El aumento del dólar durante julio desaceleró el ritmo de importaciones y permitió que la balanza comercial registrara un superávit de U$S 988 millones.
De todas formas, este monto es un 32% inferior al saldo favorable que se obtuvo en julio de 2024.
El nivel de importaciones subió 17,7% a U$S 5.727 millones, que contrasta con los meses anteriores, donde la suba promedio superó el 30%, incluso en febrero se llegó a un incremento de 42%.
Este freno a las compras en el exterior se explica por el aumento del precio del dólar en el mes y también por una contracción en las importaciones de energía.
La cotización del dólar oficial (que es a la que se cierran los contratos comerciales) arrancó julio a $ 1.235 y mantuvo una tendencia alcista hasta llegar a un pico de $ 1.380 en el cierre.
Este movimiento, sumado a la incertidumbre que se generó en el sistema financiero, amortiguó las compras en el exterior de los principales rubros de la economía. No obstante, hubo un alza interanual de 23,2% en las cantidades, que se combinó con una baja de 4% en los precios.
El sector de mayor avance fue el de vehículos automotores, que aumentó 146% en cantidad de unidades traídas con una baja de precios de 4,3%. En bienes de consumo hubo un incremento de 39,3% en volumen, mientras que los precios avanzaron 5,9%. En tanto, en bienes de capital se verificó un salto de 42,7% en la cantidad, mientras que los valores se incrementaron 6,5%. En piezas y accesorios para bienes de capital hubo un alza de 24,5% en volumen, con precios cediendo 3,8%.
La mayor producción desde Vaca Muerta provocó que las importaciones de energía cayeran 23,5% en volumen, con precios estables. También se retrajeron las compras de bienes intermedios, 3% en volumen y 2,3% en precios.
La estadística oficial cuenta con un rubro general que denomina “Otros” donde se agrupan diferentes tipos de compras externas. En julio el monto de estas importaciones se cuadriplicó, destacándose el envío por “courriers” (compras puerta a puerta) que se incrementó en U$S 75 millones.
Por su parte, las exportaciones tuvieron una mejora de 7,5% y treparon a U$S 7.727 millones. Este salto se produjo por un incremento de 6,2% en las cantidades y 1,3% en los precios.
Las ventas de Productos Primarios se elevaron 22,8% debido a un alza de 19,1% en las cantidades y de 3,0% en los precios. De todos los subrubros, semillas y frutos oleaginosos fue el que más subió. Cabe recordar que en julio se produjo la liquidación de la cosecha que se había inscripto hasta el 30 de junio para aprovechar la rebaja de retenciones.
En tanto, las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) crecieron 5,3%, producto de que las cantidades ascendieron 7,1% y los precios cayeron 1,7%.
A su vez, las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) aumentaron 4,7%, que se explica por un ascenso de 9,6% en los precios, ya que las cantidades se redujeron 4,6%.
Las ventas de combustibles y energía cayeron 9,7% con respecto a julio de 2024, por la baja de 13,2% en los precios, ya que las cantidades subieron 4,0%.
De esta forma, en los primeros siete meses del año la balanza comercial muestra un superávit de U$S 3.750 millones, que es apenas el 30% de los U$S 12.201 millones que se habían logrado en el mismo período del año pasado.
Entre otros aspectos, esta disminución azuza la discusión por el atraso del tipo de cambio y le añade presión a la cotización de la divisa.
Asimismo, la proyección para 2025 reduce el superávit comercial previsto a U$S 6.500 millones (dato del último REM del Banco Central). Cuando se realizaron las estimaciones para 2025 se esperaba un resultado positivo cercano a los U$S 15.000 millones.
Pero la decisión del gobierno de evitar una suba del dólar invirtió la secuencia con un mayor ritmo de importaciones y menores exportaciones a las esperadas.
De todas formas, los U$S 988 millones favorables en julio resultan el valor más alto del año y ofrecen una mejor perspectiva para la última parte del año.
La necesidad de un mayor ingreso de dólares está dada por el compromiso asumido ante el FMI de aumentar la compra de divisas y mejorar el nivel de reservas del Banco Central.