Aunque la mayoría de las luces enfocaron a la elección de gobernador, este domingo hubo 194 pueblos y ciudades de Córdoba que también eligieron sus autoridades locales.
El 90% de los municipios y comunas donde se votó estaban alineados con el gobierno provincial y, por la estrategia definida por el peronismo cordobés pegaron la elección local a la de gobernador. Desde ese rincón imaginaron que sería ganancia para unos y otros.
Los resultados muestran que no fue tan así: hubo esta vez una marcada diferencia, con matices según las ciudades, sin que el voto provincial y el local se hayan arrastrado mutuamente. Ese cálculo falló.
Si se cuentan las 40 localidades de mayor volumen electoral donde ayer se votó por intendente, 30 tienen hoy administraciones del PJ, dos están gobernadas por partidos locales pero aliados al Gobierno provincial, y ocho están en manos de la UCR, aunque dos de ellas también tienen intendentes que se pasaron ahora a Hacemos Unidos por Córdoba.
El peronismo pudo retener, por cierto, las dos mayores en juego. Ganó en San Francisco, bastión del llaryorismo. Y en Carlos Paz se impuso su aliado Esteban Avilés: ahí el schiarettismo no jugó con candidatos propios.
Pero el PJ perdió ciudades relevantes como Río Ceballos, Villa Nueva, Mina Clavero, Cruz del Eje, Villa del Totoral y Oncativo, que pasaron a manos de Juntos por el Cambio, con candidatos radicales.
De las 17 mayores en juego ayer, la UCR arriesgaba una (Mendiolaza, que perdió a manos del PRO) pero se quedó con al menos siete nuevas.
La UCR ya no contaban como propias a dos ciudades con intendentes que llegaron por ese partido pero que ahora formaron parte de Hacemos Unidos por Córdoba. En ambas impusieron condiciones: a Miryam Prunotto en Estación Juárez Celman y a Gustavo Benedetti en Arroyito no parecen haberles facturado sus vecinos el pase de partido.
De esas 17, el PJ contaba como suyas o con sus aliados a 16. Y se quedó con siete.
Una baja de los oficialismos
En los anteriores tres turnos electorales (2011, 2015 y 2019) ganaron en municipios y comunas más los partidos que estaban en ejercicio del poder. En promedio, ocurrió eso en entre el 75% y el 81% de los pueblos y ciudades. Aunque en este 2023 reste aún que se vote en 48 localidades (incluida la Capital y varias de las mayores del interior), todo indica que el balance no será similar y que habrá esta vez una baja en ese porcentaje de tradición de dominio de los oficialismos, que siempre muestra que el que gobierna corre con ventaja. Esta vez, será –al menos– en menor medida que en anteriores.
Hasta ahora, en lo que va del año, hubo sorpresas por cambio de mando en La Calera, Cosquín, Santa Rosa de Calamuchita, Morteros, Monte Cristo, Villa Yacanto y Anisacate, por citar localidades medianas y grandes. Ayer se agregó una docena más.
Las 12 mayores, para gobernador
En las 12 mayores ciudades, que suman el 60% de la población provincial, este domingo ganó Martín Llaryora en Capital, San Francisco y muy ajustadamente en La Calera y en Alta Gracia.
Luis Juez se impuso en Río Cuarto, Villa María, Carlos Paz, Río Tercero, Bell Ville, Villa Allende, Jesús María y Villa Dolores. De esa lista, el triunfo más holgado fue en Bell Ville y el más ajustado en Río Tercero.
Valen algunos recuerdos: en 2019 ganó para gobernador Juan Schiaretti en esas 12 ciudades. Ese mismo año, en el balotaje presidencial Mauricio Macri se impuso a Alberto Fernández en esas mismas 12.
En 2015, para gobernador, Schiaretti se había impuesto en nueve de esas 12 ciudades, mientras que en la Capital, Carlos Paz y Bell Ville fue primero el radical Oscar Aguad.
