La reciente escalada del dólar, el regreso de la inestabilidad financiera, las señales mixtas sobre la marcha de la economía y el conflicto político entre el Gobierno nacional y los gobernadores forman parte de la agenda de temas que siguen de cerca y también enfrentan por estos días las empresas cordobesas.
En ese contexto, 110 empresarios, altos ejecutivos y profesionales ligados a la actividad económica opinaron ante una consulta de La Voz a través de WhatsApp sobre esos cuatro puntos candentes de la economía y la política. Las respuestas combinan inquietud, cautela y moderado respaldo al rumbo oficial.
El cuestionario fue enviado a 260 personas, propietarios de pymes, directivos de grandes empresas y unos pocos profesionales del ecosistema productivo cordobés, y se obtuvieron 110 respuestas. Aunque existe una porción importante que relativiza la gravedad de los últimos movimientos del tipo de cambio, muchos destacan la fragilidad del contexto y advierten sobre la necesidad de que llegue una nueva etapa de reformas.
Por otro lado, el impacto de la situación adentro de las empresas es dispar: algunas ya realizaron ajustes y otras aún sostienen sus estructuras, más allá del nivel de actividad.
El 61,3% de quienes respondieron mostraron “poca” preocupación por los recientes movimientos del dólar, que saltó un 9% desde el inicio del mes, mientras que el 18,9% expresó “mucha” preocupación por este factor y el 19,8% dijo no tener ninguna.
Al interpretar esas opiniones, el economista Marcelo Capello apuntó que con el reseteo monetario de esta semana, tras el fin de las LEFI, “debería haber más tranquilidad en el mercado de cambios”, pero comprendió a quienes expresan inquietud en ese sentido.
“Transitamos un período pre electoral y surgieron algunas dudas sobre las cuentas externas al conocerse los datos del primer trimestre, de modo que no hay que descartar que nuevamente surjan movimientos en el tipo de cambio de acá a las elecciones, y en los meses posteriores”, subrayó.
Sin embargo, el vicepresidente del Ieral-Fundación Mediterránea consideró “difícil” que se perfore la banda superior, dado que el BCRA tendría a disposición una buena cantidad de dólares para intervenir.
“La clave para una transición cambiaria sin grandes sobresaltos entre el presente y el 2027, cuando ya las exportaciones energéticas sumen mucha oferta de divisas, será el nivel del riesgo país, y por ende de la posibilidad, especialmente del sector público, de emitir deuda en los mercados internacionales, para afrontar compromisos, evitando así el uso de las reservas del BCRA con ese fin”, explicó.

Con un riesgo país al menos 200 puntos menor, debería esperarse una transición cambiaria “relativamente tranquila” en los próximos años, dijo Capello. Pero, “el riesgo país difícilmente baje si la oposición logra aprobar leyes que aumenten en forma importante el gasto público, y luego el gobierno no pueda sostener sus vetos”, alertó.
Aunque la mayoría de las respuestas relativiza el impacto del dólar, varias de los comentarios abiertos y voluntarios dan cuenta de una sensación de alerta en aumento.
“Todo preocupa, pero el camino es lento gracias al Congreso y gobernadores”, escribió uno de los participantes. Otro fue más crítico: “He visto la película varias veces. Temo que se irá a nuevas concentraciones de poder y riqueza con un nuevo reordenamiento económico”.
La combinación entre incertidumbre cambiaria y tensiones políticas acentúa la inquietud. Aunque la mayoría no manifiesta una alarma inmediata, sí aparece una percepción clara de que el equilibrio macroeconómico es frágil.
¿Y por casa?
La consulta también indagó si los empresarios ya aplicaron ajustes fuertes en sus empresas u organizaciones este año. El 48,6% respondió que sí, mientras que el 51,4% dijo que no.
La paridad refleja que algunos sectores comienzan a adaptarse a nuevas reglas de juego mientras otros sostienen sus estructuras a la espera de señales más claras. Esta cifra es particularmente relevante considerando que los consultados son mayoritariamente propietarios de Pyme o gerentes, sectores sensibles a los vaivenes del mercado interno, la presión impositiva y las restricciones cambiarias.
Uno de los encuestados subrayó: “Es imperiosa la necesidad de bajar costos impositivos y otros que afectan la competitividad en mercados externos”, dejando en claro que para muchas firmas cordobesas la política fiscal continúa siendo un obstáculo.
Segundos afuera…
Otro eje clave del sondeo fue el conflicto político entre el presidente Javier Milei y los gobernadores. El 70,3% de los empresarios se alineó con la posición de Milei, mientras que solo el 29,7% expresó simpatía o acuerdo con los mandatarios provinciales. Este respaldo mayoritario al presidente no significa, sin embargo, una adhesión incondicional.
“En la pregunta de los gobernadores, algo de razón pueden tener, pero creo que deben bajar los gastos y la presión fiscal. Por eso uno cree que Milei tiene razón. Esa es la prioridad. Ordenar el país todo, no solo la Nación. Deben entender esto gobernadores e intendentes”, comentó un empresario con varias decenas de empleados. Aludía, obviamente, al conflicto institucional que se potenció en los últimos días con la media sanción al proyecto para coparticipar los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) y el fideicomiso del impuesto a los combustibles.

Sobre este punto, para el economista Fausto Spotorno, al cortar las transferencias discrecionales, obligó a las provincias a realizar “un ajuste fiscal que ningún político quiere enfrentar, y menos en contexto electoral”, interpretó en diálogo con La Voz.
Esto empujó a los gobernadores a sentarse a negociar con la Nación. Según el economista, los mandatarios reclaman fondos –como los ATN– a cambio de apoyar las leyes del oficialismo en el Congreso.
Spotorno señaló que esta puja es una “negociación política clásica, donde cada parte mide fuerzas”. Advirtió que se trata de una jugada “riesgosa” para los gobernadores, pero inevitable frente al escenario de escasez de recursos.
El economista Héctor Paglia, de Mercados y Finanzas, coincidió con el aspecto político en esa negociación, pero le asignó una mayor razonabilidad al planteo de los gobernadores. “Discuten por derechos que tienen, de financiamiento, por recursos que le son propios y les son negados sistemáticamente por la Nación”, explicó a La Voz.
Consideró que la postura de la Nación es “una forma totalmente extraña de plantear un tema, tomando decisiones unilaterales sin hacerlo con la misma vara para todas las provincias y distritos”, explicó. “Córdoba –argumentó Paglia– está haciendo un gran esfuerzo fiscal, con superávit y en darle un perfil distinto a la deuda, con obra pública”.La visión crítica hacia los gobernadores expresada por la mayoría de los consultados no se traduce necesariamente en un cheque en blanco para el Ejecutivo nacional, sino que está teñida por el debate del momento acerca del peso de la carga tributaria global.
Libreta de calificaciones
En el empresariado se valora la intención del Gobierno nacional de ordenar las cuentas públicas, pero también advierten los riesgos que conlleva una gobernabilidad confrontativa.
Consultados sobre qué nota pondrían a la marcha de la economía en una escala del 1 al 5 (siendo 1 la más baja y 5 la más alta), la mayoría se inclinó por un 3 (44,1%), mientras que el 36% eligió un 4, dejando ver una evaluación moderada pero levemente optimista.
Las notas más bajas fueron marginales: un 12,6% optó por el 2, un 2,7% por el 1, y solo otro 4,5% calificó con el sobresaliente 5, la nota más alta. Este promedio da una especie de “aprobado con reservas”, una evaluación que reconoce algunos avances, pero que todavía encuentra obstáculos para entusiasmarse.
El sondeo se dio en un momento particular: el dólar “contado con liqui” sobrepasó los $ 1.300 y el blue, si bien fue controlado, se ubicó en un nuevo escalón más alto. Para algunos de los consultados, lo importante no es el nivel del dólar sino el de las tasas de interés.