron los jefes comunales que responden a Estévez: no romper con el PJ provincial.
Caserio y Gill tienen estrategias políticas distintas en su relación con el oficialismo provincial. El villamariense marca diferencias, pero dentro de la estructura del PJ.
Mientras que Caserio y los intendentes que lo siguen plantean una postura más fuerte de generar un espacio propio, para en algún momento sentarse a negociar con una posición de mayor fuerza con el schiarettismo.
Por ahora, Estévez se mantiene al margen de esas dos posturas. La diputada nacional mantiene algún nivel de diálogo, sobre todo, con el llaryorismo.
En el Frente de Todos cordobés esperan alguna definición de la interna nacional para ordenarse en Córdoba.
La única diferencia con la pulseada nacional, es que los referentes cordobeses mantienen el diálogo entre ellos, aunque por ahora mantengan distintas estrategias en la relación con el schiarettismo.
