“Los mejores momentos de los últimos 20 años de la Argentina fueron con superávits gemelos”, resaltó el ministro de Economía, Sergio Massa, al enumerar los objetivos de su gestión, en el marco de una jornada de debate en el Coloquio de Idea donde el eje de la discusión fue el escenario fiscal.
Massa expuso a través de una entrevista grabada, dado que está de viaje en Estados Unidos, luego de un debate protagonizado, entre otros, por el ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, y los economistas Martín Redrado, Hernán Lacunza y Marina Dal Poggetto.
El mensaje del jefe del Palacio de Hacienda era esperado con expectativa en el auditorio del Coloquio, aunque Massa no avanzó sobre los principales ejes de la coyuntura como el impacto inflacionario y la restricción en el acceso a dólares para la importación de insumos industriales.
Massa, sobre el presupuesto 2023
Insistió en que el presupuesto 2023 prevé una reducción del gasto de 1,9 puentos, y otros 4,7 puntos sobre los cuales diputados y senadores podrían haber avanzado, aunque lamentó que en la discusión parlamentaria ello no se produjera.
Tuvo una alusión directa al empresariado, que sonó como un mensaje especialmente al sector alimentario: “La política tiene que ceder y dar ejemplo de austeridad, pero hay sectores económicos que también tienen que hacerlo”, disparó. De hecho, el único ejemplo que puso cuando abordó este punto fue un subsidio que recae sobre ciertos productos lácteos.
La presentación virtual de Massa abrió una jornada donde están previstos los discursos del jefe de Gobierno de CaBa, Horacio Rodríguez Larreta, y del presidente de la Nación, Alberto Fernández.
El ministro no efectuó anuncios y solo repasó medidas ya iniciadas. Planteó, por ejemplo, que las provincias renunciaron a los subsidios al transporte cuando salieron del acuerdo fiscal, en el inicio de la pandemia.
Mientras tanto, en el debate sobre el gasto, Giordano recordó su paso por el Gobierno nacional en los años 90. “Yo me convencí que (el Estado) está intrínsecamente organizado para gastar por encima de sus ingresos y sistemáticamente administrar mal”, recalcó.
“En este tema no hay grieta, es verso que no hay política de estado: la política es la mala administración. Prevalece la mala organización”, ironizó.
También descartó que con una dolarización “resolvemos los problemas, suena atractivo pero no resuelve el problema de la mala organización. Tenemos que repensar una organización integral en los tres niveles de gobierno, ponernos de acuerdo qué impuestos cobramos y qué funciones cumplimos en cada jurisdicción”, dijo.
Remarcó, en esa línea, la existencia de “tres estados que cobran impuestos y gastan de manera superpuesta”, la Nación, las provincias y los municipios. “Hasta que no ordenemos esto, todo lo demás va a ser lamentablemente voluntarismo. Un estado en déficit e ineficiente”, comentó.
La economista Marina Dal Poggetto planteó que ninguno de los acuerdos y leyes planteados para limitar el gasto público se cumplió, pese a haber sido planteado por gobiernos de diferente signo político.
“El grueso del aumento del gasto, más de un tercio son transferencias, el componente previsional, en menor medida los subsidios y luego el gasto social”, remarcó Dall Poggetto. “Hay poca gente que se lleva mucha plata sobre todo en las provincias y en los regímenes especiales”, previsionales, dijo.
A tu turno, Redrado insistió en que “hay que hacer todo”, con una desindexación progresiva del gasto. “Argentina necesita tener un programa de estabilización que baje sustancialmente la inflación. Hay que discutir convergencia o dispersión de la política económica. No pensemos solamente en una variable”, pregonó.
*Enviado especial a Mar del Plata
